Louise L. Hay - Afirmaciones

Si quieres gozar de una mejor salud física, hay algunas cosas que no debes hacer: No debes enfadarte nunca con tu cuerpo. La ira es otra afirmación y le está diciendo a tu cuerpo, o a partes del mismo, que lo odias. Tus células son muy conscientes de cada uno de tus pensamientos. Piensa en tu cuerpo como si fuera un sirviente que trabaja con todas sus fuerzas para mantener una salud perfecta hagas lo que hagas.

Tu cuerpo sabe sanarse a sí mismo. Si lo nutres con bebidas y alimentos sanos, haces ejercicio, duermes lo suficiente y tienes pensamientos felices, le facilitas el trabajo. En ese caso, las células estarán trabajando en una atmósfera saludable y alegre. Sin embargo, si te pasas el día sentado delante del televisor, alimentas tu cuerpo con comida basura y montones de refrescos dietéticos, no duermes bien y siempre estás malhumorado e irritable, entonces las células de tu cuerpo trabajarán en desventaja, puesto que estarán en una atmósfera desagradable. Si ese es tu caso, nada tiene de extraño que tu cuerpo no esté todo lo sano que te gustaría.

Nunca gozarás de una buena salud hablando de tu enfermedad o pensando todo el tiempo en ella. La buena salud surge con el amor y el aprecio. Tendrás que ofrecerle tanto amor a tu cuerpo como puedas. Háblale con afecto. Tócalo y acarícialo con delicadeza. Si alguna parte de tu cuerpo te duele o está enferma, deberás tratarla como tratarías a un niño enfermo. Dile cuánto la quieres y que estás haciendo todo lo que está en tu mano por ayudarla a recuperarse lo antes posible.

Si estás enfermo, tendrás que hacer algo más que ir al médico y pedirle que te recete algún fármaco para suprimir algún síntoma. Tu cuerpo te está diciendo que estás haciendo algo que no es bueno para él. Has de aprender más sobre la salud. Cuanto más aprendas, más fácil te resultará cuidar de tu organismo. No vas a elegir sentirte víctima. Si lo haces estarás desperdiciando tu poder. Puedes ir a una tienda de dietética y comprar alguno de los muchos excelentes libros que te enseñan a mantener una buena salud. Puedes visitar a un dietista y pedirle que te confeccione una dieta personalizada saludable, pero habas lo que hagas, crea una atmósfera mental sana y feliz. Tienes que ser parte activa de tu propio plan de salud.

Estoy convencida de que somos nosotros mismos quienes creamos lo que denominamos enfermedades físicas. El cuerpo, al igual que todo lo demás en la vida, es un espejo de nuestros pensamientos y creencias. Nuestro cuerpo siempre nos está hablando; sólo hemos de concedernos un tiempo para escucharlo. Cada célula de nuestro cuerpo responde a cada uno de nuestros pensamientos y palabras.

Los patrones arraigados de pensamiento y de habla provocan conductas y posturas corporales, así como salud o enfermedad. La persona que siempre tiene cara de enfadada no la ha conseguido con pensamientos felices y afectuosos. Los cuerpos y las caras de las personas mayores reflejan claramente toda una vida de patrones de pensamiento. ¿Qué aspecto tendrás cuando seas mayor?

Aprende a aceptar que tu vida no consiste en una serie de acontecimientos al azar, sino que es una senda hacia el despertar. Si vives cada día de ese modo, nunca envejecerás; evolucionarás. Imagina el día en el que cumples 49 años como la infancia de otra vida. La mujer que hoy en día llega a los 50 sin padecer de cáncer ni enfermedades cardíacas puede esperar vivir hasta los 92 años. Tú y sólo tú tienes el poder de hacer tu ciclo vital a tu medida. ¡Cambia ahora tu forma de pensar y sigue adelante! Estás aquí por una razón muy importante y tienes a tu alcance todo lo que necesitas.

Puedes elegir tener pensamientos que creen una atmósfera mental que contribuya a la enfermedad o tener pensamientos que creen una atmósfera saludable en tu interior ya a tu alrededor. (Mi libro Sana tu cuerpo es una guía exhaustiva sobre las causas metafísicas de la enfermedad e incluye todas las afirmaciones que necesitas para vencerla).

Salud

• Me gustan los alimentos que son buenos para mi cuerpo.

  Amo cada célula de mi cuerpo.

• Tendré una madurez saludable porque cuido de mi cuerpo.
• Siempre estoy descubriendo nuevas formas de mejorar mi salud.
• Devuelvo a mi cuerpo una salud óptima dándole todo lo que necesita.
• Estoy libre de dolores y en total armonía con la vida.
• ¡La curación es posible!

  Aparto mi mente y dejo que mi inteligencia corporal haga su trabajo de sanación de forma natural.

• Mi cuerpo siempre hace todo lo posible para crear una salud perfecta.
• Equilibro mi vida entre el trabajo, el descanso y la diversión.

  Dedico el mismo tiempo a cada uno de ellos.

• Estoy agradecido de estar vivo hoy. Es una dicha y un placer vivir otro día maravilloso.
• Estoy dispuesto a pedir ayuda cuando la necesite.

  Siempre elijo al profesional de la salud más apropiado de acuerdo con mis necesidades.

• Confío en mi intuición. Estoy dispuesto a escuchar esa vocecita serena que hay dentro de mí.
• Duermo mucho cada noche.

  Mi cuerpo aprecia mis cuidados.

• Hago todo lo que puedo, con mucho amor, para ayudar a mi cuerpo a conservar una salud perfecta.
• Tengo un ángel de la guarda especial. Poseo una guía divina que me protege en todo momento.
• La salud perfecta es mi derecho divino y lo reclamo ahora.
• Dedico una parte de mi tiempo a ayudar a los demás.

  Es bueno para mi salud.

• Doy las gracias por mi cuerpo sano.

  Amo la vida.

• Soy la única persona que tiene control sobre mis hábitos alimenticios. Siempre puedo evitar caer en la tentación si me lo propongo.
• El agua es mi bebida favorita. Bebo mucha agua para limpiar mi cuerpo y mi mente.
• Llenar mi mente con pensamientos placenteros es la vía más rápida hacia la salud.
• Mis pensamientos felices me ayudan a crear un cuerpo saludable.
• Mediante la introspección conecto con esa parte de mi interior que sabe cómo curar.
• Respiro hondo y a pleno pulmón.

  Inhalo la respiración de la vida y me nutro.