• Quejarse

Arturo Pérez-Reverte - El habla de un bravo del siglo XVII

Aquí puedes leer online Arturo Pérez-Reverte - El habla de un bravo del siglo XVII texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2003, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Arturo Pérez-Reverte El habla de un bravo del siglo XVII
  • Libro:
    El habla de un bravo del siglo XVII
  • Autor:
  • Editor:
    ePubLibre
  • Genre:
  • Año:
    2003
  • Índice:
    5 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 100
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

El habla de un bravo del siglo XVII: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "El habla de un bravo del siglo XVII" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Arturo Pérez-Reverte: otros libros del autor


¿Quién escribió El habla de un bravo del siglo XVII? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

El habla de un bravo del siglo XVII — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" El habla de un bravo del siglo XVII " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Señores Académicos:

Estar aquí esta tarde es favor altísimo y honra siempre codiciada, en palabras que son venerables en este recinto. Aunque ese favor y esa honra yo no los hubiera codiciado nunca, ni los imaginara siquiera, hasta que ilustres miembros de esta institución, a la mayor parte de los cuales no conocía sino por su prestigio, trabajo y magisterio, me hicieron el inmenso honor de proponer mi nombre para ocupar el sillón de la letra T.

Eso me ha colocado en una doble incomodidad. Primero, por encontrarme hoy aquí, en lugar de otros escritores cuyo trabajo admiro y respeto. Y también porque quien me precedió en el sillón que hoy ocupo fue el profesor don Manuel Alvar. Cualquier orgullo o satisfacción que yo pueda sentir por hallarme aquí se templa y hace modesto ante su obra y su recuerdo.

Con profundo respeto y agradecimiento, como escritor que trabaja con la lengua española que el profesor Alvar tanto amó, tengo que recordar a mi insigne predecesor en este sillón que me dispongo a ocupar. Y por si no bastara el inmenso caudal de su obra, y mi deuda (nuestra deuda) con ella, tengo el privilegio de que algunos de sus discípulos, de esas decenas de miles que tiene repartidos por el mundo de habla hispana, sean mis amigos; y en boca de ellos obtuve hace tiempo la costumbre de pronunciar siempre el nombre de don Manuel Alvar con veneración absoluta. Es difícil contar todo lo que hizo. Sería más fácil hacer recuento de lo que no hizo, al mencionar la obra de este pionero en la globalización de la filología española. Doctor honoris causa de 25 universidades, adelantado en el estudio del español del sur de los Estados Unidos y en el análisis de la sociolingüística al estudiar el español de las Canarias, el hondo saber de aquel maestro indiscutible de la dialectología española abarcó historia de la lengua, sociolingüística, toponimia, literatura contemporánea, literatura medieval, cronistas de Indias, fonética, poesía popular, lengua y literatura sefardí, y culminó en la titánica obra de los atlas lingüísticos, donde trazó la casi totalidad de la geografía del español; con especial atención a esa América que, en sus propias palabras, fue su ventana, desde el norte del río Bravo hasta la Tierra del Fuego, desde Puerto Rico hasta Ecuador. Y entre sus 40.000 páginas escritas y 859 títulos publicados, dos de esos títulos pueden considerarse un manifiesto oportunísimo para estos tiempos y esta Casa: Variedad y unidad del español y La lengua como libertad.

Con esa lengua hermosa y libre a la que el profesor Alvar dedicó su vida entera, trabajo como escritor, como novelista, desde hace diecisiete años. Por eso hoy elijo un asunto que me es querido y familiar, desde que en 1995 empecé una serie de novelas históricas ambientadas en el siglo XVII, con intención de explicar, a la generación de mi hija, la España en la que hoy vivimos. Somos lo que somos porque, para bien o para mal (a menudo más para mal que para bien), fuimos lo que fuimos. En ese intento por recuperar una memoria ofuscada por la demagogia, la simpleza y la ignorancia, elegí como protagonista a un soldado veterano de Flandes que malvive alquilando su espada. El trabajo de ambientación histórica y el necesario rigor del lenguaje me llevaron a adentrarme, también, por los vericuetos fascinantes del habla de germanía: esa lengua marginal, paralela a la general y en continua interacción con ella, que ha evolucionado con el tiempo para conservar su utilidad hermética; y que hoy es lo que algunos llamamos golfaray: el argot de los delincuentes y de las cárceles. Pues, como ya apuntaban las jácaras del siglo XVI:

Habla nueva germanía

porque no sea descornado;

que la otra era muy vieja

y la entrevan los villanos .

Con cuatro novelas de esa serie escritas y con una quinta a punto de acabar, el asunto me resulta cercano. Por eso decidí que mi discurso de entrada en la Real Academia Española trataría del habla de un delincuente, de un bravo. Un valentón, en este caso, de los que en el Siglo de Oro vivían mitad de las mujeres, mitad de alquilar su espada, o su cuchillo: un rufián, o jaque. El habla de esa gente quedó recogida en una abundante literatura contemporánea, incluidas brillantes páginas realistas de los más grandes autores de aquel tiempo; no en vano por la cárcel de Sevilla, por citar sólo una, pasaron Mateo Alemán y Miguel de Cervantes (nada tiene que ver el idealismo con lo que se decía en el patio de Monipodio). Han transcurrido cuatro siglos, y esa jerga del hampa, riquísima, barroca, salpicada de rezos y blasfemias, no está muerta ni es una curiosidad filológica. Además de su influencia en el español que hablamos hoy, la germanía del XVI y XVII es un deleite de ingenio y una fuente inagotable de posibilidades expresivas. A menudo recurro a ella en mis novelas sobre el Siglo de Oro español, y les aseguro (o son mis lectores quienes lo hacen) que, debidamente contextualizada, todavía funciona. Para demostrarlo, con esa habla quiero contarles una historia. En parte me beneficio del trabajo de otros: profesores y estudiosos, algunos de los cuales se sientan en esta Real Academia. En el resto, de mis lecturas. En todo caso, he querido utilizar para este discurso de ingreso mi propia biblioteca: los libros con los que documento las novelas del capitán Alatriste. Por eso esto debe considerarse no una pretensión de filólogo o lexicógrafo, sino una aproximación como lector. Como lector, insisto, que accidentalmente escribe novelas. Como corsario ante un rico botín que saqueo sin escrúpulos, a fin de narrar con la mayor eficacia posible. Tal es el privilegio del escritor de ficción que maneja una lengua tan hermosa como la nuestra. Con esa lengua (y esto no es en absoluto una obviedad) he construido este discurso.

EL HABLA DE UN BRAVO DEL SIGLO XVII

El bravo, el valentón, se levanta tarde. La noche, que él llama sorna, es su territorio; y a veces, para su gusto y oficio, algunas clareas (algunos días) tienen demasiada luz. Ya empieza a bajar el sol sobre los tejados de la ancha, la ciudad (que en este caso es Madrid), cuando nuestro hombre se echa fuera de la piltra, carraspeando para aclararse la gorja. Se le nota en la cara, que él llama sobrescrito, en lo desordenado de los bigotes y en los ojos inyectados en sangre, que anoche y hasta de madrugada dio a la bufia y besó el jarro más de lo prudente, que el sueño ha sido escaso, y que la borrachera, la zorra, aún está a medio desollar. Era de lo fino, por supuesto. De lo caro. Y de remate, para terminar de cargar delantero, otro vino dulce como alquitara de monja moza, y espeso como sangre de Cristo. El caso es que nuestro jaque se lava un poco, y tras mirarse en el azogue la zanja que le santigua la cara (recuerdo de una cuchillada, o jiferazo, de seis puntos, porque a veces es uno quien madruga, y otras veces nos madrugan otros), se compone con parsimonia los bigotes, que son fieros, de guardamano, apuntándole mucho a los ojos. Que entre la gente de la carda, o de la hoja, la valentía se estima según el tamaño de los bigotes, la barba de gancho y el mirar zaino, valiente, de quien es (o parece) capaz de reñir con el Dios que lo engendró. Pues él es uno de esos de quienes dice la jácara:

En ese mar de la Corte

donde todo el mundo campa,

toda engañifa se entrucha

y toda moneda pasa;

donde sin ser conocidos

tantos jayanes del hampa

tiran gajes, censos cobran

de las izas y las marcas;

donde, haciendo punto de honra

esto de la vida ancha,

andan como cazadores

viviendo de lo que matan .

Se viste nuestro bravo, tintineándole al cuello el crucifijo de plata y las medallas de santos (que en la España del rey católico, paladín de la verdadera religión, una cosa no quita la otra). En lo terrenal, lo suyo no es indumento de lindo, sino propio de la jacarandaina. Un poco a lo soldado, pese a no haberlo sido nunca. A él, las guerras de Flandes y de Italia le pillan demasiado lejos, y es de los que dirían, en palabras de Lope:

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «El habla de un bravo del siglo XVII»

Mira libros similares a El habla de un bravo del siglo XVII. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Arturo Pérez-Reverte - Guerreros urbanos
Guerreros urbanos
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - Perros e hijos de perra
Perros e hijos de perra
Arturo Pérez-Reverte
Perez Reverte Arturo - Patente De Corso 2011
Patente De Corso 2011
Perez Reverte Arturo
Perez Reverte Arturo - Patente De Corso 2010
Patente De Corso 2010
Perez Reverte Arturo
Arturo Pérez-Reverte - Una historia de España
Una historia de España
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - Territorio Comanche
Territorio Comanche
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - Patente de corso
Patente de corso
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - No me cogeréis vivo
No me cogeréis vivo
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - Los barcos se pierden en tierra
Los barcos se pierden en tierra
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - Con ánimo de ofender
Con ánimo de ofender
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - La Reina del Sur
La Reina del Sur
Arturo Pérez-Reverte
Reseñas sobre «El habla de un bravo del siglo XVII»

Discusión, reseñas del libro El habla de un bravo del siglo XVII y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.