Spanish Reader For Advanced Students
The fifth volume of the series
Spanish Reader for Beginners,
Intermediate &
Advanced Students
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La Bruja Del Pueblo y Otros Cuentos
A unique creation
by
Iris Acevedo A.
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CostaRica SpanishOnline
The first online Spanish school in Costa Rica
Spanish Reader for Advanced Students
Spanish Reader for Beginners, Intermediate & Advanced Students, Volume 5
Iris Acevedo A.
Published by Iris Acevedo A., 2018.
Copyright©2015 by CostaRica SpanishOnline. All rights reserved. No part of this publication may be reproduced or distributed in any form or by any means, or stored in a database or retrieval system, without the prior written permission of the publisher. All characters appearing in this work are fictitious. Any resemblance to real persons, living or dead, is merely coincidental.
While every precaution has been taken in the preparation of this book, the publisher assumes no responsibility for errors or omissions, or for damages resulting from the use of the information contained herein.
SPANISH READER FOR ADVANCED STUDENTS
First edition. February 13, 2018.
Copyright © 2018 Iris Acevedo A..
ISBN: 978-1386797074
Written by Iris Acevedo A..
10 9 8 7 6 5 4 3 2 1
S panish Reader for Advanced Students intended for Spanish language learners who wish to review Grammatical Structures that often require additional work: The Preterit and Imperfect Tenses, The Present Subjunctive and The Imperfect Subjunctive among others.
Spanish Reader Advanced Students is the fifth book of the new series of Spanish Readers: Spanish Readers for Beginner, Intermediate, and Advanced Students.
Here you will learn and practice Spanish with a unique collection of short stories in Spanish (Latin America) written with Grammar Structures in mind.
This collection of short stories is a unique creation of CostaRica SpanishOnline , the first online Spanish school in Costa Rica to offer immersion Spanish courses via Skype.
Each volume, starting with Beginner I to Advanced III provides short stories that keep the reader guessing until you reach the end with an unusual twist that will keep you interested. The purpose of this learning technique is that independent students learn Grammar as they become immersed in the storyline.
You will find a unique blend of cultural and social aspects in Latin America -particularly Costa Rica-, modern and traditional lifestyles, transitional phrases, Grammatical Structures that are adequate for each particular level as well as a unique form of entertainment, and extensive practice of Grammatical Structures. We guarantee that you will achieve full understanding of structures, new vocabulary, and fluency in conversation.
I hope you find this Spanish Reader useful as well as entertaining.
Iris Acevedo A.
Founder
E sta fue la primera vez que Cristal vio a la anciana, quien es la principal protagonista del cuento a continuación.
Su madre, una hermosa mujer de cuarenta años de edad de pelo castaño y nariz alargada, se apuraba para preparar el almuerzo antes de salir con ella en dirección a las montañas ubicadas al sur del Valle Central.
Doña María era todavía una mujer sumamente atractiva, a pesar de las constantes preocupaciones financieras que comenzaban ya a dejar visibles marcas de sufrimiento en su semblante.
Siendo ésta una señora de muy buen gusto para vestir usaba vestidos que ella misma confeccionaba, pues su padre le había enseñado a hacer toda una extensa variedad de cosas: incluyendo confección de ropa y otras cosas.
Poco acostumbrado en las damas de esa época, doña María se caracterizaba por ser una señora totalmente independiente, gracias a todas las experiencias a las que fue expuesta en casa de un padre inmigrante de Alemania y cinco hermanos cuyos intereses abarcaban diversos pasatiempos.
Sus vestidos, de múltiples diseños, evidentemente habían sido confeccionados con patrones de alta costura y una mezcla de paciencia y esmero.
Después de muchos años, doña María se convirtió en un ama de casa dedicada; aunque, últimamente estaba sumamente ocupada con la venta de la finca que su padre le había heredado, y que tantos problemas le estaba causando debido a personas inescrupulosas que intentaban engañarle.
No obstante, en su caso, esto resultaba prácticamente imposible.
Hoy le había pedido a su hija menor, Cristal, que la acompañara a visitar a “una amiga”. -Vamos a ir donde una señora-, le dijo a Cristal.
- ¡Sí claro! -, respondió la niña alegremente.
-Cuando lleguemos-, dijo; quiero que te quedes en la sala mientras yo entro a hablar con ella.
A Cristal le extrañó que su madre le dijera que debía quedarse en la sala ya que durante todas las visitas que ellas hacían a las casas de las amigas de doña María, la niña le acompañaba, se sentaba en la mesa del comedor, y como de costumbre, había un lugar dispuesto para ella en la mesa.
Cuando todas las señoras se sentaban a la mesa, por unos instantes, su mundo de niña desaparecía para transformarse en la vida cotidiana de una mujer casada, con hijos y una extensa variedad de problemas. Ella se sentía sumamente privilegiada por tener acceso a todas las historias de esas señoras, pues éstas hablaban de los hijos, de sus vidas privadas, y, por último; exclusivamente de sus maridos.
Si en tantas ocasiones yo he sido una aliada y confidente de sus profundos e innumerables secretos, ¿Por qué en esta oportunidad mi madre me dice que debo permanecer en la sala? -pensó.
¡Ya llegamos! -, exclamó su madre efusivamente, al bajarse del taxi que había contratado la noche anterior para que las llevara hasta la casa de su amiga.
Tal y como lo había planeado doña María con anterioridad, ellas dejaron la ciudad atrás a las nueve de la mañana, y ahora ambas se dirigían a las afueras de ésta, por una callecita angosta de lastre, a lo largo de una serie de pequeñas casas; cada una de ellas adornada con pequeñas flores de colores variados.
Pues bien, justo a las nueve y treinta, doña María y su pequeña hija se encontraban ya en el campo; lejos, muy lejos de la gran ciudad.
A ambos lados de la estrecha calle, podían verse algunas casas de madera pintadas de diferentes tonos de verde, color crema y otras de color rosado, pues para la década de los sesentas, ya se comenzaba a romper la tradición de pintar las casas solamente de color blanco.
Éstas eran casitas de campo construidas, poco a poco, por las manos industriosas de los campesinos de aquella zona, y en sus pequeños jardines podía uno admirar con detenimiento, una serie de árboles de limón criollo o de naranja. Además, en los jardines de enfrente, sus dueños dejaban crecer un ciprés de baja estatura, el cual nunca faltaba en sus patios; debido a las bajas y extremas temperaturas que prevalecían en la zona.
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