• Quejarse

Joe Mogar - El telepata

Aquí puedes leer online Joe Mogar - El telepata texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Editor: Editorial Bruguera, S.A., Género: Niños. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

No cover
  • Libro:
    El telepata
  • Autor:
  • Editor:
    Editorial Bruguera, S.A.
  • Genre:
  • Índice:
    3 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 60
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

El telepata: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "El telepata" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Joe Mogar: otros libros del autor


¿Quién escribió El telepata? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

El telepata — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" El telepata " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
JO E MOGAR EL TELEPATA Colección LA CONQUISTA DEL ESPACIO n - photo 1JO E MOGAR EL TELEPATA Colección LA CONQUISTA DEL ESPACIO n - photo 2
JO E MOGAR EL TELEPATA Colección LA CONQUISTA DEL ESPACIO n - photo 3 JO E MOGAR EL TELEPATA Colección LA CONQUISTA DEL ESPACIO n.° Publicación semanal. Aparece los VIERNES. EDITORIAL BRUGUERA S A BARCELONA BOGOTA BUENOS AIRES CARACAS - photo 4 EDITORIAL BRUGUERA, S. A. BARCELONA — BOGOTA — BUENOS AIRES — CARACAS — MEXICO
Depósito Legal B. 371 – 1973 ISBN 84-02-02525-0 Impreso en España — Printed in Spain a edición: mayo, 1973 © JOE MOGAR — texto © ANGEL BAD I A — cubierta Concedidos derechos exclusivos a favor de EDITORIAL BRUGUERA. S. A. A.

Mora la Nueva, Barcelona (España) Impreso en los Talleres Gráficos de Editorial Bruguera, S.A. Mor a la Nueva, 2 — Barcelona — 1973

Todos los personajes y entidades privadas que aparecen en esta novela, así como las situ a ciones de la misma, son fruto exclusivamente de la imagin a ción del autor, por lo que cualquier semejanza con person a jes, entidades o hechos pasados o actuales, será simple coi n cidencia.
ULTIMAS OBRAS PUBLICADAS EN ESTA COLECCIÓN . — Las criaturas del frío, Curtis Garland . . Thorkent . . — Agencia de mercenarios, Glenn Parrish . . — Vamp y r, Curtis Garland . — Invasor del Más Allá, A Thorkent .
CAPITULO PRIMERO
—...Llamando a K.L. 1... 1...

Llamando a K.L. 1... Llamando a... Una y otra vez, muchas veces más, con intervalos de tres a cuatro segundos. Fuera de la III Galaxia, en el espacio, todo era silencio. Allí, en la sede central, los rostros se mostraban tensos, preocupados...

Dejaban de transmitir; esperaban. Y como siempre, sólo contestaba el silencio. Un minuto, dos, tres.., —...Llamando a K.L. 1. Llamando a K.L. 1.

Contesten, Arriba, en el inconmensurable espacio, la nave intersideral continuaba callando Abajo, en la gran nave de Control Espacial, también callaban. Esperando. Siempre esperando. Minutos, tal vez horas, —III Galaxia llamando a K.L. 1... 1. Contesten. Contesten.

Silencio sideral, espantoso, inconmensurable,' como era el propio del más allá de la III Galaxia. Un silencio que se rompió de un modo inesperado para los que escuchaban. —X.A. 23 llamando a la III Galaxia... X.A. Escuchen. Escuchen.

Viaje interplanetario de regreso. Tenemos un fallo en uno de los motores y nos estamos desviando hacia uno de los asteroides... Hacia un asteroide que gira... Silencio. Los aparatos de control, los cerebros superelectrónicos habían callado de nuevo. Luego vino una voz: —Llámalos.

Me interesa eso. Unos segundos de aterradora calma después de la llamada, y a continuación vino la respuesta: —Hay dificultades. El otro motor está fallando. Nos estamos acercando al asteroide a la velocidad de la luz. X.A. Contesten. Contesten.

La pequeña cosa verde que era Knut, dijo : —Dame eso. Y tomó el transmisor interespacial. Durante varios segundos, o tal vez minutos, trató de ponerse en contacto con la nave X.A. 23, pero . no lo consiguió, como antes no lo había conseguido con el K.L. 1.

Cortó la comunicación. Sus ojillos, como puntas de alfiler negro, se clavaron en los seres que le acompañaban. —Creo que hemos perdido otra nave —dijo sin sentimientos—. Pero... tratad de establecer contacto. Yo me voy a..., a dormir.

Dio media vuelta, se encaminó en derechura a uno de los paneles de acero que le cerraban el paso, panel que se abrió dejando un hueco en forma de huevo, no más grande que una antiquísima jarra de agua, y el verde Knut desapareció de la vista de los demás, cuando aquélla se cerró tras su paso.

* * *
En el interior de la cabina, Una apartó la manta a un lado, vaciló un poco, pensando en que algo la había despertado sin que pudiera precisar qué, y a continuación se inclinó un poco para coger un par de suelas metálicas y se las colocó en sus zapatillas. Con infinitas precauciones se agarró al camastro y deslizó los pies en el suelo hasta que las suelas magnéticas produjeron un leve chasquido al establecer contacto con el mismo. Más confiada ahora, Una se puso en pie y se acercó al espejo. Se miró. El traje espacial que llevaba revelaba unas formas envidiables para cualquier mujer que la viera.¿Qué la había despertado? Frunció el ceño, se acercó al panel que le cerraba el paso y éste se abrió ante ella dejando el hueco suficiente para que pudiera pasar.

Alcanzó el pasillo de la gran nave intersideral y vio a Kalf. —¿Qué ocurre? —preguntó nada más verle. El hombre, su equivalente, se acercó y con uno de sus brazos la prendió por la cintura. —Nos estamos acercando a un asteroide —dijo. —¿Y eso es malo? —Tampoco bueno. — ¿Y...? —Vamos a caer con fuerza. —¿Con mucha fuerza? Kalf hizo un rápido cálculo mental. —No. —No.

Esa es la verdad. Sólo deseaba asustarte un poco. Una también calculó. Hacía tres años terrestres que había sido enviada fuera de la III Galaxia, a uno de los innumerables planetas que giraban en torno a la estrella Antares, y ahora, cumplida su misión, regresaba. Preguntó: —¿Nos desviamos mucho? Kalf frunció el ceño. —Un poco.

Menos de un año luz. —¿Tiene atmósfera? —Tal y como la necesitas tú, Una, allá en nuestro lejano planeta, me temo que no. —Usaré el sombrero —replicó ella, refiriéndose, naturalmente, al transparente casco cuando por una causa u otra tenía que abandonar una nave para dirigirse también a cualquier lugar donde no hubiera atmósfera. —Ven. Sin soltarla de la cintura, casi la arrastró hacia la enorme cabina de mandos del X.A. —¿Sabes que eres hermosa, Una? —dijo, sin que viniera a cuento y mirándola. —¿Sabes que eres hermosa, Una? —dijo, sin que viniera a cuento y mirándola.

Era la única mujer que viajaba a bordo y Una lo sabía. —Sí. Por lo menos eso es lo que... La besó, interrumpiéndola, y Una llevó las manos a su cuello. —Es hermoso todo esto —dijo, un segundo antes de aplastar sus labios contra los de Kalf, en un beso que le aturdió. Un minuto más tarde, la puerta magnética, el panel, se abrió por delante de ellos y cruzaron al otro lado.

Ming se encontraba frente al cuadro de mandos de la nave espacial. Les miró cuando la pantalla que tenía a su derecha reflejó sus imágenes a su espalda. —¿Algo nuevo? Ming tardó unos segundos en responder. —Perdimos contacto con el Contro l Espacial de la III Galaxia. —Dame los transmisores, Ming. —Míralo tú —fue lo que dijo. —Míralo tú —fue lo que dijo.

No miró a Una. Para él era como si la muchacha no existiera. Su sistema de reproducción era distinto y Una, para él, era algo completamente incomprensible en todos los aspectos. Kalf no respondió. Se sentó a su lado y trató, de establecer contacto, pero no pudo. —No lo sé —repuso Ming—. —No lo sé —repuso Ming—.

Nos desviamos. Eso es todo. —¿Los motores...? Ming le miró. Su rostro azul carecía de expresión. —Llegaremos dentro de veinte... Bueno, de uno de esos veinte minutos con los que acostumbras a contar.

Una intervino. —¿Descenderemos a ese asteroide? Me refiero a si... —Sé a lo que te refieres, Una —interrumpió Ming—, y mi respuesta es no. Por lo menos tú. —¿Por qué? En los ojos de Una había desafío. —Y como tal un poco mejor que tú. —Y como tal un poco mejor que tú.

Tú no sirves nada más que para conducir una nave interplanetaria. Dime, Ming, ¿de dónde procedes? —De un lugar... de las estrellas. Algo incomprens ible para tu obtusa mente, Una. —¿Vas a descender tú? —preguntó ella. —Entonces lo haré yo también. —Puedes hacerlo. —Puedes hacerlo.

Yo, comandante del XA. 23, no puedo impedírtelo. —Pero te quejarás al Gran Consejo. —Así lo haré. —Si llegamos —repuso Una, despaciosamente—. Nada funciona en esta nave, según veo.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «El telepata»

Mira libros similares a El telepata. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


No cover
No cover
Christine Feehan
Sellings Arthur - Telepata
Telepata
Sellings Arthur
Leandro Delgado - Ur
Ur
Leandro Delgado
Reseñas sobre «El telepata»

Discusión, reseñas del libro El telepata y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.