• Quejarse

Isaac Asimov - El electrón es zurdo y otros ensayos científicos

Aquí puedes leer online Isaac Asimov - El electrón es zurdo y otros ensayos científicos texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 1964, Editor: ePubLibre, Género: Ordenador. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Isaac Asimov El electrón es zurdo y otros ensayos científicos
  • Libro:
    El electrón es zurdo y otros ensayos científicos
  • Autor:
  • Editor:
    ePubLibre
  • Genre:
  • Año:
    1964
  • Índice:
    4 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 80
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

El electrón es zurdo y otros ensayos científicos: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "El electrón es zurdo y otros ensayos científicos" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Isaac Asimov: otros libros del autor


¿Quién escribió El electrón es zurdo y otros ensayos científicos? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

El electrón es zurdo y otros ensayos científicos — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" El electrón es zurdo y otros ensayos científicos " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
Introducción

Me avergüenza un poco declarar que uno de los capítulos de esta obra, el octavo por más señas, es justamente mi ensayo mensual número 160 para The Magazine of Fantasy and Science Fiction. Durante más de trece años he venido escribiendo, sin falta, un ensayo al mes para esta noble revista; y vivo en constante terror de que pueda llegar un día en que oiga en tono «menos suave» la horrible frase: «¡¡¡Basta ya!!!», con tres admiraciones lo menos.

Pero ¿de quién? No ciertamente de mí mismo; porque aunque en todos esos meses he escrito también sobre otros temas de toda índole, desde históricos hasta festivos y desde novela científica hasta comentarios bíblicos, en lo que invariablemente ponía más esmero era en mi ensayo mensual para dicha revista. ¿Por qué? Pues porque… ¡Bueno!, luego os lo explicaré.

Pues entonces, ¿me vendrá la orden de callar del amable editor de la revista? Espero que nunca. Al menos él me asegura que jamás.

Pero intervienen también otros editores. Éste es el tomo noveno de ensayos míos, y todos los aceptó Doubleday and Co., con placentera e infalible fidelidad, en cuanto se los entregué; y me asegura que tampoco ellos me faltarán.

Pero ¿y los lectores? Temo que puedan cansarse de gastar sus dineros, tan duros de ganar, en leer mis interminables charloteos entusiastas, sobre este o aquel tema, capítulo tras capítulo y tomo tras tomo; lo juzgo posible. Espero que ninguno de vosotros llegue a cansarse de mí, pero eso no es cosa que pueda yo gobernar. Quizá os canséis.

Y si tal cosa sucede, Doubleday and Co. tendrá que venir a explicarme las duras realidades de la vida comercial. Lo estoy viendo con los ojos de la mente: Junta de editores, echando a suerte quién ha de decírmelo; carraspeos de embarazo; la frase que empieza: «Amigo Isaac, la cosa es que…».

Y luego unas mesuradas razones del editor de la revista, indicando que, «para animar la venta, va a ser preciso…».

Y yo, ¿qué haré?

Pues voy a decíroslo. Si todos me abandonáis (¡ojalá no!) yo seguiré escribiendo ensayos, así y todo; uno al mes, lo menos. No podré evitarlo, porque hoy han llegado a ser mi peculiar modo de aliviar tensiones internas, alejando el riesgo de explosión.

Cuando cavilo sobre la «explosión demográfica» me veo en la alternativa de pasar la noche en vela (pues llevo años reñido con el sueño), o ponerme a escribir los ensayos «¡Alto!» y «Pero ¿cómo?».

Si un especialista en Shakespeare levanta dos exquisitos dedos a su nariz patricia, porque yo, mísero profano, osé invadir su inviolable coto, escribiendo una obra en dos tomos titulada Guía a Shakespeare, por Asimov, yo podría haber seguido la tradicional costumbre entre escritores, en toda la historia: cogerme un formidable berrinche y salir rugiendo a comprar látigos; o pude hacer lo que hice: escribir Bill y yo, desechando melancolías, y marcándome un tanto indiscutible, según mi honrado parecer.

Si al escribir uno de mis restantes libros, pongamos uno de historia de Roma, doy con una coincidencia interesante y extraña, no tengo por qué desperdiciarla. Puedo ponerme a trabajar y cimentarla firmemente en el suelo, en Pompeyo y circunstancias, arreglándomelas, de paso, para lanzar un título, que lleva uno de los más brillantes chistes inventados por mí, en una vida dedicada a inventar chistes brillantes.

(Una vez conté el cuento del fanfarrón, que presumía de ser el mejor esquiador acuático del mundo. Al fin, en una hermosa playa con espléndido oleaje, le pusieron el patín en las manos y le dijeron que saliese a lucirse. Marchó, playa abajo, hasta el límite mismo de las olas, y allí plantó la tabla, derecha en la arena, y se quedó inmóvil. «¡Avante! —le gritaban todos—, ¡al agua!»…

Pero él, a su vez les chilló: «¡No hay para qué! También patina el que parado espera»).

(Aquella vez salí con vida de milagro).

O bien tropiezo con un breve artículo de una revista científica, que informa de que cierta línea de investigación parece establecer relaciones, entre la conservación de la paridad y la actividad óptica de los compuestos naturales. El artículo tenía unas quinientas palabras.

Inmediatamente me inflama el afán de explicarles eso a mis lectores, a mi manera. Eso significa, naturalmente, que primero tengo que definirles la paridad, y cuándo se conserva y cuándo no, lo cual me cuesta dos artículos de a mil palabras. Luego tengo que explicarles todo el lío de la actividad óptica, lo cual me cuesta otros dos artículos, los cuales combino después en un quinto; y ahí tenéis todo el mamotreto, en los cinco primeros capítulos de esta obra.

O después de una de mis charlas, un oyente me detiene y me dice: «¿Por qué no escribe usted un artículo sobre la geometría no euclidiana?». «Buena idea», contesto afablemente, y ya no sosiego hasta escribir no uno, sino dos: El quinto de Euclides y La verdad plana, para poder respirar tranquilo.

Pero el caso más célebre fue una vez que me rebelé y me grité a mí mismo: «¡Pardiez!» —porque yo gasto exclamaciones fuertes, cuando se tercia, y ésa es mi favorita—. «Hoy no voy a escribir. Por una vez voy a pasarme el día en la cama, no haciendo nada más que leer».

¡Dicho y hecho! Cogí un libro de matemáticas, que estaba deseando leer con todo sosiego, cuando no tuviese nada que hacer; bajé todas las persianas, pues aborrezco la luz natural; encendí la lámpara, me acosté y empecé la lectura. El primer capítulo trataba de números primos; antes de terminarlo, di en pensar y pensar…

Y salté del lecho, ardiendo al rojo blanco de impaciencia, y escribí Prima calidad, y adiós mi día de cama.

¿Cómo voy, pues, a interrumpir mis escritos, sólo porque los lectores dejen de comprarlos y porque los editores se vean forzados, por la falta de venta, a seguirles la corriente?

Tendré que continuar escribiendo ensayos, para mí solo; ir apilándolos unos sobre otros, y de vez en cuando hojear entre ellos, leerlos y releerlos, y gozarlos todos yo mismo.

¿Cómo que «basta ya»?

Para vosotros podrá ser; pero para mí, no. ¡¡¡Nunca jamás!!!

ISAAC ASIMOV 2 de enero de 1920 - 6 de abril de 1992 Fue un escritor y - photo 1

ISAAC ASIMOV (2 de enero de 1920 - 6 de abril de 1992). Fue un escritor y bioquímico estadounidense nacido en Rusia, aunque su familia se trasladó a Estados Unidos cuando él tenía tres años. Es uno de los autores más famosos de obras de ciencia ficción y divulgación científica.

Fue un escritor muy prolífico (llegó a firmar más de 500 volúmenes y unas 9000 cartas o postales) y multitemático: obras de ciencia ficción, de divulgación científica, de historia, de misterio… Baste decir que sus trabajos han sido publicados en nueve de las diez categorías del Sistema Dewey de clasificación de bibliotecas.

1
Futuro amenazador

En resumidas cuentas, hay dos modos de enjuiciar a los autores de ficción científica.

Una consiste en tenerlos por chiflados: «¿Cómo van esos hombrecillos verdes, Isaac?». «¿Estuviste en la luna hace poco, Isaacito simpático?».

La otra manera consiste en tomarlos por sagaces escrutadores de lo futuro: «¿Cómo serán las aspiradoras del siglo XXI, doctor Asimov?». «¿Qué adelanto sustituirá a la televisión, profesor?».

De las dos yo creo que prefiero la primera. Al fin, ser chiflado es bien fácil. Yo puedo hacerlo sin preparación, en cualquier momento o lugar, desde los tés facultativos hasta los congresos de ficción científica.

Es mucho más difícil predecir lo futuro, sobre todo en los términos formulados por quienes nos preguntan, pues a ellos siempre les interesan detalles sobre artefactos, y eso es precisamente lo que yo no puedo decirles.

Comprenderéis, pues, que cuando me piden hablarle a un pacifico senado, o escribir un artículo para una revista especialmente seria, el tema que menos me gusta tratar es «Lo futuro, tal como yo lo veo».

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «El electrón es zurdo y otros ensayos científicos»

Mira libros similares a El electrón es zurdo y otros ensayos científicos. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «El electrón es zurdo y otros ensayos científicos»

Discusión, reseñas del libro El electrón es zurdo y otros ensayos científicos y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.