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Amor A Primera Vista
Easy Stories to Practice Your Spanish, Volume 1
Mariana Ferrer
Published by Frank Sagan Media, 2015.
While every precaution has been taken in the preparation of this book, the publisher assumes no responsibility for errors or omissions, or for damages resulting from the use of the information contained herein.
AMOR A PRIMERA VISTA
First edition. November 20, 2015.
Copyright © 2015 Mariana Ferrer.
ISBN: 978-1516345908
Written by Mariana Ferrer.
10 9 8 7 6 5 4 3 2 1
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Primera Parte
––––––––
A QUELLA CÁLIDA MAÑANA de junio Susana despertó emocionada, en cuanto sus ojos abrieron recordó el día que esperaba por ella; y sabía que sería prometedor. Después de meses de larga espera, aquel día recibiría la ansiada respuesta de la universidad en la que tanto soñaba estudiar leyes.
Susana, una jovencita de tan solo 18 años, quien se esforzó durante toda su vida por alcanzar un alto nivel académico y ser el orgullo de sus padres. La hija menor de 4 hermanos; los dos mayores, Albert y Luis, los mellizos de 32 años, dueños de su propia empresa de seguros. Luego, vino su hermana Inés, de 29 años, médico de profesión, dedicada a su trabajo y una gran hija.
Nadie esperaba que 11 años después, sus padres decidieran volver a aventurarse y ser padres por cuarta vez. Y Susana, siempre agradecida por sentir que le dieron la oportunidad de venir al mundo; vivió un constante esfuerzo para no defraudarlos.
-Buenos días, mi amor, espero hayas dormido muy bien, ¿alguna notica hasta ahora? -, la saludaba Cristina, su mamá, mientras la miraba desde la puerta de su habitación.
Susana miró su celular, verificando si había algún email nuevo, pero no había nada. -No mamá, ninguna notificación aún-, respondió mientras se levantaba de su cama. -Tengo mucha hambre, tal vez sea la ansiedad. Necesito comer mi desayuno-. Rápidamente salió de sus cobijas, se preparó y se sentó en la mesa con sus padres.
––––––––
-B UENOS DÍAS, SUSANA , ¿sabemos algo hasta ahora?
-Buenos días, papá, no, aún no; pero descuida, no debe tardar en llegar alguna información- dijo Susana a William, su papá, mientras empezaba su desayuno.
Un par de minutos más tarde e interrumpiendo una conversación sobre las últimas noticias de la ciudad, suena el celular de Susana, quien inmediatamente lo revisa mientras sus padres la observan llenos de ansiedad.
-Sí, sí, lo logré- gritaba llena de emoción mientras brincaba alrededor de la mesa. Sus padres corrieron a abrazarla, orgullosos llamaron a sus otros hijos y demás familiares para compartir la buena noticia.
Su madre, con una sensación agridulce, pensaba en la tenacidad y perseverancia de su hija; lo mucho que se ha esforzado para llegar a cumplir esta meta, pero a su vez recordaba lo lejos que estaría ahora; pues la universidad se encontraba en otra ciudad, a unas ocho horas de camino.
Aquella pequeña niña, llena de inocencia que 18 años atrás había llegado a aquel hogar a recordarles la ternura de un pequeño recién nacido. Sí, aquella niña ya había crecido, estaba a punto de convertirse en toda una universitaria; se mudaría sola y empezaría una vida adulta, a la que tal vez sus padres no estaban aún preparados para enfrentar. Pero eso ya no importaba, pues el momento había llegado y la alegría embargaba los corazones de todos.
Susana ya lo sabía, en su corazón lo sentía; sabía que ese día sería fabuloso y que ella se sentiría feliz.
No tardó en avisarle a sus amigas, quienes también se alegraron profundamente por ella y de inmediato propusieron una cena de celebración.
Había pasado un largo y lindo día; Susana finalmente llega al restaurante en el que verá a sus amigas y al entrar no puede evitar una mirada inquietante que sigue cada uno de sus movimientos.
En un instante sus ojos se encontraron un aquellos ojos que observaban detalladamente todo en ella. Aquella mirada color café, acompañada de una cabellera oscura y una piel muy clara. Por un instante Susana se sintió intimidada y a la vez sintió una extraña emoción correr por sus venas.
R ÁPIDAMENTE SE FUE hasta la mesa donde sus amigas aguardaban por ella y entre tímidos gestos, un par de veces volteó en dirección hacia aquellos ojos café que aún la seguían observando. Él se encontraba en otra mesa acompañado por un par de chicos y una chica; y por mucho que luchaba con sus instintos, no podía dejar de observar a Susana.
- ¿Y tú qué opinas al respecto, Susana? - Preguntaba Melisa, su mejor amiga, quién ya había notado en algún momento lo distraída que se hallaba y el constante intercambio de miradas.
-Perdón, no escuché, ¿de qué me hablabas? - responde Susana a su Melisa
-Claramente tu problema no es que no hayas escuchado, desde que llegaste has estado bastante entretenida mirando al chico de aquella mesa y puedo ver que él también lo disfruta. ¿Por qué no te acercas y le preguntas cómo se llama?
Susana, que siempre ha sido una chica decidida, arriesgada pero tímida cuando de conocer chicos se trata, no puede evitar su asombro;
- ¿Has enloquecido? No, yo no puedo, muero de vergüenza sólo de pensarlo.
-A ver, ¿por qué morirías de vergüenza? ¿acaso estarías haciendo algo malo?
Tales preguntas por un instante llevan a Susana a la reflexión
¿A qué le temo?
¿Qué es lo peor que podría suceder?
Mientras tanto, Melisa y las demás amigas intentaban persuadir a Susana para que se acercara a aquel chico de mirada cautivante.
-No, lo siento, pueden decir todo lo que quieran, pero no lo haré, sigamos con nuestra velada que es solo de chicas- Respondió Susana ante las inquietantes súplicas de sus amigas.
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