• Quejarse

Czeslaw Milosz - Abecedario

Aquí puedes leer online Czeslaw Milosz - Abecedario texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

No cover

Abecedario: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Abecedario" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Czeslaw Milosz: otros libros del autor


¿Quién escribió Abecedario? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Abecedario — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Abecedario " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Czeslaw Milosz

Abecedario

Título original: Milosz's Abc's

Czeslaw Milosz, 1997

Traducción: Katarzyna Olszewska & Sergio Trigán

Editor digital: German25

ePub base r1.2

A A pesar de todo he viajado bastante En ocasiones lo hice por - photo 1


[A]

A pesar de todo , he viajado bastante. En ocasiones lo hice por voluntad propia, aunque las más de las veces fueron las circunstancias las que me empujaron a recorrer el mundo. Ellas me forzaron a viajar cuando sólo era un estudiante de bachillerato, en Vilna, y llegaban a la ciudad, procedentes de Rusia, ecos de guerra y revolución; entonces sentí, por primera vez, que más allá de la realidad que me rodeaba se abría un futuro lleno de posibilidades infinitas. Cuántas emociones, negativas y positivas, experimenté en mi continuo peregrinaje por Francia, Italia, Suiza, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Suecia… ¡Ni siquiera soy capaz de enumerar todos los países europeos en los que he estado, y aún tendría que añadir los americanos! Se puede decir que colmé con creces los sueños viajeros de mi padre, aunque no conseguí cumplir con el papel de coleccionista de lugares y países que mis deseos románticos me auguraban, pues las urgencias de la vida me lo han impedido. Además, en estos tiempos de movilidad creciente, aquello que todavía se consideraba exótico a principios del siglo XX se ha convertido con el paso de los años en algo común.

Mis antepasados cruzaban sólo en contadas ocasiones las fronteras de su distrito de Kiejdany para visitar alguna de nuestras ciudades principales, Vilna o Riga. Mi padre fue el primero en romper con la tradición. Antes de viajar a la región de Krasnoiarsk ya se había adentrado más allá de las aguas del Báltico, un periplo del que regresó con algunas muestras de la Europa del año 1910. Me gustaba hojear el álbum con fotografías de Holanda, en especial de los canales de Amsterdam, y también la instantánea tomada en 1913 en la que se lo podía ver en la cubierta del Nansen , fondeado en la desembocadura del río Yenisei.

En mi niñez las fotografías escaseaban, y había que imaginar cómo eran los países lejanos con la ayuda del dibujo o la xilografía, por ejemplo con las ilustraciones de los libros de Julio Verne y Mayne Reid. Y eso que el cine ya daba sus primeros pasos.

Aunque he vivido en numerosas ciudades y en muchos países, carezco de costumbres cosmopolitas, y poseo, por el contrario, la timidez de un provinciano. Cuando me instalaba en una ciudad, no me gustaba nunca alejarme de mi barrio, lo que me condenaba a contemplar las mismas imágenes todos los días. Este comportamiento expresa mi miedo a perderme en detalles nimios, mi temor a quedarme sin centro o sin residencia espiritual. O dicho de otra forma: aunque no dejamos de construir mitologías a lo largo de nuestra vida, las que acuñamos en sus fases más tempranas perduran con mayor fuerza. Por eso, cuanto más lejos en el espacio me empujaba mi destino (y supongo que California está lo suficientemente lejos de mi lugar de nacimiento) con más persistencia buscaba lazos con mi yo antiguo, aquel que se quedó en Szetejnie y Vilna. Creo que esto explica mi apego a la lengua polaca. Parece algo hermoso, patriótico, pero en realidad responde al deseo de encerrarme en mi torre de marfil y aislarme del mundanal ruido. No soy inmune a la necesidad de reconocimiento, nadie lo es en realidad, pero en mi caso la tentación no ha sido lo suficientemente fuerte como para inducirme a abandonar mi solitaria fortaleza y persuadirme de que escriba en inglés. Mi vocación me ha conducido por otros derroteros.

Con la vuelta a mi lugar de nacimiento y a la ciudad de Vilna, tras más de medio siglo de ausencia, sentí que se cerraba el círculo. Me di cuenta enseguida de la importancia de este reencuentro insólito con el pasado que me había tocado vivir, aunque la fuerza y la complejidad de esta experiencia me resulta todavía inefable. Quizás enmudecí a causa de la sobredosis emocional que me produjo este reencuentro, y por eso opté por expresarme de forma indirecta; es decir, en vez de hablar de mí mismo empecé a confeccionar una suerte de registro de vidas y acontecimientos ajenos.

Abramowicz , Ludwik. Vilna fue siempre una ciudad como de cuento de hadas, aunque cuando vivía allí apenas era consciente de su magia. Sabía, por supuesto, que habían existido en el pasado sociedades secretas de lo más variopinto, como la Asociación de Granujas (o Societas Szubraviensis), algunas logias masónicas o el grupo de los Filómatas, sociedades cuya existencia era, por cierto, del dominio público. Pero en mis años estudiantiles, y a pesar de los precedentes mencionados, nunca fui capaz de encontrarle el lado pintoresco a mi circunstancia presente. Sólo después de algunos años, y tras caer en la cuenta de ciertos detalles, pude empezar a reconstruir aquellos años bajo otro prisma.

Ludwik Abramowicz era el editor de la Revista de Vilna , una publicación que existió desde antes de la Primera Guerra Mundial hasta los años treinta y que sufragaba de su propio bolsillo. La Revista de Vilna tuvo una importancia mucho mayor que la que pudieran dar a entender su aspecto humilde y su más que discreta tirada. Un selecto grupo de ilustrados, tal y como hacían los círculos elitistas en el Siglo de las Luces, se servían de las páginas de esta revista para publicar sus opiniones. Abramowicz, un masón convencido, se mostraba fiel a las tradiciones de una ciudad que, como la nuestra, se permitía el lujo de favorecer, en pleno siglo XX, la formación de grupos elitistas, en nombre de los más nobles ideales.

En 1822, fecha en la que se declara proscrita la masonería en todo el Gran Ducado de Lituania, había registradas en Vilna diez logias, además de un buen número de sociedades masónicas juveniles. La prohibición no fue obstáculo para que algunas familias —entre otros, los Romer, los Puttkamer, los Wereszczaka y los Chreptowicz— conservaran las tradiciones masónicas. No obstante, el renacimiento de la Societas Szubraviensis no se produjo hasta el año 1900. Celebraban sus reuniones semanales en la llamada Casa del Perrero, un piso con vistas a la estatua de Muraviov el Verdugo. No se trataba de una logia, sino, como mucho, de un grupo de discusión creado por el abogado Tadeusz Wróblewski, una figura legendaria de Vilna, fundador de la biblioteca que lleva su nombre.

Carezco de información de primera mano sobre las logias que surgen a partir de ese momento, pero puedo contar lo que sobre ellas oí y leí. Pues bien, a partir del año 1905 se fundan las logias Lituania (en la que participaba activamente Wróblewski) y Tomasz Zan, y al parecer también se restauró por aquel entonces la logia El afanoso lituano . Estas logias, a las que pertenecían numerosos profesores universitarios, se mantuvieron activas durante todo el período de entreguerras, según me contó Stanis ³ aw Swianiewicz, un antiguo profesor mío que, a pesar de ser un ferviente católico, tenía amigos masones. Sin este peculiar ambiente, en el que resultaba difícil diferenciar los vínculos personales de los organizativos, el alma de Vilna sería mucho más pobre.

Ludwik Abramowicz representaba una ideología que combinaba el pensamiento democrático, el universalismo y, también, el «localismo». Antes de la Primera Guerra Mundial la logia Lituania no estaba compuesta sólo por polacos, sino también por lituanos y bielorrusos. Después de la guerra se produjo en la misma una división por grupos étnicos, aunque los «localistas» se enfrentaron al partido Democracia Nacional y criticaron la discriminación de otras lenguas en favor del polaco. Entre los masones «localistas» (en Vilna estos conceptos eran casi intercambiables) más conocidos se encontraban Michal Romer, el abogado Bronis ³ aw Krzyzanowski y Jan Pi ³ sudzki (el hermano del Mariscal). Además de entre los masones, el «localismo» tenía también numerosos adeptos en las asociaciones semisecretas como el Club de los Vagabundos Seniores. La Revista de Vilna se publicaba en polaco, pero se oponía a la incorporación de la ciudad a Polonia. En cambio, estaba a favor de la recuperación del Gran Ducado de Lituania con capital en Vilna, habitado por diversas nacionalidades, y criticaba al mariscal Józef Pi ³ sudzki por haber renunciado a la idea de formar un Estado federal.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Abecedario»

Mira libros similares a Abecedario. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Abecedario»

Discusión, reseñas del libro Abecedario y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.