Introducción
Aunque resulte paradójico, el trabajo free-lance se ha convertido en un camino seguro para muchos profesionales hoy en día. La comodidad de coordinar los horarios según las propias necesidades, la posibilidad de abrirse a nuevas oportunidades y de seguir las metas personales al mismo tiempo que las laborales son algunas de las gratificaciones que permite esta modalidad de trabajo.
La pregunta de todo profesional que desea emprender este rumbo es ¿por dónde empiezo? Así se inicia este recorrido, en el que muchas acciones son realizadas a manera de prueba y error, pero también con la convicción de que si no se obtienen los resultados inmediatos, alguna lección se aprenderá sin la menor duda.
La opción de trabajar por propia cuenta se presenta como especialmente indicada para algunas carreras profesionales, quizás porque el tipo de servicios que ofrecen estos trabajadores les permite crear su cartera de clientes sin necesidad de una gran estructura empresarial. O también porque en muchos casos, la vida del emprendedor se enfoca hacia las ventas, lo que facilita el camino a través de un objetivo bien concreto.
En todo caso, el problema surge cuando uno sabe lo que quiere ofrecer, pero no conoce los medios para difundirlo al público potencial (en adelante, clientes). En estos casos, invertir en publicidad puede ser una opción errónea, ya que ésta es útil para posicionar una marca o una imagen, pero no para explicar una serie de servicios de manera detallada.
Con el boom de la era digital, y en especial desde el año 2005, empezaron a surgir los blogs. Por supuesto, como en todo inicio, no se tenía muy en claro el tipo de alcance que esta herramienta depararía en torno al desarrollo profesional, pero sin duda se convirtió en un puntapié para todo lo que ocurrió después.
Decir que a partir de un blog se puede armar una carrera profesional exitosa ya no es una locura, y de hecho hay muchos casos que confirman esta premisa. Emprendimientos enfocados en ventas, servicios de comunicación digital, marketing digital, dictado de cursos, y muchas otras temáticas fueron el punto de partida de estos sitios que han devenido en los medios más consultados del momento. Pero… ¿por qué sucede esto?
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¿Qué es un blog?
Las definiciones son variadas y poco exactas, pero si vamos a reducirlo a lo práctico, un blog se presenta como una bitácora o espacio en la red, donde se pueden escribir de manera cronológica un sinnúmero de notas (llamadas entradas o “post”), para dar a conocer cualquier temática.
El formato de un blog varía según el gusto de cada autor, y puede crearse a partir de conocimientos básicos de diseño, o también utilizando plantillas que incluyen ideas o combinaciones para adornar el espacio virtual. En cuanto al grado de dificultad, dependerá de la plataforma que se utilice. Los sistemas más conocidos son Blogger, que no requiere conocimientos avanzados para poder usarlo, y Wordpress, utilizado sobre todo para blogs profesionales que en muchos casos se convierten en medios digitales. Estos últimos presentan mayor planificación de contenidos y la posibilidad de incluir herramientas avanzadas para interactuar con la comunidad de lectores.
También se popularizó otra plataforma llamada Tumblr, la cual se caracteriza por permitir el “posteo” de entradas más visuales que escritas, suele utilizarse para complementar el contenido de otro medio digital. El éxito de esta red se dio gracias a una comunidad de fotógrafos y artistas visuales, quienes se identificaron con este tipo de formato para mostrar sus trabajos de forma independiente e inmediata.
Resulta importante entender la diferencia entre un sitio web común y un blog, ya que la manera de administrarlo es muy distinta. Una página web precisa de un programador y un diseñador para realizar constantes actualizaciones, mientras que un blog requiere de una sola persona, que puede ser el mismo autor de los contenidos. Uno mismo puede realizar cambios, cargar material nuevo e inclusive evaluar el informe estadístico sobre la cantidad de visitas (tráfico) de lectores, en tiempo real.
Si te estás preguntando qué requisitos necesitas para crear un blog, se podría asegurar que hay dos principales: la curiosidad y las ganas de comunicar. Esto te impulsará a innovar permanentemente en tu espacio, y por supuesto, te proporcionará una herramienta que puede convertirse en la llave maestra hacia muchas oportunidades laborales. Por otra parte, una vez que se desarrolle, sentará las bases de tu propio negocio.
Una gran ventaja de esta nueva vidriera de exposición profesional es la adaptación continua de la tecnología para mejorar, tanto el desarrollo como el servicio. Si estás empezando a sentirte atraído por el universo creativo de la blogósfera: ¡Adelante!
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Tu especialidad en palabras
¿Tienes una pasión? ¿Hablas de ella constantemente? Si respondiste positivamente a estas dos preguntas es muy probable que estés listo para ser emprendedor a través de un blog. En muchas ocasiones, y de hecho aún más cuando no estaba tan explorado el mundo bloguero, varios de los autores de estos espacios eran comentaristas aficionados o profesionales que utilizaban el blog como un cuaderno de apuntes complementario de su actividad profesional.
Actualmente, encontrarás millones de blogs con una variedad tan alta de autores como de temáticas. Hay personas que en función de su trabajo abren una ventana digital para seguir desarrollándose, así como otros descubren o dan cabida a una nueva actividad que los apasiona y que a largo plazo puede convertirse en un trabajo remunerado.
Por lo tanto, no es necesario que ya seas un experto en el tema del que desees hablar en la red, pero sí debes tener en cuenta que una vez que te comprometas con una comunidad de lectores adquirirás más y más responsabilidad. Para tener éxito tienes que ofrecer contenidos de calidad, con una periodicidad que te permita crecer dentro del nicho que has elegido. Además, puedes crear una nueva red de contactos con gente que comparta la misma afición por un tema específico.
La inspiración, las ideas e inclusive las estrategias para hacer que tu blog se desarrolle y funcione, las encontrarás con un solo “click”, navegando durante horas por las diferentes plataformas que alojan estos sitios. Lo importante es recopilar datos y avizorar un panorama más claro de lo que ya existe (para en lo posible no repetir), y de lo que ha funcionado en muchos otros blog. Esto te dará una pauta de cómo convertir tu blog en un sitio profesional, paso por paso.
En muchos casos es recomendable suscribirse a blogs que compartan tu temática, sobre todo para estar informado de lo que ya se ha hablado y porque pueden surgir colaboraciones entre autores. También es cierto que si no tienes muy en claro cómo alimentar tu blog, las referencias pueden ser un arma de doble filo e influir demasiado sobre tu propio modelo. El objetivo es no copiar, por lo tanto, quizás sea preferible que al principio dejes volar tu creatividad para plasmarla sin el peligro de cometer un plagio ni siquiera de manera inconsciente.
Si se trata de un blog que refleje tu pasión, ya debes tener un bagaje de información sobre el tema que te permita explayarte tanto en las entradas, como en el material visual que las complementa. Si se trata de algo totalmente nuevo, en lo que recién te inicias, sería aconsejable que busques sitios que te faciliten este tipo de recursos y luego los filtres y adaptes según tu criterio.