Nuestro Dios Reina
Una Análisis Práctico de la Doctrina de la Soberanía de Dios
F. Wayne Mac Leod
Light To My Path Book Distribution
Sydney Mines, Nova Scotia, CANADA
Nuestro Dios Reina
Título en Inglés: Our God Reigns
Copyright © 2018 por F. Wayne Mac Leod
Revisión del texto en inglés Agosto 2013
Publicado por Light To My Path Book Distribution , 153 Atlantic Street, Sydney Mines, Nova Scotia, CANADA B1V 1Y5
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Traducción al español: David Gomero (Traducciones NaKar)
Todas las citas bíblicas, a menos que se indique otra versión, han sido tomadas de la Biblia Reina Valera Revisada (1960) (RVR60).
Es pecial agradecimiento a los editores y correctores del texto en inglés:
Lillian Mac Neil, Diane Mac Leod
Í ndice
- Derecho absoluto
- Control absoluto
- La dignidad humana
- El pecado
- La injusticia y el sufrimiento
- La oración y el servicio
- La perseverancia en el pecado
- Muriendo al yo
- Rindiendo nuestras posesiones
- Descansando en Dios
- Circunstancias inesperadas y personas difíciles
- Valentía en el servicio
- Esperar y escuchar a Dios
- Historia pasada
- La adoración
Prefac io
Por siglos, la doctrina de la soberanía de Dios ha causado gran debate entre los creyentes. Para algunos, ésta ha sido una gran fuente de aliento y b endición; para otros, ha sido una afrenta a la independencia humana.
Quisiera que el lector tuviera presente que mi intención con este estudio no es ser exhaustivo; no pretendo ser exageradamente académico ni tampoco divisivo. Mi mayor deseo es mostrarle al lector cómo este atributo de Dios debe influir diariamente sobre nuestras vidas.
En el transcurso de este estudio he llegado a entender que una comprensión equilibrada de esta doctrina tendrá un impacto dramático sobre la manera en que reaccionamos ante las dificultades diarias de la vida. Esto cambiará nuestra actitud con respecto a nuestra historia personal en el pasado; y también nos dará mayor confianza a la hora de actuar en fe.
La doctrina de la soberanía de Dios es inmensamente práctica. Creo firm emente que cada creyente necesita tomar tiempo para estudiar cuidadosamente este vital atributo de Dios. Es mi oración que este sencillo estudio sea una fuente de bendición y aliento para todo aquel que tome tiempo para leerlo.
F. Wayne Mac Leod
- Autoridad Absoluta
La doctrina de la soberanía de Dios resulta ser, de todas las doctrinas bíblicas, la más alentadora y la más perturbadora a la vez. Para algunos, ha sido de gran bendición cuando se han encontrado en medio de las tormentas de la vida. Para otros, ha sido una afrenta a la independencia y dignidad humanas.
¿Qué queremos decir cuando afirmamos que nuestro Dios es un Dios soberano? Quere mos decir que Dios tiene la autoridad, el derecho y el control absolutos. Desglosemos esto y analicémoslo más detalladamente.
Debido a que Dios es soberano, Él tiene la autoridad absoluta. ¿Qué es autoridad? Autoridad es el poder de ordenar. La voz de la autoridad ha de ser obedecida. Toda sociedad necesita la autoridad. Donde no hay autoridad la sociedad se descompone. Imaginémonos cómo sería la vida sin leyes ni personas que la hagan cumplir. Imaginemos cómo serían nuestros hijos sin la autoridad de los padres. La autoridad es necesaria si queremos que la sociedad funcione bien.
La autoridad no es mala. E s cierto que muchos la han usado mal en busca de sus propios intereses. Sin embargo, la autoridad ha de usarse para crear una mayor armonía. Donde hay autoridad conocemos nuestros límites. La autoridad castiga a quienes rompen con la armonía de la sociedad. La autoridad determina qué es lo correcto y qué es lo adecuado dentro del contexto de nuestras relaciones con los demás. Ésta nos brinda un plan común y nos permite trabajar juntos con propósitos comunes.
Cuando decimos que Dios tiene la autoridad absol uta, estamos diciendo que Él tiene el poder de determinar el plan; y debido a que Su autoridad es absoluta, Él ordena plena obediencia al plan que ha preparado. No hay otro por encima de Él. Él tiene la última palabra en todos los asuntos. Solo puede haber una persona con autoridad absoluta e incuestionable, y solo Dios posee esa característica. Veamos brevemente lo que nos dice la Biblia acerca de la autoridad absoluta de Dios.
Dios tiene autoridad sobre los gobernantes de la Tierra
El rey Nabucodonosor d e Babilonia se jactaba de sus grandes logros. Bajo su administración, Babilonia alcanzó la cumbre de poder e influencia. Sin embargo, su soberbia ofendía a Dios. Nabucodonosor no veía que necesitaba a Dios; él mismo se sentía que era un dios. A causa de su soberbia el Señor hizo que quedara fuera de sus cabales. Por años anduvo por los campos junto a los animales salvajes. Cuando finalmente el Señor lo restauró, el rey Nabucodonosor habló estas palabras:
Todos los habitantes de la tierra son considerados c omo nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces? (Daniel 4:35)
Nabucodonosor llegó a darse cuenta de que había una autoridad superior a la de él en este mundo. Él dobló sus rodillas ante Aquel cuya autoridad es mayor e incuestionable; y aunque era el gobernante del reino más fuerte de la tierra, no pudo cuestionar la autoridad de Dios ni pedirle explicaciones.
Pensemos en esto por un momento. El gran rey Nabucodonosor fue privado de su poder en un instante; vagó por los campos como una bestia; y aunque ningún otro rey sobre la tierra se atrevía a levantarse contra él, quedó indefenso ante el Dios de Israel. Por muy poderosos que los gobernantes de la historia hayan sido, todos tendrán que responder ante el Dios de los cielos. Él está por encima de todos ellos y tienen que sujetarse a Él.
Dios hace lo q ue Él quiere
Muy pocos en la Biblia sufrieron al igual que Job; sin embargo, ésta nos cuenta que él era un hombre justo e íntegro. Nunca es fácil entender el sufrimiento. ¿Por qué Dios libra a una persona y a otra no? ¿Por qué Dios le da una vida de sosiego a unos, sin embargo otros, solo tienen problemas? En medio de su sufrimiento Job aprendió algo muy importante acerca de Dios:
Pero él es soberano; ¿quién puede hacerlo desistir? Lo que él quiere hacer, lo hace. (Job 23:13, NVI)
Dios hace lo que Él quiere. Esta idea n o le llama la atención a muchos, pues piensan que Dios tiene que hacer todo para el beneficio de ellos. Ellos piensan que Dios tiene que rendirle cuentas a Su creación y han reducido a Dios a un sirviente celestial cuya única responsabilidad es satisfacer las necesidades y deseos de Sus criaturas. El Señor se interesa y provee para Sus hijos, pero no lo hace por obligación sino porque ha decidido hacerlo así por amor.
Job descubrió que Dios hace lo que quiere y que nadie puede interponérsele ni acusarlo de hacer mal. Dios no tiene que rendirle cuentas a nadie de Sus acciones. De hecho, ¿quién podría pedirle que le rinda cuentas? Si no fuera por la realidad de que también Dios es bueno, este concepto ciertamente infundiría mucho temor.