Sapiens Editorial - Tus Zonas Erroneas: Guia Para Combatir Las Causas De La Infelicidad (Your Erroneous Zones)--Resumen Del Libro De Wayne Dyer

RESUMEN DE

GUIA PARA COMBATIR LAS CAUSAS DE LA INFELICIDAD

DE WAYNE DYER

RESUMEN ESCRITO POR:

SAPIENS EDITORIAL

En esta obra, su autor Wayne W. Dyer, presenta una visión original de las posibilidades de desarrollo personal y de logro de las metas. Establece que los seres humanos hemos sido creados como unidades que encierran todas las potencialidades necesarias para vivir con plenitud y felicidad. Sin embargo, no todas las personas viven felices. Esto pasa porque desde que nacemos, por influencias externas, formamos en nuestra personalidad “zonas erróneas” que nos bloquean e impiden nuestra realización personal.

¿Dónde se encuentran, qué significan, adónde nos llevan y cómo podemos superar esas zonas erróneas que nos bloquean?

Ese es el tema de este libro, que te muestra el camino para alcanzar la felicidad, un camino basado en la responsabilidad y el compromiso con uno mismo.

Las personas viven basándose en sus propios valores, creencias, prejuicios e historias personales. En función de ellas, frente a un mismo hecho, diferentes personas tendrán percepciones diferentes, porque esas percepciones están condicionadas por la historia que han vivido y las creencias que han desarrollado. El mirarte a ti mismo en profundidad, con la intención de cambiar algo que te perjudica, que te enferma, no es tarea fácil. Puede que sea algo que quieres de verdad hacer, pero es posible que tu comportamiento demuestre lo contrario. Esto ocurre por esa mochila de supuestos previos que tienes integrada a tu personalidad.

El estado de salud es un estado natural, y los medios para lograrlo están dentro de ti. El procedimiento para alcanzar la felicidad se basa en ser responsable de ti mismo, en comprometerte contigo mismo, en tener ganas de vivir y de alcanzar esas metas con las que tanto sueñas.

Es un hecho innegable que nuestra vida en la Tierra no es eterna, que lo que conocemos como “vida” es increíblemente breve. Por esta razón, debe ser agradable. Y en cada persona está la posibilidad de decidir que así sea.

El primer paso es hacerte cargo de ti mismo. Para ello debes dejar de lado ciertos mitos generalizados a tu alrededor. Uno de ellos está en la idea de que la inteligencia se mide por la capacidad de resolver problemas complejos, de leer, escribir, operar matemáticamente a ciertos niveles, de resolver rápidamente ecuaciones abstractas. Esta visión de la inteligencia, conduce a considerar el conocimiento académico como la única medida de la realización personal. Lleva a creer que una persona es “inteligente” si ha obtenido una serie de títulos académicos, un enorme vocabulario, una memoria extraordinaria, o si es gran lector. Sin embargo, los hospitales psiquiátricos están poblados de pacientes que tienen todos esos “méritos”.

Desde esta nueva perspectiva, la verdadera inteligencia es una vida feliz vivida cada día y en cada momento de cada día. Si vives feliz, entonces eres una persona inteligente. Todo lo demás son aditamentos que te pueden ayudar.

Las personas inteligentes no sufren depresiones porque están en control de sí mismas. Frente a una circunstancia difícil, la persona inteligente continuará sintiéndose feliz, evitará el desaliento y la infelicidad. Son personas que reconocen los problemas como algo que es parte de la condición humana y no miden la felicidad por la ausencia de problemas.

Aprender a hacerte cargo de ti mismo implicará un proceso mental nuevo y que puede resultar difícil, porque muchas fuerzas de la sociedad intentarán evitarlo. Pero debes confiar en tu capacidad de sentir emocionalmente. Este es un concepto radical. Tú puedes controlar la ira, el miedo, el odio, al igual que el amor y la alegría. Puedes elegir cómo te sentirás.

Tú eliges tus sentimientos. Cuando entiendas esto, estarás en el camino de la vida con “inteligencia”, porque sabrás que cada emoción es una opción que puedes elegir o no. Esta es la esencia de la libertad personal.

El silogismo es una forma de pensamiento que te ayudará a hacerte cargo de tu universo emocional. Un silogismo consta de una premisa mayor, una premisa menor y una conclusión.

Veamos este ejemplo aplicado a tus pensamientos.

PREMISA MAYOR: Yo puedo controlar mis pensamientos.

PREMISA MENOR: Mis pensamientos proceden de mis emociones.

CONCLUSIÓN: Yo puedo controlar mis sentimientos.

La premisa mayor está clara. Solo tú puedes controlar lo que entra en tu cabeza como un pensamiento y decidir en qué pensar. La premisa menor tampoco es discutible a la luz del sentido común. No puedes tener una emoción ni un sentimiento sin antes haber experimentado un pensamiento. Sin el cerebro no hay capacidad de sentir. Un sentimiento es una reacción a un pensamiento. Por ejemplo, si lloras, tu corazón late más fuerte, y esto ocurre porque ha recibido una señal de tu pensamiento. Y la conclusión llega fluida, lógica e ineludible. Si controlas tus pensamientos, y tus sensaciones y sentimientos proceden de tus pensamientos, entonces puedes controlar tus sentimientos elaborando los pensamientos que los precedieron.

La consecuencia de este silogismo es que no es cierto que es la gente o las cosas que te suceden lo que te hace infeliz. Tú eres el único responsable, porque son tus pensamientos respecto a la gente y a las cosas los que te hacen infeliz.

Por tanto, para llegar a ser una persona libre y sana tienes que aprender a pensar de manera diferente. Cuando lo logres, empezarán a surgir nuevos sentimientos y te encontrarás en la senda que te conducirá a tu libertad personal.

Es necesario trabajar mucho para cambiar esa forma de pensar que te hace infeliz. No es tarea sencilla, pues estás acostumbrado a un cierto tipo de pensamiento y a su impacto debilitante.

En primer lugar, piensa que la felicidad es la condición natural de las personas. Esto es evidente cuando se observa a los niños. Ellos viven libres de los “deberías” y “tendrías que”, y son naturalmente felices.

¿Qué te ha pasado que has perdido esa felicidad? Mientras creciste te han inculcado patrones de pensamientos que identifican las causas de tus sentimientos en hechos externos. Tu entorno te ha “domesticado” durante miles de horas y ahora deberás invertir muchas horas más para generar pensamientos nuevos, pensamientos que asumen la responsabilidad de tus propios sentimientos.

Para hacerte cargo de ti mismo debes hacer el esfuerzo de elaborar esos nuevos pensamientos. Es preciso insistir y perseverar en esa tarea, sin abandonarla por algún fracaso inicial.

De ti y de las elecciones que hagas depende que las experiencias de tu vida sean agradables. Puedes elegir eliminar ciertos sufrimientos físicos que no provienen de ninguna falla orgánica. Hay culturas que tratan el dolor de esta manera, dominando completamente la mente y promoviendo el autocontrol.

Se ha definido el amor de las más diversas maneras. Te presentamos la definición que es más conveniente, la que debes adoptar: la capacidad y buena disposición para permitir que los demás sean lo que ellos elijan para sí mismos sin insistir en que hagan lo que a ti te gusta o satisface. Es una buena definición, aunque difícil de practicar.

¿Cómo puedes “soltar” a tus seres queridos permitiéndoles su libertad?

Amándote a ti mismo, sintiendo que eres importante, hermoso, que vales mucho. Cuando hayas reconocido tu valor y entiendas que no necesitas que los demás refuercen ese valor, cuando estés seguro de ti mismo y tengas confianza en lo que piensas, no necesitarás que los demás sean como tú.