JUAN FRANCISCO FUENTES es catedrático de Historia contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid. Antiguo alumno de la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París, ha sido profesor visitante en las universidades de Harvard, Sorbonne Nouvelle y Sciences Po (París) y visiting senior fellow en la London School of Economics. Ha impartido cursos y conferencias en las universidades de Princeton, Oxford, Sorbona, Menéndez Pelayo, Harvard, Wisconsin y Viterbo, entre otras. Fue director del Group of Advanced Research on Atlantic Empires del Real Colegio Complutense en Harvard.
Es autor de un centenar de artículos especializados y de una quincena de libros, referidos a sus principales temas de estudio: el socialismo español, la biografía política e intelectual y la historia de los conceptos políticos en el mundo contemporáneo.
Bibliografía esencial
BIBLIOGRAFÍA ESENCIAL
ABELLA, CARLOS: Adolfo Suárez. El hombre clave de la Transición, Madrid, Espasa, 2006.
AGUILAR OLIVENCIA, MARIANO: El Ejército español durante la transición a la democracia, Madrid, Letrame, 2019.
ARMADA, ALFONSO: Al servicio de la Corona, Barcelona, Planeta, 1983.
CALDERÓN, JAVIER: Algo más que el 23-F: Testimonios y vivencias en torno a la Transición española, Madrid, La Esfera de los Libros, 2004.
CARCEDO, DIEGO: 23-F: Los cabos sueltos, Madrid, Temas de Hoy, 2001.
CARDONA, GABRIEL: A golpes de sable. Los grandes militares que han marcado la historia de España, Barcelona, Ariel, 2008.
CERCAS, JAVIER: Anatomía de un instante, Barcelona, Mondadori, 2009.
CERNUDA, PILAR, JÁUREGUI, FERNANDO, y MENÉNDEZ, MIGUEL ÁNGEL: 23-F: La conjura de los necios, Madrid, Foca, 2001.
CUENCA TORIBIO, JOSÉ MANUEL: Conversaciones con Alfonso Armada. El 23-F , Madrid, Actas, 2001.
FERNÁNDEZ LÓPEZ, JAVIER: Diecisiete horas y media: El enigma del 23-F , Madrid, Taurus, 2000.
FUENTES, JUAN FRANCISCO: Adolfo Suárez. Biografía política, Barcelona, Planeta, 2011.
FUENTES GÓMEZ DE SALAZAR, EDUARDO DE: El pacto del capó, Madrid, Temas de Hoy, 2004.
GARCÍA ESCUDERO, JOSÉ MARÍA: Mis siete vidas. De las brigadas anarquistas a juez del 23-F , Barcelona, Planeta, 1995.
MARTÍN PRIETO, JOSÉ LUIS: Técnica de un golpe de Estado. El juicio del 23-F , Barcelona, Grijalbo, 1982.
MARTÍNEZ INGLÉS, AMADEO: La transición vigilada: Del sábado santo «rojo» al 23-F , Madrid, Temas de Hoy, 1994.
MORÁN, GREGORIO: Adolfo Suárez. Ambición y destino, Barcelona, Debate, 2009.
MUÑOZ BOLAÑOS, ROBERTO: La involución militar durante la Transición: El golpe de Estado del 23-F , tesis doctoral dirigida por Álvaro Soto Carmona, Facultad de Filosofía y Letras, Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, 2012.
—, «La VII Región Militar durante el golpe de Estado del 23-F», Revista Historia Autónoma, 9 (2016), pp. 171-188 .
—, «Deconstruyendo la figura del ex teniente coronel Antonio Tejero Molina», Aportes, 90 (2016), pp. 137-173 .
—, «“Espontáneos”, “coroneles” y “técnicos”: Las tramas militares golpistas y la solución Armada (1980-1981)», Tiempo Presente. Revista de Historia, 4 (2016), pp. 9-25 .
NAVARRO, EDUARDO: La sombra de Suárez, prólogo de Jorge Trías Sagnier, Barcelona, Plaza & Janés, 2014.
ONETO, JOSÉ: La noche de Tejero, Barcelona, Planeta, 1981.
—, 23-F. La historia no contada. Caso Tejero, 25 años después, Barcelona, Ediciones B, 2006.
PALACIOS, JESÚS: 23-F. El golpe del Cesid, Barcelona, Planeta, 2001.
—, 23-F: El Rey y su secreto, Madrid, LibrosLibres, 2010.
PARDO ZANCADA, RICARDO: 23-F: La pieza que falta. Testimonio de un protagonista, Barcelona, Plaza & Janés, 1998.
PINILLA, ALFONSO: El laberinto del 23-F: Lo posible, lo probable y lo imprevisto en la trama del golpe, Madrid, Biblioteca Nueva, 2010.
PRIETO, JOAQUÍN, y BARBERÍA, JOSÉ LUIS: El enigma del «Elefante». La conspiración del 23-F , Madrid, El País-Aguilar, 1991.
SEGURA, SANTIAGO: Jaque al Rey, Barcelona, Planeta, 1983.
SORIANO NAVARRO, MANUEL: Sabino Fernández Campo. La sombra del Rey, Madrid, Temas de Hoy, 2008.
URBANO, PILAR: Con la venia… Yo indagué el 23-F , Barcelona, Argos-Vergara, 1982.
—, La gran desmemoria. Lo que Suárez olvidó y el Rey prefiere no recordar, Barcelona, Planeta, 2014.
1. La era de los pronunciamientos
LA ERA DE LOS PRONUNCIAMIENTOS
En su histórico discurso del 14 de julio de 1931 en la apertura de las Cortes Constituyentes de la Segunda República, Niceto Alcalá-Zamora, presidente del Gobierno provisional, dio por felizmente terminada la era de los pronunciamientos militares en la España contemporánea. El nuevo régimen —afirmaba don Niceto— había nacido de la simple y soberana voluntad popular; libre, por tanto, de deudas o patrocinios que pudieran hipotecar su futuro. Quedaba así descartado cualquier «caudillaje militar» en el origen y en la ejecutoria de la nueva república, por mucho que el presidente reconociera una «deuda histórica de gratitud» hacia el Ejército, «hijo del pueblo y alma del pueblo», que recientemente había proporcionado a la causa un buen puñado de héroes y mártires al fracasar en Jaca y otros lugares la sublevación contra la monarquía de diciembre de 1930. Además de «hermana de los mártires de la tragedia pirenaica, los capitanes Galán y García Hernández», la República se sentía «la nieta, la bisnieta de Riego, de Torrijos, de cuantos sufrieron la muerte luchando contra las perfidias fernandinas». Recordarlos era una forma de rendir homenaje a la tradición liberal de las Fuerzas Armadas españolas, pero también de anunciar el fin de un largo ciclo histórico en el que los cambios de régimen solían ser el resultado de una intervención del Ejército; a veces simplemente de un sector castrense que decía actuar en nombre del interés nacional.
Esa tendencia de los militares a suplantar a la nación había hecho que con el tiempo «pronunciamiento» adquiriera un significado peyorativo. Eso se había acabado para siempre desde que el 14 de abril de 1931 se proclamó la República no de resultas de un nuevo golpe militar, sino de un «alzamiento nacional contra la tiranía». Así empezaba el decreto del 27 de abril, redactado probablemente por el propio Alcalá-Zamora, instaurando la bandera tricolor —rojo, amarillo y morado— como nueva enseña nacional. Ya se ve que, mientras la palabra «pronunciamiento» tenía resonancias más bien negativas, «alzamiento» estaba investida del prestigio que le confería su carácter cívico y espontáneo. Era toda la nación, no solo quienes hablaban en su nombre, la que se alzaba contra un poder inicuo que debía ser derribado sin contemplaciones.
Sobre la diferencia entre pronunciamiento y alzamiento se había discutido ya en el siglo XIX a propósito de la legitimidad de los movimientos de fuerza realizados para cambiar un régimen por otro. «Consideraciones sobre la conducta observada por el Ejército nacional después de su glorioso pronunciamiento»: tal era el título de un artículo publicado el 2 de febrero de 1820 en la Gaceta Patriótica del Ejército Nacional, el periódico que servía de portavoz al teniente coronel Rafael del Riego y sus hombres en su empeño, todavía incierto, por restablecer la Constitución de Cádiz. Es el primer caso que las fuentes consultadas registran del término «pronunciamiento», aunque la Gaceta Patriótica lo emplea con demasiada naturalidad como para ser un neologismo. Cabe pensar, pues, que tenía ya cierto recorrido, tal vez iniciado en las recientes insurrecciones americanas contra la dominación colonial española. La voz alzamiento, por su parte, se había usado con frecuencia en la lucha contra los franceses a partir del 2 de mayo de 1808. Con el tiempo, las dos palabras acabaron solapando sus significados, con diferencias sutiles que no escaparon al fino olfato de algunos contemporáneos, como el autor de un diccionario político de mediados del siglo XIX, escrito con una intención satírica, según el cual, cuando un pronunciamiento triunfa «se llama alzamiento nacional» y cuando fracasa, «motín o sublevación militar».