Agradecimientos
Cuando era niño, tuve la suerte de viajar por todo el mundo y vivir en muchos lugares diferentes, lo que en gran parte me convirtió en la persona que soy hoy. Tenía tres o cuatro años cuando mi familia se trasladó a Kuwait, y mi hermana, que tenía un par de años más, empezó a ir a la escuela. Era un colegio británico y mis primeros conocimientos de inglés los adquirí leyendo por encima de su hombro. Yo no sabía leer: memorizaba lo que ella decía y lo asociaba a las imágenes de la página. Luego, cuando mi familia se trasladó a Arabia Saudí, seguí aprendiendo inglés con Mrs. Brodure, una señora británica, por lo que, durante mis primeros años como angloparlante, usaba todo tipo de expresiones completamente británicas.
Cuando nos trasladamos a Estados Unidos, no tardé en descubrir las ventajas que me proporcionaba ser bilingüe; de hecho, era una habilidad muy valorada. Enseguida me di cuenta de que a mucha gente le costaba algo que a mí me salía de forma espontánea. Vi que haber tenido la suerte de aprender inglés de muy pequeño me permitía comunicarme con una pronunciación perfecta y pasar por hablante nativo, pero entonces me ponía a hablar coreano igual de bien y sorprendía a todo el mundo. Mis padres se aseguraron de que mi coreano fuera excelente.
Así que mi primera ronda de agradecimientos va para mis padres, que me enseñaron coreano y se preocuparon de que lo leyera y hablara bien. A mi padre, que siempre traía periódicos coreanos a casa para que los leyera, y a mi madre, que siempre estuvo ahí y me forzaba a superar mis límites.
Mi agradecimiento más sincero va para mi hermana, Eun, y mi cuñado, Jin Won Jung, que me ayudaron a mantenerme cuerdo mientras estuve enfermo en el hospital, pero muy especialmente para Eun, pues sin ella este proyecto no habría sido posible.
A mi sobrino, Miles, quien, pese a tener solo 14 meses, me ha enseñado a sonreír y a disfrutar de las cosas sencillas, como señalar con el dedo y reír, y ponerte cosas en la boca.
A Mike Grossinger, por ayudarme en todo una y otra vez, sin importar lo que necesitara. Me ha escuchado y apoyado en todas mis ideas y primeras traducciones, aunque no habla ni una palabra de coreano.
A Eric Hoch, por arreglarme el ordenador cuando se estropeó y casi me vuelvo loco al pensar que había perdido todo mi trabajo. Su paciencia infinita y su habilidad reparando ordenadores me han salvado el cuello más de una vez.
A Tom Cyr, quien siempre estuvo ahí para relativizar los problemas y parece saber con exactitud cuándo necesito tomarme un descanso.
Mi más sincero agradecimiento a Barb Doyen, mi agente, quien me consiguió este trabajo. Sin ella, nunca habría colaborado con el genial equipo de Wiley y el proyecto Para Dummies. Le debo agradecer también que confiara en mí incluso cuando yo no lo hacía. Su constancia ha sido la energía que me ha permitido seguir adelante.
A Jennifer Connoly, la jefa de proyecto, por la paciencia, al parecer infinita, que he puesto a prueba una y otra vez, con un retraso y otro, y que ha sido de tremenda ayuda a cada paso.
A Stacy Kennedy, editora de adquisiciones en Wiley, quien, como Jennifer, ha sido increíblemente paciente conmigo y me ha apoyado en complicaciones, problemas y demoras. Os debo a ambas montañas de gratitud.
Apéndice A Verbos coreanos
akkida/ak-ki-da/ estimar, valorar
alda/al-da/ conocer
allyeojida/al-lioh-chi-da/ ser conocido/a
anda/an-da/ sentarse
annaehada/an-ne-ja-da/ guiar
apeuda/a-puh-da/ estar herido/a, enfermo/a
baeuda/be-u-da/ aprender
bakkuda/bak-ku-da/ cambiar, intercambiar
bappeuda/pa-puh-da/ estar ocupado/a
batda/bat-da/ recibir
beorida/boh-ri-da/ tirar, desechar
beotda/boht-da/ quitarse, desvestirse
bichuda/bi-tsu-da/ alumbrar, aclarar
bissada/bis-sa-da/ ser caro/a
boda/bo-da/ ver, mirar
boyeojuda/bo-ioh-chu-da/ enseñar
bureuda/bu-ruh-da/ llamar, convocar, estar lleno/a
chada/tsa-da/ tener frío, estar lleno/a, patear
chaengida/tsen-gi-da/ reunir, agrupar
chajihada/tsa-chi-ja-da/ ocupar, poseer
chamda/tsam-da/ ser paciente, perseverar
chamgahada/tsam-ga-ja-da/ participar, unirse
charida/tsa-ri-da/ prepararse
chatda/tsat-da/ buscar
cheorihada/tsoh-ri-ja-da/ cuidar
chida/tsi-da/ pegar, golpear
chiida/tsi-i-da/ ser golpeado/a (por ejemplo, en un accidente de coche)
chinhada/tsin-ja-da/ ser cercano/a, ser amigable
chiuda/tsi-u-da/ apartar, limpiar, quitar
chuda/tsu-da/ bailar
chupda/tsup-da/ tener frío
chwihada/tsui-ja-da/ estar borracho/a
chwisohada/tsui-so-ja-da/ cancelar
dahada/da-ja-da/ completar, finalizar
dalda/dal-da/ colgar
dallida/dal-li-da/ correr
danggida/dan-gi-da/ estirar
danida/da-ni-da/ ir y venir, vagar
deonjida/dohn-chi-da/ tirar
deopda/dohp-da/ tener calor
deullida/duhl-li-da/ oírse
deurida/duh-ri-da/ dar
deutda/duht-da/ escuchar
dolboda/dol-bo-da/ cuidar
dollida/dol-li-da/ girar
dowajuda/do-ua-chu-da/ ayudar
duda/du-da/ dejar solo/a
eodupda/oh-dup-da/ ser oscuro/a
eolda/ohl-da/ congelar
eojireopda/oh-chi-rohp-da/ estar mareado
eojireuda/oh-chi-ruh-da/ provocar un desastre
eopda/ohp-da/ no existir, quedarse sin, no tener
eoryeopda/oh-riohp-da/ ser difícil
gabyeopda/ga-biohp-da/ ser ligero/a, pesar poco
gada/ga-da/ ir, venir, proceder, viajar
gajida/ga-chi-da/ tener, tomar
galda/gal-da/ intercambiar, pulverizar
gamchuda/gam-tsu-da/ esconder
garida/ga-ri-da/ cubrir, esconder, ocultar
garyeopda/ga-riohp-da/ picar
gatda/gat-da/ ser lo mismo
geotda/goht-da/ caminar
gidarida/gi-da-ri-da/ esperar
gilda/gil-da/ ser largo/a
gireuda/gi-ruh-da/ levantar
gochida/go-tsi-da/ arreglar
goreuda/go-ruh-da/ elegir
guhada/gu-ja-da/ salvar, encontrar
hada/ja-da/ hacer
himdeulda/jim-duhl-da/ ser difícil
igida/i-gi-da/ ganar
ikda/ik-da/ leer
ipda/ib-da/ llevar (ropa)
itda/it-da/ existir, estar presente
jada/cha-da/ dormir
jakda/chak-da/ ser demasiado pequeño/a
jallida/chal-li-da/ ser despedido/a
japida/cha-pi-da/ ser agarrado/a, ser capturado/a
japda/chap-da/ agarrar, capturar
jareuda/cha-ruh-da/ cortar
jeopda/chohp-da/ doblar
jeotda/choht-da/ mezclar, estar mojado/a
jichida/chi-tsi-da/ estar cansado/a
jida/chi-da/ perder
jubda/chub-da/ recoger
keuda