El segundo tomo de los discursos de los Premios Nobel de literatura, autorizado por la Academia Sueca, profundiza el territorio de lo sensible y propone significativas reflexiones sobre nuestro devenir. Las lúcidas palabras leídas por los deslumbrantes autores que han obtenido la más alta distinción de la literatura, son un verdadero legado poético de nuestro tiempo y una aguda indagación sobre la experiencia creativa. Los once autores aquí seleccionados, provenientes de distintas latitudes, culturas e idiomas, se suman a los publicados anteriormente que ya pertenecen al universo de lo imprescindible. La resistencia de la memoria propuesta por Czeslaw Milosz, la conciencia solar soñada por Odiseas Elytis, el signo fraterno que debe originar nuestro porvenir buscado por Seamus Heaney, la conspiración contra el silencio promulgada por Joseph Brodsky, y el arduo combate para que el lenguaje se libere de sus cárceles emprendido por Toni Morrison, son algunos de los rumbos transitados en estas páginas, en búsqueda de una necesaria oportunidad para lo humano. Las palabras deben ser despertadas por el lector si queremos que la imaginación se oponga a los apocalipsis. Es tiempo de asumir este riesgo esencial. Este Tomo 2 contiene los discursos de: Czeslaw Milosz, Odiseas Elytis, Yasunari Kawabata, Toni Morrison, Camilo José Cela, Seamus Heaney, Naguib Mahfouz, V.S. Naipaul, Heinrich Böll, Wislawa Szimborska, Joseph Brodsky
José Chalarca & Czeslaw Milosz & Odiseas Elytis & Yasunari Kawabata & Toni Morrison & Camilo José Cela & Seamus Heaney & Naguib Mahfouz & V. S. Naipaul & Heinrich Böll & Wislawa Szymborska & Joseph Brodsky
Discursos premios Nobel
Discursos premios Nobel - 2
ePub r1.0
Titivillus 04.07.16
Título original: Discursos premios Nobel
José Chalarca & Czeslaw Milosz & Odiseas Elytis & Yasunari Kawabata & Toni Morrison & Camilo José Cela & Seamus Heaney & Naguib Mahfouz & V. S. Naipaul & Heinrich Böll & Wislawa Szymborska & Joseph Brodsky, 2003
Traducción: Esperanza Vallejo Osorio & Germán Villamizar & Colombia Truque Vélez & Fernando Aristizábal & Marisol Morales Díaz & Olga Rojas
Editor digital: Titivillus
ePub base r1.2
JOSÉ CHALARCA ATEHORTÚA (Manizales, Colombia el 25 de abril de 1941 y falleció el 29 de septiembre de 2015, en Bogotá) En su polifacética trayectoria, fue filósofo, escritor, pintor, ensayista y cuentista. Sus estudios los realizó en la Universidad de Caldas, graduándose en Letras y Filosofía. Sus ensayos publicados en diversos periódicos y revistas de Hispanoamérica son aproximaciones reflexivas a escritores como Golding, Mishima y Yourcenar. Sus cuentos abordan diversos temas, incluidas las costumbres de la región cafetera. En su último libro, titulado Las muertes de Caín, es fundamental su exploración en la cruda realidad urbana que padece Colombia. Fue especialista en temas de café y publicó una docena de libros sobre este tema.
Para conjurar el silencio
Por José Chalarca
Los once textos que conforman este segundo volumen de Discursos de los Premios Nobel de Literatura, nos brindan la oportunidad de aproximarnos al misterio de la creación poética y al no menos portentoso fenómeno de poetizar en la segunda mitad del Siglo XX, en que las fuerzas falsamente luminosas de la tecnología y la informática, buscan arteramente la aniquilación de la intimidad, la claudicación de la fantasía, el destierro de la imaginación y la anulación de la sensibilidad.
Cada pieza de esta oratoria que rescata el género de la torva servidumbre que le han impuesto los políticos, está integrada por páginas magistrales en las que los poetas coronados desgarran su entraña, para hacer aflorar las fuentes que nutren su decir o lo que pretende su verbo, o describir las piezas de su engranaje, o su primera causa o su última razón de ser.
Milosz, cuyo discurso da inicio a este volumen, nos dice desde la cabalgadura de un libro de infancia, que la esencia de la poesía es ver y describir. Pero no un ver y describir cualquiera para lo que están las cámaras fotográficas y de video, sino un ver creador con el que el poeta descifra los mensajes que emite lo visto, los interioriza, los elabora y los devuelve en la descripción como nuevos seres maravillosos, construidos con porciones de su corazón y arropados con el manto que ornan las piedras preciosas de su fantasía y el oro generoso de su sensibilidad.
Para Elytis en un mundo donde la economía ha extraviado sus rumbos y convertido a hombres y pueblos en cifras que acrecen hasta el delirio los ingresos de los ricos, la poesía es: el único lugar donde el poder de los números no significa nada.
Kawabata desde la galaxia del budismo Zen y con la evocación de los poetas que le antecedieron, nos muestra los ricos matices de la sensibilidad oriental, de tan difícil acceso para quienes educaron su percepción en los cánones de la estética greco-judío-cristiana.
Toni Morrison nos hace escuchar su voz modulada en los confines de la ínsula penitenciaria de la doble marginalidad que le infringen el sexo y la raza, para decirnos cómo ha colocado el techo de una torre de palabras que habían empezado a construir otros dos grandes poetas negros: Richard Wright y James Baldwin, este último igualmente objeto de doble marginación por su condición homosexual.
En el discurso de Morrison campea un profundo y genuino aliento poético. En un momento luminoso la anciana invidente de la fábula que le da estructura, acicateada por la voluntad de confundirla que esgrimen amenazadoramente sus jóvenes visitantes, elabora la sentencia que le permite salir airosa del paso: El trabajo-de-la-palabra, es sublime porque es generativo, produce el significado que garantiza nuestra discrepancia —la manera en la cual somos como ninguna otra forma de vida.
El texto de Camilo José Cela se apoya confiadamente en el Cratilo de Platón y apunta a develar el papel de la fábula en la aventura del Homo Sapiens sobre la faz de la Tierra, movido por el empeño inútil de ser lo que no es: un dios. Los hombres en la prosecución de este absurdo, han extraviado sus caminos e incurrido en todo género de tropelías y deslumbrados por el fuego fatuo de esta quimera, no han podido percatarse de que los dioses son la negación más aberrante de la condición humana.
Seamus Heaney como Milosz apuntala su disertación para honrar la poesía en paisajes de infancia, en memorias de cuartos y evocaciones de colores, olores y sabores de hogar.
Su vida ha transcurrido en medio del conflicto que enfrentan en su querida Irlanda los católicos y los protestantes, que hasta hace poco inundó de sangre las calles de sus pueblos y vistió de luto a gentes de todas las edades. Ilustra el horror de la violencia desbordada en una escena que no me atrevo a describir para no privar de antemano al lector de su impacto catártico. Ante el hecho de la paz alcanzada Heaney exclama conmovido: A veces es difícil no pensar que la historia instruye lo mismo que un matadero; que Tácito no mentía cuando dijo que la paz es la desolación que queda después de las operaciones decisivas realizadas por un poder inmisericorde