El Picatrix es un antiguo grimorio árabe de astrología y magia oculta que se ha ganado mala reputación por la obscena naturaleza de sus recetas mágicas. Sus crípticas descripciones astrológicas y hechizos cubren casi cualquier deseo o anhelo concebible, ha sido traducido y estudiado por muchas culturas a lo largo de los siglos, y continúa fascinando a los seguidores de lo oculto de todo el mundo. Fue originariamente escrito en árabe, titulado Ghāyat al-Ḥakīm, que se traduce como “La Intención del Sabio” o “La Meta del Sabio.” La mayor parte de los estudiosos creen que proviene del siglo XI, aunque hay argumentos bien fundados que lo datan en el siglo X, pues, según confirmación del autor en la introducción de la obra, fue escrito el año 348 anno hegirae (970 de la Era Cristiana). Con el paso del tiempo, el original en árabe fue mandado traducir al español, y más tarde al latín en 1256 por el rey de Castilla Alfonso X el Sabio a la Escuela de Traductores de Toledo. Fue entonces cuando se le dio el nombre latino de El Picatrix es un antiguo grimorio árabe de astrología y magia oculta que se ha ganado mala reputación por la obscena naturaleza de sus recetas mágicas. Sus crípticas descripciones astrológicas y hechizos cubren casi cualquier deseo o anhelo concebible, ha sido traducido y estudiado por muchas culturas a lo largo de los siglos, y continúa fascinando a los seguidores de lo oculto de todo el mundo. Fue originariamente escrito en árabe, titulado Ghāyat al-Ḥakīm, que se traduce como “La Intención del Sabio” o “La Meta del Sabio.” La mayor parte de los estudiosos creen que proviene del siglo XI, aunque hay argumentos bien fundados que lo datan en el siglo X, pues, según confirmación del autor en la introducción de la obra, fue escrito el año 348 anno hegirae (970 de la Era Cristiana). Con el paso del tiempo, el original en árabe fue mandado traducir al español, y más tarde al latín en 1256 por el rey de Castilla Alfonso X el Sabio a la Escuela de Traductores de Toledo. Fue entonces cuando se le dio el nombre latino de Picatrix. Una de las razones de su mala fama son los innumerables y repugnantes brebajes que tienen la intención de alterar el propio estado de conciencia, y que pueden llegar a provocar experiencias extracorpóreas o incluso la muerte. Entre sus ingredientes se incluyen: sangre, excreciones corporales y masa cerebral, mezclado todo ello con ingentes cantidades de hachís, opio y plantas psicoactivas.. Una de las razones de su mala fama son los innumerables y repugnantes brebajes que tienen la intención de alterar el propio estado de conciencia, y que pueden llegar a provocar experiencias extracorpóreas o incluso la muerte. Entre sus ingredientes se incluyen: sangre, excreciones corporales y masa cerebral, mezclado todo ello con ingentes cantidades de hachís, opio y plantas psicoactivas.
Maslama Ibn Ahmad Al-Mayriti
Picatrix
El objetivo del sabio y el mejor
de los dos medios para avanzar
ePub r1.0
RLull 27.11.15
Título original: Ghâyat al-Ḥakīm
Maslama Ibn Ahmad Al-Mayriti, 970
Traducción: Marcelino Villegas
Editor digital: RLull
ePub base r1.2
Notas
[1] CORÁN, azora 51, aleya 56.
[2] CORÁN, azora 2, aleya, 262.
[3] CORAN, azora 19, aleya, 58.
[4] Cfr. infra p. 117.
[5] Cfr. infra p. 52.
[6] Epístolas de los Hermanos de la Pureza, IV, 398 ss.
[7] Ver pagina 117.
[8] Epístolas de los Hermanos de la Pureza, IV, 398 ss.
[9]Diván de al-Muanabbi, El Cairo 1308, II, 373.
[10] CORÁN, azora 2, aleya 35.
[11] Cfr. p. 15.
[12] «Todo está en todas partes, cualquier cosa es todas las cosas, el sol es todas las estrellas, y cada estrella es todas las estrellas y el sol». (Plotino, Eneadas, VI, 8, 4).
[13] Ver Tratado Tercero, pp. 62 y ss.
[14] CORÁN, azora 30, aleya 6.
[15] Cfr. Tratado 2.º, capítulo 1.º, pp. 24.
[16] También llamada palo áloe; madera del agáloco, muy resinosa, amarga y purgante. No se traía aquí, pues, de la planta liliácea, perenne, tan ligada al paisaje mediterráneo; pero tienen de común producir un jugo resinoso muy amargo.
[17] Medida de peso equivalente a 3.12 gr.
[18] Medida de peso equivalente a medio arrelde.
[19] No he encontrado ninguna referencia al hitr; y el uars es una planta que se utiliza para teñir de rojo y amarillo. Tiene el aspecto del azafrán en polvo; al parecer no hay palabra equivalente en castellano.
[20] Cfr. pp. 19 y ss.
[21] Cfr. pp. 19 y ss.
[22] Citado más arriba como Istamajis.
[23] Falta un fragmento en el original.
[24] Medida de peso equivalente a cuatro libras.
[25] Cfr. pp. 58 a 60.
[26] Especie de papilla o gachas; sus ingredientes habituales son trigo machacado y mantequilla.
[27] Medida de peso equivalente a 4,68 gramos o 3/7 de dirhem o dinar y medio.
[28] Medida de peso equivalente a 1/6 de dirhem. (En otros contextos medida de superficie equivalente a 29, 17 m2). El dirhem de peso equivale a 3,12 gr.
[29] Medida de longitud y peso equivalente a 6 pelos de mulo y 6 granos de cebada.
[30] Medida de peso equivalente a 1/60 de dinar.
[31] Medida de longitud, equivale a dos varas o 1,6718 m.
[32] Medida de longitud equivalente a 8 kilómetros.
[33] De acuerdo con su nombre árabe también se le llama Altair. Cfr. E. J. Webb, Los nombres de las estrellas (México, 1969), en especial pp. 31-41.
[34] Entre los árabes, Águila Posada, en contraposición con Altair, Águila en Vuelo; obra citada, pp. 84-87.
[35] Cfr. pp. 17.
[36] CORAN, azora 2, aloya 28.
[37] Ver páginas 90 y ss.
[38] Cfr. pp. 84 y ss.
[39] ÉXODO, XXX. 22-27. Las palabras entre corchetes corresponden a los términos empleados en la traducción árabe.
[40] ÉXODO, XXX, 31-36.
[41] Medida de peso, equivalente a dos arreldes.
[42] Dulce hecho con dátil, nata y almidón.
[43] Anteriormente (pp. 109) empleó esta palabra para nombrar el aspalato sin señalarla como extranjera. Ver nota siguiente.
[44] Dar shishaán. En la pagina 403 también se habla del aspalato: «que la gente de la montaña llama “dar shishmaán”, los persas “vanchasht” y cuyo pan comen los kurdos». Dar shishaán es el nombre árabe, de origen persa, del aspalato.
[45] Según Abuhamid al-Gazzali:
[46] Aquí hay una contradicción o, quizá, una ambigüedad terminológica, pues, según el diccionario el «alcacer» no es un árbol, sino la «cebada verde y en yerba».
TRATADO SEGUNDO
Sobre los modelos astronómicos y sus obras, la manifestación de sus secretos que los sabios ocultaron, los modelos de cómo influye la magia en este mundo llamado mundo del ser y la corrupción a través del mundo etéreo por la difusión de fuerzas espirituales.
Capítulo I
Siempre hubo, hónrete Dios, intenciones muy inteligentes de procurar el conocimiento de los secretos de los sabios y de cuantas cosas maravillosas hay en sus libros en símbolo y enigma. Alcanzaron su anhelo y su propósito, así que a las inteligencias menguadas con el afán de la propia intención no nos lo va Dios a prohibir pero, incluso, nos va a iluminar la inteligencia. Entre los móviles que me han impulsado a investigar los secretos de los talismanes está que en plena juventud vi al extraordinario Ptolomeo en su libro conocido por El fruto decir que las formas del mundo creado obedecen a las formas celestes y citar la afirmación unánime de los sabios de que los astros tienen fuerzas en razón de la regularidad de la creación. Por eso los teurgos los hacen de acuerdo con las posiciones de los astros respecto a lo que quieren hacer y por su buena manera de utilizar sus secretos logran las esperanzas que acarician. También vi en el comentario a este capítulo, de Ahmad Benyusuf el Escriba, la anécdota que le acaeció en tiempos de Jumarawaih ben Ahmad Benmiún de Egipto a un sabio bizantino que se estableció allí y que exigió que las almas sagaces no se redujeran a tal inclinación. He aquí su texto: