Una división de Diversion Publishing Corp.
Traducción española de Santiago Basulto y Tomás Fuentes Benitez.
Todos los derechos reservados, incluyendo el derecho de reproducir este libro parcial o totalmente, en cualquier forma posible.
Introducción
No puedo decirte la cantidad de veces que me han pedido que escriba un libro. Más de las que pudiera imaginar. La realidad es que no quiero escribir un libro. ¿Por qué no? ¡Porque aún no he terminado! Soy joven. Soy divertido. Soy marginalmente feo y tengo una gran familia. Recién estoy empezando a mejorar. Es demasiado temprano para escribir un libro.
Sin embargo, lo que he escrito, son posts en mi blog. Muchísimos. La mayoría son acerca de cómo comenzar negocios. Muchos hablan de los desafíos que enfrentan los emprendedores. Algunos tratan sobre lo que requiere manejar un negocio. Otros sobre la vida en general.
Entonces, en vez de escribir un libro, decidí agrupar, mejorar y actualizar algunos de mis posts más populares y personales de los últimos siete años.
A medida que avances a través de esta colección, no pienses que tienes que leerla como un libro. Úsala como medio para levantarte. Un modo de motivarte. Como algo a lo que puedes volver cuando lo necesites. Recórrelo y encuentra los posts con los cuales puedas relacionarte. O lee todas y cada una de las letras de cada post. De cualquier manera, espero que puedas encontrar algo que te ayude a alcanzar tus metas y divertirte más en tu vida.
Si es que hay un tema recurrente, es mi deseo de que reconozcas que si yo puedo convertirme en la persona más afortunada del mundo, entonces con un poco de trabajo, y sí, un poco de suerte, tú también puedes competir conmigo por el título. No voy a renunciar fácilmente, ¡pero puedes estar seguro que voy a amar la competición!
Lo ames o lo odies, cuando termines, envíame un correo electrónico para hacerme saber qué piensas a . No puedo prometerte que voy a responder, pero tus chances de obtener una respuesta seguramente mejoren si me cuentas cuán brillante encontraste todo esto y, más importante, cómo convenciste a todos tus amigos y colegas de comprar una copia. Ey, nunca dije que fuese sutil.
PARTE UNO: El Sueño
También lo hice. Solía conducir viendo grandes casas y preguntándome quién viviría allí (lo hacía todos los fines de semana). ¿Cuál era su ocupación? ¿Cómo hacía su dinero? Algún día, solía decirme a mi mismo, viviré en una casa como esa. Leo libros sobre gente exitosa. De hecho, leí cada libro o revista en la que pueda poner mis manos encima. Me decía a mi mismo que una buena idea pagaría por el libro y podría hacer la diferencia entre conseguir eso que tanto quería o no. (Y espero que este libro también te ayude a ti a hacer esa diferencia)
Trabajé en lugares que no me gustaban. Trabajé en lugares que amaba pero que no tenía posibilidades de desarrollar una carrera. Trabajé en lugares con los cuales apenas me alcanzaba para pagar la renta. Tenía tantos trabajos que mis padres se preguntaban si algún día sería estable. La mayoría ya no aparecen en mi currículum porque duraron poco o porque eran tan estúpidos que estaba avergonzado. Tú no quieres escribir sobre vender leche en polvo o franquicias para tiendas de reparación de televisores.
En cada trabajo justificaba en mi mente, lo amara o no, que me estaban pagando para aprender y cada experiencia sería de valor cuando supiera qué quería hacer cuando creciera.
Si en algún momento crecía, mi esperanza era tener mi propio negocio. Eso era exactamente lo que me decía a mi mismo cada día. En realidad tenía tantas dudas como confianza. Solo que esperaba que la confianza le ganara a la duda y de esa manera todo sería para mejor.
Todos deseamos el trabajo que soñamos o tener nuestras propias compañías. ¿Quieres que te diga la verdad? Es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Necesitamos trabajos que paguen las cuentas y no podemos esperar para buscar la situación perfecta. Lo que lleva a la pregunta: ¿Por qué tipo de trabajo te conformarías cuando no puedas o no tengas el trabajo que tú quieres?
Nunca la situación de todos es la misma, pero para los recién graduados, o si te encuentras en un trabajo que no te gusta, o estás desempleado, la respuesta es simple (al menos es lo que pensaba cuando me gradué de la universidad). Debes continuar tu educación.
¿Ir de nuevo a la escuela? No. ¿Obtener un MBA? No.
Para la mayoría de los recientemente graduados de la universidad, solamente pasaste los últimos cuatro años o más pagando instrucción para obtener una educación. Ahora que estás graduado, es tu oportunidad de que te paguen por aprender. ¿Y qué sucede si no te has graduado de la universidad? Se aplica la misma lógica. Es tiempo de que te paguen por aprender.
Cuando me gradué de la Universidad de Indiana, sin duda no soñaba trabajar para un banco. Quería un trabajo en el cual pudiera aprender más sobre computadoras. Así que acepté un trabajo para el Banco Mello en Pittsburgh. Ayudé en la conversión de sistemas. Ayudando a convertir viejos sistemas manuales de bancos pequeños en sistemas automatizados. No era muy bueno en ello. El empleo era divertido los primeros meses porque trabajaba con mucha gente divertida. Mucha gente divertida a la cual le gustaba salir y tomar algo después del trabajo.
Pero a medida que pasaba el tiempo me gustaba cada vez menos, y tenía que recordarme a mi mismo cada vez más por qué estaba allí. Me estaban pagando por aprender cómo funcionaban las computadoras, cómo trabajaban las grandes compañías y cómo trabajaban los directivos de nivel medio (eso era mucho mejor que pagar instrucción para obtener educación de negocios).
Duré nueve meses en ese empleo. Duré aproximadamente ocho meses en mi próximo empleo, trabajando para una compañía llamada Tronics 2000. En Tronics 2000, nuestra misión era tratar de franquiciar la industria de reparación de televisores. Supuestamente era una compañía empresarial. También se suponía que debía empezar a franquiciar el negocio de la reparación de computadoras. (Me hicieron escribir un análisis de la oportunidad en mi tiempo libre). Al final no acabó haciendo ninguna de las dos cosas. Pero a mi me pagaban $1500 por mes y aprendía muchísimo.
La compañía vendió un total de una franquicia. La cual la vendí yo. De nuevo, estaba lejos de ser un gran empleado. Pasé mucho tiempo divirtiéndome a expensas de hacer el trabajo de la mejor manera. Ir a trabajar con resaca más de una vez por semana no es una buena apuesta para tu carrera. Por lo tanto, en cierto sentido les hice trampa. No hay excusas de mi parte.
El trabajo también era frustrante. Llamar, llamar y llamar a tiendas de reparación de televisores tratando de explicarles el valor de franquiciar no era fácil. Pero aprendí cómo hacer llamadas en frío. Aprendí a no tener miedo a ir recorriendo el listado telefónico haciendo llamadas.