El WEN-TZU, conocido como «la comprensión de los misterios», es una de las grandes obras clásicas taoístas y fue escrito hace más de dos mil años. Su autor, discípulo de Lao Tse, habría recogido directamente las palabras del maestro, aunque esta hipótesis puede no ser real, y es probable que lo escribiera basándose en el conocimiento de su escuela. La primera noticia de esta recopilación y del discípulo que la efectuó se encuentra en la obra de Ssu-ma Ch’ien Registros del Gran Historiador, del año 145 antes de Cristo.
Olvidada, salvo por un reducido grupo de iniciados, esta versión de Cleary saca a la luz un texto hasta ahora inédito en Occidente. La obra gira en torno a las enseñanzas del Tao Te King, y puede ser considerada como una continuación del mismo, ya que su contenido penetra en la comprensión del misterio del Tao, permitiendo al lector iniciado reconocer el mismo aroma de sabiduría en ambos textos. Thomas Cleary, doctorado en Civilizaciones de Asia por la Universidad de Harvard, es una reconocida autoridad mundial en doctrinas y lenguas orientales. Ha traducido más de treinta textos clásicos de Oriente, destacando sus modernas versiones y estudios del I Ching y de El arte de la guerra.
Antecedentes históricos del Wen-tzu
en la tradición taoísta
El Wen-tzu, conocido también con el título honorífico de Comprender los misterios, es uno de los grandes libros básicos del taoísmo, escrito hace más de dos mil años. Siguiendo la tradición de Lao Tse, Chuang-tzu y los Maestros de Huainan, el Wen-tzu abarca toda la gama del pensamiento y de la práctica taoístas. Olvidado durante mucho tiempo por todo el mundo excepto por los iniciados, con esta traducción la obra está disponible ahora por primera vez para el lector occidental.
El Wen-tzu presenta una visión del taoísmo que es muy diferente de la proyectada por los eruditos occidentales y que está más de acuerdo con las concepciones taoístas. Su compilación se atribuye a un discípulo de Lao Tse, famoso autor del clásico Tao Te King, y la mayor parte de su contenido se atribuye al mismo Lao Tse. La atribución de autoría en el antiguo taoísmo era generalmente simbólica más que histórica. Los nombres pueden referirse no solo a supuestas personas individuales, sino también a escuelas y a tradiciones asociadas a los individuos o a sus círculos.
Según la tradición taoísta, el antiguo sabio Lao Tse no era un individuo aislado, sino que era miembro de un círculo esotérico. Se cree que tuvo varios discípulos, a cada uno de los cuales transmitió una serie de antiguas enseñanzas taoístas. El libro conocido como el Wen-tzu constituye una de estas series, una elaboración de las enseñanzas del Tao Te King en un conjunto de discursos atribuidos al antiguo maestro Lao Tse.
Se cree que el autor del Wen-tzu aconsejó al rey P’ing, de la Dinastía Chou, que vivió en el siglo VIII a. de C., esto es, cientos de años antes de la época en que se cree que vivió Lao Tse, pero esta datación del texto es puramente simbólica. Fue durante el reino del rey P'ing cuando la casa reinante de Chou se dividió y empezó a perder los últimos vestigios de su integridad dinástica. En el periodo posterior al rey P'ing, los estados feudatarios empezaron a afirmarse y a luchar por la hegemonía. Por consiguiente, la datación simbólica del Wen-tzu indica que se dirige a las necesidades y a los problemas de una era de transición y de incertidumbre.
Como en el caso de otros clásicos chinos, la historia y la transmisión primitivas del libro de el Wen-tzu fueron oscurecidas por holocaustos del periodo de los estados guerreros que condujeron a la fundación del primer imperio en el siglo III a. de C. La primera referencia conocida del discípulo de Lao Tse que hizo alusión al libro se encuentra en Records of the Grand Historian, obra histórica estándar del eminente Ssu-ma Ch’ien (145-90 a. de C.)
Una versión de nueve capítulos de la obra Wen-tzu es mencionada en una obra histórica del siglo primero de la era cristiana, que está incluida en una lista de textos existentes en los primeros años de la dinastía Han (200 a. de C. -8 d. de C.) Una versión de doce capítulos se menciona en los registros de la dinastía Sui (581-618 d. C.) Durante la brillante dinastía T’ang (618-905 d. de C.), cuando floreció el taoísmo bajo el patrocinio del Estado, la obra Wen-tzu fue reconocida como exposición de las enseñanzas del antiguo maestro Lao Tse y se le dio un reconocimiento imperial de su rango con un título honorífico que le identificaba como un clásico, T’ung-hsuan chen-ching (Tongxuan zhenjing), «Escritura de la Verdad sobre la Comprensión de los Misterios».
A partir de las pruebas internas, es claro que el linaje espiritual de la obra Wen-tzu se enraíza en el Tao Te King, el Chuang-tzu y en las Huainan-tzu. Sigue y desarrolla las enseñanzas de estas tres antiguas obras.
Poco después del periodo de los llamados últimos taoístas clásicos (siglo II d. de C.), la tradición del taoísmo filosófico de Lao Tse desapareció en gran medida, mientras que el confucianismo Han se convirtió en un despotismo y el taoísmo Han dirigió su atención hacia la magia y hacia las drogas. Por ello, el Wen-tzu es uno de los pocos clásicos taoístas de toda la dinastía Han; y aunque se anticipa incluso al cambio de milenio, ya era una de las últimas obras dentro del linaje de las obras filosóficas antiguas de Tao Te King.
Enseñanzas de la obra Wen-tzu:
Nuevos dichos de Lao Tse
En lo que se refiere a su contenido, el Wen-tzu presenta una destilación de las enseñanzas de sus grandes predecesores, especialmente el Tao Te King, Chuang-tzu y las Huainan-tzu. Sigue en particular a esta última obra en su inclusión de material seleccionado a partir de las escuelas de pensamiento confuciana, legalista y naturalista. Además, el Wen-tzu también contiene una enorme cantidad de otro saber popular proverbial y aforístico que no se encuentra en sus predecesores.
La mayoría de los dichos del Wen-tzu se identifican como nuevos dichos de Lao Tse, el Viejo Maestro que representa la autoridad del Tao Te King, que simboliza la vinculación ideológica del texto. Una versión de la obra de Lao Tse llamada Lao-tzu Te Tao Ching fue estudiada por ciertos primitivos legalistas y confucianos, y la forma taoísta de la obra clásica fue estudiada por los naturalistas, y como continuadora de la tradición que abarca el periodo clásico de los estudios de Lao Tse, la obra Wen-tzu alude a las relaciones entre las ideas de las diversas escuelas.
A la filosofía del Wen-tzu se le da una estructura histórica para ilustrar su punto de vista y su relevancia respecto a intereses específicos humanos. La percepción de la raza humana y de su historia presentada en el