ELOGIOS A ELÉVATE
La refrescante perspicacia personal de Wayne Cordeiro en Elévate puede literalmente ayudar a todos a hacer eso mismo: Elevarse por encima de las tormentas y luchas de la vida moderna. Wayne nos apunta a la infinita sabiduría de la Palabra de Dios y a la resiliencia que ofrece. Nos muestra que los caminos de Dios siempre están al alcance de sus hijos.
ARCHIBALD HART, PH.D.
PROFESOR SUPERIOR DE SICOLOGÍA
SEMINARIO TEOLÓGICO FULLER
KATHLEEN HART
CAPELLANA DE LAS ESPOSAS DE LOS ESTUDIANTES
En Elévate, el pastor Wayne Cordeiro propone una decisión obvia: Puedes permitir que los escombros de la vida se amontonen encima de ti o puedes usarlos para escalar a una vida mejor.
Después de todo, no se trata de lo que te pasa a ti, sino que lo que sucede dentro de ti es lo que realmente cuenta. Serás alentado por el pastor Wayne y la Palabra de Dios, para elevarte por encima de cualquiera cosa que la vida arroje contra ti.
JOHN C. MAXWELL
AUTOR DE BESTSELLERS Y FUNDADOR DEL GRUPO INJOY
Wayne escribe para ayudarnos a elevarnos por encima de los escombros de la vida; habla como alguien que —como tú y yo— sabe lo que es luchar en medio de ello. Él se para en la intersección de la realidad y la esperanza. Y nunca apunta demasiado adelante, siempre apunta hacia arriba.
JOHN ORTBERG
PASTOR Y MAESTRO, IGLESIA PRESBITERIANA DE MENLO PARK
MENLO PARK, CALIFORNIA
©2006 Editorial Betania
Una división de Grupo Nelson
Nashville, Tennessee, E.U.A.
www.caribebetania.com
Título en inglés: Rising Above
©2004 por Wayne Cordeiro
Published in the USA by Regal Books
A division of Gospel Light Publications, Inc.
Ventura, CA 93006 U.S.A.
All rights reserved
ISBN: 0-88113-949-1
ISBN: 978-0-7180-2566-3 (eBook)
A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera 1960.
©1960 Sociedades Bíblicas Unidas en América Latina.
Usadas con permiso.
Impreso en E.U.A.
CONTENIDO
Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.
LAMENTACIONES 3.22
P rimero que todo, quiero agradecer a los Ministerios Community Care, en Hawai, y a su gran directiva de líderes y voluntarios. Mark Hovland y su equipo han dado incansablemente de ellos mismos para ver que la gente sea libre. Gracias por consagrar sus vidas a aquellos que son preciosos para Dios.
A nuestro Ministerio Carcelario dirigido por Roy Yamamoto; tú y tu equipo me recuerdan tanto a Jesús, al alcanzar a hombres, mujeres y jóvenes en las instituciones correccionales. Gracias por mostrarles que la verdadera libertad no depende de qué lado de las rejas están, sino desde qué lado de la eternidad ven la vida.
A nuestros líderes de LifeChange, que han invitado al Espíritu de Dios a moverse tan maravillosamente en nuestra iglesia; vemos el fruto de sus labores cada semana.
Y a nuestros intercesores en New Hope, guiados por el pastor Larry Gillis; no sólo hemos visto victorias, sino numerosas vidas transformadas porque hay gente que está orando. El evangelismo es simplemente recoger el botín de una guerra que ya fue ganada en oración.
Y a los cientos de líderes de los Grupos de Cuidado; gracias por estar «firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano» (1 Corintios 15.58).
Nuestra vida es el regalo de Dios para nosotros.
Lo que hacemos de ella es nuestro regalo para Él.
N adie elige intencionadamente una vida mediocre, una familia vulgar o un matrimonio de segunda. Nuestro Dios es un Dios grandioso y, dado que nos ha creado a su imagen, ¡su intención es que seamos un pueblo grandioso!
Pero ¿qué haces cuando tus paredes colapsan bajo la presión de problemas circundantes y tormentas demoledoras? Las realidades de la vida te golpean y te quedas parado en las cenizas de las relaciones humeantes y los sueños destrozados.
El 11 de septiembre de 2001, nuestro país experimentó uno de los más trágicos ataques en su historia. El ataque terrorista al World Trade Center, en Manhattan, tomó al mundo por sorpresa. Lo que llevó años erigir tomó sólo una hora destruirlo.
En los meses y años por venir, la vida volverá a ser casi normal. Volveremos a nuestras vidas y rutinas, y eso es bueno. Incluso la congoja se desvanece con el tiempo y la gracia. Pero nuestra determinación no debe pasar.
—PRESIDENTE GEORGE W. BUSH, LUEGO DE LA TRAGEDIA DEL 11 DE SEPTIEMBRE
Vivimos en un mundo en el que la tragedia puede azotar en cualquier momento —divorcio, accidentes, bancarrota— obliterando nuestras vidas y haciéndonos tocar fondo. Hoy, millones de personas excavan los escombros de sus propias vidas, tamizando preguntas que parecen eludir su comprensión.
Sin embargo, hay algo en lo que podemos concordar: ¡Debemos reconstruir! La derrota no es cuando estamos noqueados, sino cuando nos rehusamos a levantarnos. No podemos vivir bajo escombros; por lo tanto, debemos reconstruir el coraje para poder reedificar.
Una de las series más populares en New Hope está ahora en tus manos. Numerosas personas que se han convertido en parte de la ohana [familia] de la iglesia lo hicieron porque asistieron a una reunión dominical en la que Dios usó uno de los mensajes de este libro para sanar una relación o una fe colapsadas.
Este libro es dos por uno: (1) Es una esperanza para hallar respuestas a tus preguntas y (2) es una oración para que busques a Dios en tu lucha.
¡El capítulo más grandioso de tu vida es el que estás por abordar!
Aunque Dios promete sanarte, tú eres quien decide cuánto tiempo va a tomar. Puede requerir una década o una semana. Tú decides. Para ayudarte con tu decisión, te pido que tomes algunos minutos para dejar que Dios te aconseje a través de estas páginas. Y mientras lo haces, oraré que encuentres una perspectiva fresca para los días por venir.
Recuerda: estamos juntos en esto. No se supone que viajes solo. El capítulo más grandioso de tu vida ¡es el que estás por abordar!
«Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis».
JEREMÍAS 29.11
¿A lguna vez oíste que Dios te dijo algo y luego hiciste otra cosa? ¿En alguna ocasión has oído instrucciones específicas de Dios pero terminaste haciendo lo opuesto? Déjame presentarte a Jonás, un profeta menor del Antiguo Testamento que ¡casi no lo fue para nada!
Dios llamó a Jonás para una misión especial. La gente de la ciudad de Nínive era malvada, pero Dios —el Dios de las segundas oportunidades— comisionó a Jonás para que interviniera y los ayudara a revertir su espiral descendente. Dios lo reclutó y le instruyó: «Jonás, quiero que vayas a Nínive. [Nínive era una isla a tres días de viaje de donde estaba Jonás en ese tiempo.] Allí quiero que le prediques a la gente, porque son verdaderamente malvados. Tengo mejores planes para ellos que la destrucción, ¡así que diles que se vuelvan a Dios!» (ver Jonás 1.2).
Había sólo un problema: ¡Jonás odiaba a los ninivitas! Los despreciaba con pasión. Eran conocidos como feroces guerreros, inmisericordes, que saqueaban y destruían aldeas en su codicia por poseer más tierras. Por lo tanto, en vez de obedecer las instrucciones de Dios, Jonás sacó un pasaje en un barco que iba en la dirección opuesta. Jonás navegó alejándose del llamado de Dios y viajó hacia un lugar llamado Tarsis, al otro lado del Mar Mediterráneo.
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