SÍNTENSIS DEL VOLUMEN:
En el presente volumen, a diferencia de los inmediatamente anteriores, dedicados a la filosofía alemana e inglesa, el autor no se ha limitado a estudiar el pensamiento filosófico en Francia durante el siglo XIX, sino que extiende su exposición a gran parte del siglo XX. Abarca, pues, desde las corrientes de pensamiento inmediatamente posterior a la Revolución —el tradicionalismo, los ideólogos y el eclecticismo— hasta Bergson y Sartre, a los que dedica extensos capítulos. En la última parte analiza el personalismo de Mounier, la fenomenología de Merleau-Ponty y expone esquemáticamente el estructuralismo de Lévy-Strauss. Se presta mayor atención que en otras historias de la filosofía contemporánea a la corriente espiritualista que se origina en Maine de Biran y a la filosofía científica francesa de este período.
Una lúcida caracterización de la filosofía francesa ayuda al lector a valorar las obras de escritores que, según advierte el autor en el prólogo, pueden ser filósofos profesionales o literatos cuyas obras tienen significación filosófica.
Ariel Filosofía
Frederick Copleston
De Maine de Biran a Sartre
Historia de la filosofía: 9
ePub r1.3
eudaimov 19.01.15
THE HISTORY OF PHILOSOPHY Vol. IX: Maine de Biran to Sartre
Copleston Frederick, 1975
Traducción: José Manuel García de la Mora
Retoque de cubierta: eudaimov
Editor digital: eudaimov
ePub base r1.2
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA
ARIEL FILOSOFÍA
FREDERICK COPLESTON, S. I.
Profesor Emérito de Filosofía de la Universidad de Londres
HISTORIA DE LA FILOSOFIA
Vol. IX
DE MAINE DE BIRAN A SARTRE
EDITORIAL ARIEL, S. A.
BARCELONA
Título original:
A HISTORY OF PHILOSOPHY Vol. IX: Maine de Biran to Sartre Search Press, Londres, 1975
Traducción de José Manuel García de la Mora
Edición castellana dirigida por Manuel Sacristán
1. ª y 2. ª Edición en Colección Convivium: 1980 y 1982
1. ª edición en Colección Ariel Filosofía: octubre 1984
2. ª edición: abril 1989
3. ª edición: abril 1996
4. ª edición: febrero 2000
© Frederick Copleston
Derechos exclusivos de edición en castellano reservados para todo el mundo y propiedad de la traducción:
© 1980 y 2000: Editorial Ariel, S. A. Córcega, 270 - 08008 Barcelona
ISBN: 84-344-8700-4 (obra completa) 84-344-8729-2 (volumen 9)
Depósito legal: B. 6.236 - 2000
Impreso en España
Notas
[1] Esta frase es ambigua. Si por «el movimiento de la historia» se entiende la sucesión de los acaecimientos, es obvio que los tradicionalistas no eran ciegos para con él. Si la frase implica que el cambio y el progreso (en un sentido valorativo) son términos sinónimos, esta identificación presupone una filosofía de la historia que no puede ser dada, sin más, por supuesta y admitida. Pero sí que es posible, sin duda, que no se reconozca o perciba el hecho de que la emergencia de fuerzas e ideas nuevas excluye la feliz restauración y revivificación de una estructura anteriormente existente.
[2] Véase el vol. III de esta Historia , pp. 259-261.
[3] Considérations sur la France (Bruselas, 1838), p. 2.
[4] Ibid., p. 21.
[5] Ibid., p. 127.
[6] Ibid., p. 128.
[7] Essai sur le principe générateur des constitutions politiques , p. IX. La página de referencia es la del ensayo impreso en el mismo volumen que las Considérations sur la France (Bruselas, 1838).
[8] Examen de la philosophie de Bacon , II, p. 231 (París, 1836).
[9] Soirées de Saint-Pétersbourg p. 258 (Bruselas, 1838).
[10] De Maistre hace una excepción, aunque con reservas, en favor de Inglaterra.
[11] Du Pape , p. 172 (Bruselas, 1838).
[12] Essai analytique , p. 23 (París, 1812). Oeuvres , V, p. 10 (París, 7 vols., 1854).
[13] Recherches philosophiques , I, p. 2. Oeuvres , IV, p. 1.
[14] Essai analytique , p. 36. Oeuvres , V, p. 16.
[15] Ibid., p. 20. Oeuvres , V, p. 9.
[16] Recherches philosopbiques , I, pp. 33-34. Oeuvres , IV, p. 16.
[17] Ibid., p. 12. Oeuvres , IV, p. 6.
[18] Ibid., p. 13. Ibid.
[19] Ibid., p. 35. Oeuvres , p. 17.
[20] Recherches philosophiques , I, p. 85. Oeuvres , IV, p. 40.
[21] Ibid., p. 80. Oeuvres, p. 37.
[22] Ibid., p. 98. Oeuvres , p. 46.
[23] Rousseau hace esta observación en la primera parte de su Discours sur l’origine u les fondements de l’inégalité parmi les bommes.
[24] Cabe argüir que el pensar «para uno mismo» presupone el lenguaje como fenómeno social.
[25] Es obvio que hay que hacer alguna distinción. De lo contrario resulta muy difícil explicar nuestra capacidad de traducir de unas lenguas a otras. Pero esa distinción podemos concebirla como análoga a la que hace Aristóteles entre «forma» y «materia», siendo el pensamiento análogo a las «formas», que no pueden existir aparte de toda materia pero pueden informar una materia diferente.
[26] Legilation primitive , I, p. 134 (París, 18 J 7). Oeuvres , III, p. 49.
[27] Démonstration philosophique , p. 108 (París, 1830). Oeuvres , IV, p. 448.
[28] El poder absoluto es distinguido del uso tiránico o arbitrario del poder.
[29] Génie du christianisme , I, p. 13 (París, 1803).
[30] Ibid., p. 12.
[31] Ibid., p. 11. Estos «sofistas» son presumiblemente les philosophes del siglo XVIII.
[32] Essai sur l’indiférence , I, p. 37 (París, 1823).
[33] Ibid., II, p. 137.
[34] Ibid., III, p. 14.
[35] Ibid., II, p. 382.
[36] Evidentemente, según esta opinión, el politeísmo hay que interpretarlo como un proceso de degeneración a partir de un monoteísmo originario.
[37] De la religion , p. 33 (París, 1826).
[38] Ibid., p. 95.
[39] Du progrés de la revolution , p. 58 (París, 1829).
[40] Ibid., p. 7.
[41] Ibid., p. 256.
[42] Algunos tradicionalistas sostenían que, en tanto que la razón por separado de la tradición (de hecho, revelación) no podía probar la existencia de Dios, una vez tuvo el hombre el concepto de Dios tal como es transmitido en la sociedad pudo ya discernir razones para creer. Otros, en cambio, parecían dar por supuesto que debía rechazarse toda metafísica.
[43] Maurras, condenado en 1945 a prisión perpetua por su colaboración con el régimen de Vichy, se reconcilió con la Iglesia poco antes de su muerte. Pero durante la mayor parte de su vida fue reconocidamente ateo. En cuanto a su filosofía, no era, claro está, un tradicionalismo en el sentido técnico.
[44] Sobre D’Alembert véase vol. VI de esta Historia , pp. 52-55.
[45] Cf. vol. VI de esta