A mis hijos, Nicolás y Candela, brújulas que orientan el sentido de mi vida.
A mi hijo no nacido, que acompaña cada uno de mis días.
A Alejandro, sin tu mirada yo no sería yo.
A Olga, el faro que un día se encendió para guiar mi camino. Por ser compañera de vida, de proyectos infinitos e imposibles, presencia permanente y amor inagotable.
A Nicolás y Candela, la pasión tangible y la vida cierta en sus corazones. Por obligar a este adulto imperfecto a reinventarse cada día.
A mis padres, por la apuesta, por la confianza y por el apoyo silencioso a cada loca decisión que he tomado en mi vida.
¿A QUIÉN VA DIRIGIDO ESTE LIBRO?
Este es un libro para toda la familia y para todas las familias. Concebido y gestado con la idea de compartir espacios de fantasía y diversión donde todos aprendamos algo o, al menos, simplemente nos dediquemos a jugar y a pensar, o a pensar jugando.
El genio que llevas dentro tiene como finalidad ahuyentar el obsoleto concepto de «inteligencia» como un constructo único que solo encuentra expresión en el mundo de lo académico. Nuestra intención es demostrar, a padres e hijos, que todos tenemos unas aptitudes más desarrolladas que otras, y que precisamente es en esa diferencia donde reside nuestra singular forma de ser y de estar en el mundo.
La lectura y el juego han sido los vehículos que nos han ayudado a explicar los tipos de inteligencia que existen. Así, invitamos a las familias a dejar de lado un rato los deberes cotidianos, que nos arrastran como tsunamis, y a que se regalen esos minutos de risas compartidas que serán los que nutran los recuerdos y la memoria de nuestros niños mientras vamos descubriendo cuánto de valioso hay en ellos y cómo nos gusta poder ayudarlos a que lo descubran por sí mismos.
Este libro es un viaje a través de las diferentes inteligencias (postuladas por un increíblemente lúcido profesor de Harvard, Howard Gardner), que emprendemos con el fin de potenciar cada una de ellas, disfrutando del camino, y sobre todo ayudar a los más pequeños a aceptar y entender que hay múltiples formas de ser inteligente y ninguna es mejor que otra. En este recorrido los ayudaremos a construir un autoconcepto ajustado, una autoestima basada en el equilibrio y en la maravilla que supone la diferencia, potenciando lo mejor y aceptando lo menos bueno de sí mismos.
Nuestros hijos pasan muchas horas escolarizados. En los colegios e institutos es donde los parámetros de éxito y capacidad que van interiorizando solo se relacionan con lo estrictamente académico. Nosotros sostenemos que somos mucho más que eso y que podemos ayudarles a tener una visión global de sí mismos, ejerciendo de guías que los apoyen hacia el camino profesional y personal que más se aproxime a su potencial y tendencia natural.
Cada capítulo está dedicado a una inteligencia, y en ellos se incluye una breve explicación para padres y otra dirigida a los niños, además de una serie de actividades, que en su mayoría pueden ser compartidas. Todas las inteligencias están vertebradas por un denominador común y esencial: la creatividad.
Hemos decidido incluir lo que el Foro Económico Mundial y otras voces autorizadas en el mundo de la economía y la educación han convenido en definir como «las habilidades del futuro», es decir, las competencias que las nuevas profesiones y la era digital demandarán a nuestros niños de hoy. Muchas de ellas se solapan con «las 8 inteligencias» de Howard Gardner.
En todo caso, este libro es solamente una excusa. Las diferentes inteligencias se desarrollan y practican en cada momento de nuestra vida, cuando los llevamos a la playa, al supermercado, cuando los ayudamos a nombrar la tristeza, a gestionar un momento de ira o cuando hacen un puzle. Sin embargo, encontrar el pretexto para dedicarnos un rato a estar presentes con nuestros hijos nos parece razón suficiente para abordar este proyecto.
Y ese es el motivo esencial de este libro: hacer de nuestra tarea educativa un viaje a disfrutar.
O LGA Y A LEJANDRO
PEQUEINTRODUCCIÓN
Es posible que seas un niño o una niña que disfruta con la lectura. Tal vez por eso me hojeas en este momento. ¿Acierto? Déjame adivinarlo. Estás en un centro comercial, o quizás en una calle concurrida y sientes el impulso de visitar la librería. Entras, rebuscas en sus estantes y me encuentras. ¿No es cierto? O, espera..., tal vez es tu cumpleaños y soy tu regalo. ¡Eso es! O quizá solo es un día más o un día especial, un día para celebrar con un libro. ¡Y aquí estoy! ¡En tus manos!
¡Bah! ¡Qué desastre! Seguro que no he acertado, por eso soy un libro, no un adivino. Sin embargo, déjame decirte que no soy un libro más. Soy libro y mucho más.
Curioso, ¿verdad?
Porque es bien cierto que libro soy,
por eso hojas con dibujos y letras tengo.
Por el camino del aburrimiento no voy,
cuando por el sendero divertido vengo.
Tesoros, secretos y acertijos soy,
y cuando encuentro a otros, a mí me tengo.
¡Oye, una poesía en la introducción y un acertijo poético! Escucha...
Soy un tesoro, soy uno y mil secretos,
soy ocho reinos y un planeta.
Soy cuatro reinas y cuatro reyes.
Soy muchos retos y muchos juegos.
Puedo empezar por el principio o por el final,
puedo terminar al inicio y empezar al acabar.
Soy divertido, divergente y
diversamente inteligente.
Soy un viaje para niños y niñas que
de mil formas son listos, soy un viaje
para pasajeros «diverlistos».
Soy el viaje donde buscando te encuentras;
soy el viaje donde encontrándote, aún no paras
de buscar. Soy un viaje para el genio tímido que
se esconde dentro de ti.
Pero entonces, ¿qué te vas a encontrar cuando comiences a leerme? Dentro de mí hay un planeta con ocho reinos diferentes, que a su vez se parecen mucho entre sí. En cada reino hay personajes de colores cambiantes, que van y vienen. Conocerlos será divertido y muy útil.
Muchas veces te habrás preguntado: «¿Qué seré de mayor? ¿A qué me voy a dedicar?» Incluso puede que hayas escuchado a tus mayores hablar de tu inteligencia: «¡Qué listo es! ¡Qué buenas notas, es muy inteligente!» A veces los mayores hablan de otros niños y dicen cosas como: «No parece muy listo. Vaya notas, no debe de ser muy inteligente.» Pues bien, desde hace tiempo los psicólogos y muchos otros profesionales saben que no hay una única manera de ser listo. Fue uno de ellos, un señor de nombre Howard y de apellido Gardner, quien investigó, desde su universidad en Harvard, acerca de las muchas formas de ser inteligente.