ROBIN SHARMA
El Club de las 5
de la mañana
Controla tus mañanas,
impulsa tu vida
Traducción de
María del Carmen Escudero Millán,
Itziar Hernández Rodilla y
Rita Zaragoza Jové
SÍGUENOS EN
@megustaleerebooks
@megustaleer
@megustaleer
@megustaleer
Mensaje del autor y dedicatoria
Estoy inmensamente agradecido de que este libro esté entre tus manos. Deseo de todo corazón que te sirva para alcanzar la plena expresión de tus dones y de tus talentos. Y que genere transformaciones heroicas en tu creatividad, tu productividad y tu prosperidad.
El Club de las 5 de la mañana se basa en un concepto y en un método que enseño desde hace más de veinte años a famosos emprendedores, directores generales de empresas legendarias, ídolos del deporte, estrellas de la música y miembros de la realeza.
Escribí este libro durante más de cuatro años en Italia, Sudáfrica, Canadá, Suiza, Rusia, Brasil y Mauricio. A veces las palabras fluían sin esfuerzo alguno y otras tuve que luchar para poder seguir adelante. En ocasiones tenía el impulso de enarbolar la bandera blanca del agotamiento creativo, y en otros momentos de este proceso espiritual, sentía una responsabilidad que iba más allá de mis propias necesidades y que me empujaba a continuar con mi trabajo.
Durante el proceso de escritura, he dado todo lo que puedo dar de mí mismo para ofrecerte este libro. Agradezco enormemente a las buenas personas de todo el mundo que han estado a mi lado hasta que finalizara El Club de las 5 de la mañana.
Es por eso que, con todo mi corazón, te dedico este libro a ti, lector. El mundo necesita más héroes. ¿Por qué esperar a que vengan, si el poder de convertirte en uno está en tu interior?
Con amor y respeto,
Tendremos toda la eternidad para celebrar nuestras victorias, pero solo unos pocos minutos antes de la puesta de sol para ganarlas.
A MY C ARMICHAEL
Si te sirve de algo, nunca es demasiado tarde o, en mi caso, demasiado pronto para ser quien quieres ser. […] Espero que vivas una vida de la que te sientas orgullosa. Y si ves que no es así, espero que tengas la fortaleza para empezar de nuevo.
F. S COTT F ITZGERALD
Y aquellos que eran vistos bailando, eran considerados locos por quienes no podían escuchar la música.
F RIEDRICH N IETZSCHE
1
Una acción peligrosa
Un arma sería demasiado violenta. Una soga sería demasiado anticuada. Y el filo de un cuchillo sobre las muñecas, demasiado silencioso. Así que la pregunta pasó a ser: «¿Cómo se puede acabar con una vida que ha sido gloriosa de un modo rápido y preciso, con el mínimo desorden y con el mayor impacto posible?».
Tan solo un año antes, las circunstancias habían sido mucho más esperanzadoras. La emprendedora gozaba de un amplio reconocimiento como gigante de su sector, líder de la sociedad y filántropa. Con treinta y tantos años, dirigía la empresa de tecnología que había fundado en el dormitorio de la universidad, con un dominio del mercado en crecimiento constante y fabricando productos que sus clientes adoraban.
Pero ahora la estaban atacando por la espalda, se enfrentaba a un ataque inesperado, mezquino y avivado por la envidia que pretendía diluir considerablemente su participación en la propiedad de un negocio en el que había invertido la mayor parte de su vida y se veía forzada a buscar un trabajo nuevo.
La crueldad de este giro inesperado de los acontecimientos resultó ser insoportable para la emprendedora. Bajo su habitual apariencia gélida latía un corazón cariñoso, y profundamente amoroso. Sentía que la vida la había traicionado. Y que merecía mucho más.
Pensó en engullir un bote gigante de somníferos. Una acción tan peligrosa sería más limpia de ese modo. Tómatelas todas y acaba con todo rápido, pensó. Tengo que dejar atrás este dolor.
Entonces vio algo sobre el elegante tocador de roble de su dormitorio pintado de blanco: una entrada a una conferencia de optimización personal que le había regalado su madre. La emprendedora normalmente se reía de la gente que acudía a este tipo de eventos, a los que llamaba «alas rotas» y de los que solía decir que buscaban respuestas en un seudogurú, cuando todo lo que necesitaban para vivir una vida productiva y llena de éxito lo podían encontrar en ellos mismos.
Quizá había llegado la hora de replantearse su opinión. No veía demasiadas opciones. O iba al seminario y experimentaba algún tipo de revelación que salvara su vida, o se buscaría el modo de descansar en paz. Con una muerte rápida.
2
Filosofía diaria para llegar a ser legendario
No permitas que se extinga tu fuego, chispa a chispa, cada una de ellas irremplazable, en los pantanos sin esperanza de lo aproximado, lo casi, lo nunca jamás. No permitas que perezca el héroe que llevas en tu alma, en solitaria frustración por la vida que merezcas pero que nunca pudiste alcanzar. Revisa la naturaleza de tu batalla. El mundo que deseas puede ser ganado, existe, es real y posible; es tuyo.
A YN R AND
Él era uno de los mejores oradores. Un hombre auténticamente encantador.
Se acercaba al fin de una carrera legendaria. A sus ochenta y tantos años, el Guía era venerado por todo el mundo por ser un gran maestro de la inspiración, leyenda del liderazgo y personaje sincero que ayudaba a que la gente corriente pusiera en práctica sus mayores dones.
En una cultura llena de inestabilidad, incertidumbre e inseguridad, los eventos del Guía llenaban los estadios de gente, de seres humanos que anhelaban no solo llevar vidas magistrales llenas de creatividad, productividad y prosperidad, sino también existir de un modo que elevara a la humanidad. Personas que, al final, se iban seguras de haber donado un legado maravilloso y de haber dejado huella para las siguientes generaciones.
El trabajo de este hombre era único. Transmitía ideas que fortalecían al guerrero que llevamos en nuestro interior y las combinaba con conocimientos que honraban a ese poeta conmovedor que vive en nuestros corazones. Su mensaje enseñaba a la gente normal y corriente a tener éxito en los más altos niveles del mundo de los negocios y, a la vez, a reclamar la magia de haber vivido la vida plenamente. Además, enseñaba como recuperar la capacidad de asombro que dejamos atrás cuando un mundo duro y frío puso nuestro talento natural al servicio de una orgía de complejidad, superficialidad y distracciones tecnológicas.
Aunque el Guía era alto, su avanzada edad lo había encorvado ligeramente. Se movía por el escenario con pasos cuidadosos pero elegantes. Un traje gris oscuro de suaves rayas blancas que se ajustaba a la perfección le confería un aspecto elegante. Y un par de gafas tintadas de azul añadían el toque justo de modernidad.
Página siguiente