• Quejarse

Laureano Barrera - La casa de la calle 30. Una historia de Chicha Mariani

Aquí puedes leer online Laureano Barrera - La casa de la calle 30. Una historia de Chicha Mariani texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2022, Editor: Tusquets Argentina, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

No cover
  • Libro:
    La casa de la calle 30. Una historia de Chicha Mariani
  • Autor:
  • Editor:
    Tusquets Argentina
  • Genre:
  • Año:
    2022
  • Índice:
    3 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 60
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

La casa de la calle 30. Una historia de Chicha Mariani: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "La casa de la calle 30. Una historia de Chicha Mariani" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

La narración comienza en noviembre de 1976 con el cumpleaños de una mujer y termina en 2018 con su muerte. Entre esos extremos hay una historia de sangre. El 24 de noviembre de 1976, poco después del 53º cumpleaños de María Isabel Chorobik de Mariani, Chicha, fundadora y segunda presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, un grupo de tareas atacó la casa de la ciudad de La Plata donde vivían su hijo Daniel Mariani, su nuera Diana Teruggi, ambos militantes de Montoneros, y la hija de ambos, una beba de tres meses llamada Clara Anahí. Diana murió en el ataque, la beba fue secuestrada y Daniel, asesinado menos de un año después. Esa masacre y ese secuestro están en el centro de este libro que, a partir de ese núcleo, despliega el retrato de una mujer común en circunstancias excepcionales, alguien que, cuando supo que su nieta estaba viva, comenzó a buscarla corriendo riesgos enormes y no dejó de hacerlo jamás, aun cuando se alejó de Abuelas de Plaza de Mayo en 1989 para fundar la Asociación Anahí. Con una investigación exhaustiva que no esquiva momentos difíciles —el distanciamiento amargo entre Chicha y Estela de Carlotto; la aparición de la supuesta Clara Anahí que finalmente no fue tal—, el periodista Laureano Barrera logra el perfil definitivo de una mujer singular y un documento extraordinario sobre la historia reciente de la Argentina.

Laureano Barrera: otros libros del autor


¿Quién escribió La casa de la calle 30. Una historia de Chicha Mariani? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

La casa de la calle 30. Una historia de Chicha Mariani — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" La casa de la calle 30. Una historia de Chicha Mariani " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

LA CASA DE LA CALLE 30
Una historia de Chicha Mariani

LAUREANO BARRERA LA CASA DE LA CALLE 30 Una historia de Chicha Mariani - photo 1

LAUREANO BARRERA
LA CASA DE LA CALLE 30
Una historia de Chicha Mariani

Barrera Laureano La casa de la calle 30 Laureano Barrera - 1a ed - Ciudad - photo 2

Barrera, Laureano

La casa de la calle 30 / Laureano Barrera. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Tusquets Editores, 2022.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga

ISBN 978-987-670-699-5

1. Crónicas. I. Título.

CDD 808.888


© 2022, Laureano Barrera

Imagen de cubierta: Matías Adhemar

Colección a cargo de Leila Guerriero

Todos los derechos reservados

© 2022, Tusquets Editores S.A.

Av. Independencia 1682, C1100ABQ, C.A.B.A.

www.editorialplaneta.com.ar

Primera edición en formato digital: marzo de 2022

Versión: 1.0

Digitalización: Proyecto 451

Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del “Copyright”, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento informático.

Inscripción ley 11.723 en trámite

ISBN edición digital (ePub): 978-987-670-699-5

«Los detectives ya no resolvemos los casos, pero podemos contarlos».

RICARDO PIGLIA, El camino de ida.


A Simón, por el amor y las vueltas en bici que vamos a dar

A Patricia, por seguir brillando igual de fuerte y de cerca

A Chicha, por el tiempo entre aquella promesa y esta realidad

Agradecimientos

A mi vieja y mi viejo, que nunca me pidieron que siguiera sus profesiones: gracias por esa imprescindible ilusión de libertad.

A mi familia ampliada y amorosamente disfuncional.

A Maika y Simón, que padecieron más que nadie mis horas de encierro y me ayudaron tantas veces a no abandonar.

A Patricia Chabat, la mujer inolvidable que leyó una versión quién sabe qué tan antigua del texto. Al resto de lectores y lectoras que me marcaron errores y aciertos con absoluta sinceridad.

A los exdetenidos y exdetenidas, que siempre mostraron interés y nunca coerción, y siguieron a una distancia justa el avance —a veces tortuoso— de esta larguísima investigación.

A las decenas de entrevistados y entrevistadas que tuvieron que revisitar el pasado una y otra y otra vez; a aquellos que no podré nombrar y también se entregaron sin reservas a recordar el horror para que pudiera contarlo.

A quienes me legaron sus archivos personales, a veces de toda una vida, con una fe que no creo merecer. Como la abogada Sara Cánepa, que me recibió, a pesar de su alejamiento de ese momento con Chicha, y me ayudó a mirar los bordes de la persona, además del centro. Y luego permitió que me llevara unas cajas ordenadoras celestes llenas de expedientes: para mí, fascinantes laberintos de cristal. O como el sobreviviente Martín Cañas, a quien vi por primera y última vez el 5 de abril de 2017, cuando llegó con su esposa mexicana, rememoró cuanto pudo en una computadora vetusta que había comprado con la indemnización y, antes de irse, me la entregó diciendo algo así: esto es para una cabeza joven, limpia, que pueda darles un orden nuevo a estos cabos sueltos. En ese tesoro de información vintage, encontré algunos de los engranajes más valiosos para la narración.

A las mujeres de la Asociación Anahí, por hacerme sentir uno más.

A Elsa, que tras semanas de esperar su lectura, retorciéndome de ansiedad, pronunció las palabras más bonitas sobre estas páginas: «Estuve con Chicha todo el tiempo que leía».

A Leila Guerriero, porque sin su impulso inicial este libro no existiría; porque sin su edición sería menos profundo y menos revelador.

A Chicha, siempre: por elegirme como cómplice de su dignidad.

1
El último cumpleaños

El viernes 19 de noviembre de 1976, ya bien entrada la noche, María Isabel Chorobik de Mariani estira con delicadeza el mantel de hilo amarillo y encajes grises bordados a mano, que reserva para las ocasiones especiales. «Chicha», como la conocen todos, lo compró en Francia dos años antes, durante su primera visita a Europa, y no tiene cómo saber que está tendiéndolo por última vez. Coloca cuatro platos; encima y a la derecha de cada uno, la servilleta haciendo juego. Espera pocos comensales para el festejo de su cumpleaños, que será un menú sin sofisticaciones, encargado en la rotisería: Chicha casi nunca cocina. En la mesa tampoco hay vino. Aunque parezca raro para una persona nacida en Mendoza, como ella, desde que seis tíos maternos la emborracharon con cucharaditas de mistela cuando era todavía una beba, solo muy excepcionalmente toma alcohol. Afuera, a pesar de que la noche es agradable y la ciudad donde vive, La Plata, también está cumpliendo años, las calles están desiertas: no hay hurras en la plaza Moreno, y en el microcentro se respira una quietud intranquila, como en un desvelo durante el que se espera una fatalidad. Algo que el capitán de Navío Oscar Macellari, intendente de facto municipal, exdirector del Liceo Naval y directivo de los Astilleros y las Fábricas Navales del puerto, ha llamado en las páginas sociales del diario El Día «clima de austeridad»: el eufemismo con que se disfraza el miedo.

Los únicos invitados a la cena de su cumpleaños no llevan su sangre: María Luisa «Chiquita» Oviedo, su amiga íntima desde la época de la Universidad de Cuyo, la hija de Chiquita, Cristina, y el marido de la hija de Chiquita, José. Más temprano estuvieron el único hijo de Chicha, Daniel Enrique Mariani, y su nuera, Diana Esmeralda Teruggi, con su beba de tres meses y siete días: Clara Anahí Mariani Teruggi. Traía un flequillo gracioso y la habían enfundado en el trajecito y los escarpines rosas que Chicha le tejió. El rato que pasaron en su casa es para ella un regalo muy preciado: desde que su hijo y su nuera viven en la semiclandestinidad, la visitan poco y siempre están apurados. Después de despedirse en la vereda, se subieron con su nieta a la camioneta Citroën gris y se perdieron en la noche. Cuando Chicha los ve así, sigilosos, vigilando sus espaldas constantemente, se preocupa y se enoja. Eso no es vivir, piensa: apenas es despistar.

Los padres de Chicha tampoco son parte del festejo. Juan Chorobik y Luisa García viven en City Bell, un suburbio de calles arboladas y amplios jardines abiertos, en las afueras de la ciudad. Allí, en esa casa, habrá asado de festejo el domingo al mediodía. A la hora del té estuvieron en casa de Chicha «Kewpie» y Silvia, la madre y abuela de Diana, su nuera. Chicha las convidó con un volcán de chocolate y sanguchitos de miga. Su marido, Enrique José Mariani, «Pepe», la telefoneó por la mañana desde Matera, la pequeña ciudad del sur de Italia donde vive desde diciembre del año anterior, contratado por el municipio para dirigir la orquesta del conservatorio. Chicha y Pepe están separados, aunque no lo formalizaron ni lo harán jamás, y mantienen una relación cordial. Él le preguntó si le había llegado la encomienda con los regalos. No, todavía no. Sí los avisos postales de que hay dos paquetes para retirar, pero Chicha se rehusó a cualquier tipo de trámite el día de su cumpleaños. Bastante ha tenido esos meses con las gestiones engorrosas de la jubilación de Pepe y la suya y la administración del departamento de Buenos Aires. Sus amigas Yita Poli —esposa de un violista que tocó con Pepe— y María Luz Guido —esposa de un médico que trabajó con Pepe— la saludaron por teléfono. De quien no ha tenido noticias es de Blas: hace dieciocho años que su único hermano se fue a vivir a Venezuela tratando de olvidar el amor malogrado con la hija de un empresario maderero. La comunicación es por carta, y muy rara vez. Definitivamente, Chicha Mariani no cenará en familia la noche que cumple 53 años.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «La casa de la calle 30. Una historia de Chicha Mariani»

Mira libros similares a La casa de la calle 30. Una historia de Chicha Mariani. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «La casa de la calle 30. Una historia de Chicha Mariani»

Discusión, reseñas del libro La casa de la calle 30. Una historia de Chicha Mariani y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.