Yuval Noah Harari - Homo Deus
Aquí puedes leer online Yuval Noah Harari - Homo Deus texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2015, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:
Novela romántica
Ciencia ficción
Aventura
Detective
Ciencia
Historia
Hogar y familia
Prosa
Arte
Política
Ordenador
No ficción
Religión
Negocios
Niños
Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.
- Libro:Homo Deus
- Autor:
- Editor:ePubLibre
- Genre:
- Año:2015
- Índice:3 / 5
- Favoritos:Añadir a favoritos
- Tu marca:
- 60
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Homo Deus: resumen, descripción y anotación
Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Homo Deus" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.
Homo Deus — leer online gratis el libro completo
A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Homo Deus " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Me gustaría expresar mi gratitud a los siguientes humanos, animales e instituciones:
A mi maestro, Satya Narayan Goenka (1924-2013), quien me enseñó la técnica de meditación Vipassana, que me ha ayudado a observar la realidad tal como es, y a conocer mejor la mente y el mundo. No podría haber escrito este libro sin la concentración, la paz y el discernimiento obtenido de practicar la Vipassana durante quince años.
A la Fundación de la Ciencia de Israel, que ayudó a financiar este proyecto de investigación (proyecto número 26/09).
A la Universidad Hebrea, y, en particular, a su Departamento de Historia, mi hogar académico, y a todos los alumnos que he tenido a lo largo de estos años, que tanto me han enseñado con sus preguntas, sus respuestas y sus silencios.
A mi ayudante de investigación, Idan Sherer, que de manera devota se encargó de todo lo que lancé en su dirección, ya fueran chimpancés, neandertales o cíborgs. Y a mis otros ayudantes, Ram Liran, Eyal Miller y Omri Shefer Raviv, que echaron una mano de vez en cuando.
A Michal Shavit, mi editor de Penguin Random House en el Reino Unido, por jugársela, y por su compromiso y apoyo constantes durante muchos años, y a Ellie Steel, Suzanne Dean, Bethan Jones, Maria Garbutt-Lucero y sus colegas en Penguin Random House, por toda su ayuda.
A David Milner, quien hizo un trabajo magnífico en la revisión del manuscrito, me ahorró más de un error embarazoso y me recordó que «eliminar» es probablemente la tecla más importante del teclado.
A Preena Gadher y Lija Kresowaty de Riot Communications, por ayudarme de manera tan eficaz a propagar la palabra.
A Jonathan Jao, mi editor de HarperCollins en Nueva York, y a Claire Wachtel, mi antigua editora allí, por su fe, ánimo y perspicacia.
A Shmuel Rosner y Eran Zmora, por ver el potencial, y por sus valiosos comentarios y consejos.
A Deborah Harris, por ayudarme con el avance vital.
A Amos Avisar, Shilo de Ber, Tirza Eisenberg, Luke Matthews, Rami Rotholz y Oren Shriki, que leyeron detenidamente el manuscrito y dedicaron mucho tiempo y esfuerzo a corregir mis errores, y me ayudaron a ver las cosas desde otras perspectivas.
A Yigal Borochovsky, quien me convenció de no pasarme con Dios.
A Yoram Yovell, por su perspicacia y por nuestras caminatas juntos en el bosque de Eshta’ol.
A Ori Katz y Jay Pomeranz, que me ayudaron a comprender mejor el sistema capitalista.
A Carmel Weismann, Joaquín Keller y Antoine Mazières, por sus pensamientos sobre cerebros y mentes.
A Diego Olstein, por muchos años de cálida amistad y apacible orientación.
A Ehud Amir, Shuki Bruck, Miri Worzel, Guy Zaslavaki, Michal Cohen, Yossi Maurey, Amir Sumakai-Fink, Sarai Aharoni y Adi Ezra, que leyeron parte del manuscrito y compartieron sus ideas.
A Eilona Ariel, por ser una fuente rebosante de entusiasmo y una firme roca de refugio.
A mi suegra y contable, Hannah Yahav, por hacer bien todas las cosas relacionadas con el dinero.
A mi abuela, Fanny, a mi madre, Pnina, a mis hermanas, Liat y Einat, y a todos los demás miembros de mi familia y a mis amigos por su apoyo y compañía.
A Chamba, Pengo y Chili, que ofrecieron una perspectiva canina sobre algunas de las principales ideas y teorías de este libro.
Y a mi esposo y representante, Itzik, que hoy ya es como mi Internet de Todas las Cosas.
YUVAL NOAH HARARI (1976) es profesor de historia en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Se especializó en historia medieval y militar, pero, tras doctorarse en la Universidad de Oxford, pasó al campo más amplio de la historia del mundo y los procesos macrohistóricos. Sus libros incluyen Special Operations in the Age of Chivalry, 1100-1550; The Ultimate Experience. Battlefield Revelations and the Making of Modern War Culture, 1450-2000; The Concept of «Decisive Battles» in World History y Armchairs, Coffee and Authority. Eye-witnesses and Flesh-witnesses. Speak about War, 1100-2000. Su libro Sapiens. De animales a dioses ha sido un éxito internacional: se ha traducido a treinta idiomas y se han vendido más de un millón de ejemplares.
La nueva agenda humana
EN LOS ALBORES DEL TERCER milenio, la humanidad se despierta, estira las extremidades y se restriega los ojos. Todavía vagan por su mente retazos de alguna pesadilla horrible. «Había algo con alambre de púas, y enormes nubes con forma de seta. ¡Ah, vaya! Solo era un mal sueño». La humanidad se dirige al cuarto de baño, se lava la cara, observa sus arrugas en el espejo, se sirve una taza de café y abre el periódico. «Veamos qué hay hoy en la agenda».
A lo largo de miles de años, la respuesta a esta cuestión permaneció invariable. Los mismos tres problemas acuciaron a los pobladores de la China del siglo XX, a los de la India medieval y a los del antiguo Egipto. La hambruna, la peste y la guerra coparon siempre los primeros puestos de la lista. Generación tras generación, los seres humanos rezaron a todos los dioses, ángeles y santos, e inventaron innumerables utensilios, instituciones y sistemas sociales…, pero siguieron muriendo por millones a causa del hambre, las epidemias y la violencia. Muchos pensadores y profetas concluyeron que la hambruna, la peste y la guerra debían de ser una parte integral del plan cósmico de Dios o de nuestra naturaleza imperfecta, y que nada excepto el final de los tiempos nos libraría de ellas.
Sin embargo, en los albores del tercer milenio, la humanidad se despierta y descubre algo asombroso. La mayoría de la gente rara vez piensa en ello, pero en las últimas décadas hemos conseguido controlar la hambruna, la peste y la guerra. Desde luego, estos problemas no se han resuelto por completo, pero han dejado de ser fuerzas de la naturaleza incomprensibles e incontrolables para transformarse en retos manejables. No necesitamos rezar a ningún dios ni a ningún santo para que nos salve de ellos. Sabemos muy bien lo que es necesario hacer para impedir el hambre, la peste y la guerra…, y generalmente lo hacemos con éxito.
Es cierto: todavía hay fracasos notables, pero cuando nos enfrentamos a dichos fracasos, ya no nos encogemos de hombros y decimos: «Bueno, así es como funcionan las cosas en nuestro mundo imperfecto» o «Hágase la voluntad de Dios». Por el contrario, cuando el hambre, la peste o la guerra escapan a nuestro control, sospechamos que alguien debe de haberla fastidiado, organizamos una comisión de investigación y nos prometemos que la siguiente vez lo haremos mejor. Y, en verdad, funciona. De hecho, la incidencia de estas calamidades va disminuyendo. Por primera vez en la historia, hoy en día mueren más personas por comer demasiado que por comer demasiado poco, más por vejez que por una enfermedad infecciosa, y más por suicidio que por asesinato a manos de la suma de soldados, terroristas y criminales. A principios del siglo XXI, el humano medio tiene más probabilidades de morir de un atracón en un McDonald’s que a consecuencia de una sequía, el ébola o un ataque de al-Qaeda.
De ahí que, aunque presidentes, directores ejecutivos y altos mandos del ejército siguen teniendo sus agendas diarias llenas de crisis económicas y conflictos militares, a la escala cósmica de la historia, la humanidad puede alzar la mirada y empezar a contemplar nuevos horizontes. Si en verdad estamos poniendo bajo control el hambre, la peste y la guerra, ¿qué será lo que las reemplace en los primeros puestos de la agenda humana? Como bomberos en un mundo sin fuego, en el siglo XXI la humanidad necesita plantearse una pregunta sin precedentes: ¿qué vamos a hacer con nosotros? En un mundo saludable, próspero y armonioso, ¿qué exigirá nuestra atención y nuestro ingenio? Esta pregunta se torna doblemente urgente dados los inmensos nuevos poderes que la biotecnología y la tecnología de la información nos proporcionan. ¿Qué haremos con todo ese poder?
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Libros similares «Homo Deus»
Mira libros similares a Homo Deus. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.
Discusión, reseñas del libro Homo Deus y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.