Annotation
¿Qué sabemos del origen del Universo? ¿Del Big Bang? ¿De las estrellas? ¿De la transformación de la materia en vida? ¿De la evolución de las especies y del ser humano? ¿Somos materia del cosmos o la encarnación de un ser espiritual? ¿Hay alguien más allá arriba? . Seres y estrellas es un libro que reconstruye el pasado e interroga sobre el futuro a través de los descubrimientos y las dudas de la ciencia. Incluye, además, un conjunto de reflexiones vitales sobre la primera infancia y que, en muchos casos, siguen sin resolverse. El libro consta de cuatro capítulos nacidos de la investigación periodística y científica, de entrevistas en profundidad y de un coloquio final, narrados en un lenguaje sencillo, sin tecnicismos, para favorecer la comprensión e introducir al lector en el conocimiento de los aspectos fundamentales de la vida en el cosmos.
Jordi Llompart,
Seres y estrellas
Primer» edición: abril, 2000
© 2000, Jordi Llompart, Eudaíd Carbonell,
Jorge Wagensberg y Eduard Salvador
© de la presente edición: 2000, Plaza Se Janes Editores, S. A. Travessera de Gracia, 47-49. 08021 Barcelona
Printed in Spain — Impreso en España
ISBN; 84-01-37681-5 Depósito legal: B. 13.019 — 2000
Fotocomposición: Víctor Igual, S. L.
Impreso en Hurope, S. L. Lima, 3 bit. Barcelona
L3 76815
Agradecimientos
Debo agradecer la colaboración del lnstitut d'Estudis Andorrans en cuya sede oficial de Barcelona tuvieron lugar las entrevistas y discusiones que han servido para elaborar este libro.
Mención especial merece el equipo editorial de Plaza & Janes por el ánimo e ilusión que han entregado a este proyecto.
Prólogo
Seres y estrellas nació como una circunstancia vital esperada, deseada diría yo, después de muchos viajes por el mundo en los que los amaneceres, las noches estrelladas y las veladas ante las brasas de un hogar tuvieron el mismo sabor de fortuna y placer que se siente ante la soledad compartida. Muchas veces fueron instantes mágicos retenidos en la memoria fugaz, y otras acopio de emociones en los bolsillos extendidos de la experiencia. Instantes vividos ante una puesta de sol oxidada en el lago Chamo de Etiopía, ante un crepúsculo místico en las montañas de las Meteoras de Grecia, ante el amanecer refulgente entre las ruinas de Palmira, en Siria, o ante una bóveda celeste esmerilada en el desierto de Sudán. El mundo aparece entonces tan sólo uno, pero enorme, y nosotros, los humanos, un añico, un jirón molecular que palpita ante el todo y la nada a la vez.
La aventura de viajar me puso en contacto con otros que ya lo habían descubierto antes y lo relataron con mayor emoción e intensidad: Josep Pía, J. W. Goethe, Jalel Bouagga, Paul Bowles, Marco Polo, William Langewiesche, Peter Matthiessen... La obra de Matthiessen El leopardo de las nieves, que narra su expedición a 1a Montaña de Cristal del Tíbet, fue el revulsivo final que me animó a escribir este libro que ahora tienen en sus manos. Se preguntarán qué tienen que ver las memorias de un viaje a las montañas del Himalaya con un libro sobre el origen del universo, de la vida y del ser humano. La respuesta no es fácil. Sin embargo creo que podrán comprenderlo si les digo que en ese libro el protagonista se sintió abrumado por el poder y la enormidad de la naturaleza mientras escapaba de los recuerdos de su esposa, que agonizaba de un cáncer.
En cierto modo las experiencias de su viaje hablaban de filosofía y de ciencia con una sencillez conmovedora. Y buscaba respuestas. ¿Quién no se ha preguntado alguna vez sobre sí mismo, sobre el más allá de la vida, sobre nuestra intrínseca naturaleza material y sobre la vida espiritual? Todos lo hemos hecho alguna o muchas veces, pero muy pocas con la suficiente lucidez para engrandecer nuestra personalidad o, si lo prefieren, nuestro espíritu.
Como viajero y, sobre todo, como periodista siempre había deseado investigar y publicar un libro acerca de la «verdad» de la condición humana. Dejen que escriba «verdad» entre comillas y en minúscula, con la limitación y el respeto que me merece la palabra. Y por fin, tras numerosas lecturas, experiencias personales e incluso una fuerte sacudida a mis expectativas por una grave crisis de salud, decidí lanzarme a esta apasionante aventura del saber de los orígenes de la vida, donde el conocimiento y la intuición nos llevan a descubrir la condición humana.
Empecé a diseñar el libro en agosto de 1999. Pensé en dividirlo en cuatro capítulos: la arquitectura del cosmos, el origen de la vida y la evolución de las especies, la evolución del ser humano y, como epílogo, una reflexión sobre nuestra condición de seres humanos. No deseaba publicar una obra de carácter científico para científicos o aficionados a la ciencia, sino más bien un libro divulgativo, accesible a todo el mundo, fácilmente comprensible a pesar de la dificultad evidente que entraña explicar conceptos teóricos complicados. Y sin duda alguna necesitaba colaboradores que aportaran ese grado de sabiduría e ingenio que sólo tienen quienes han ido más allá de lo particular y lo profundo para revelar con autoridad y sin complejos la esencia del conocimiento.
Por fortuna no me costó encontrarlos y convencerles de que participaran en esta fantástica aventura. Jorge Wagensberg, Eduard Salvador y Eudald Carbonell son tres científicos sobradamente conocidos dentro y fuera de España, con un extraordinario bagaje en la investigación y en la divulgación, hacia quienes siento una enorme gratitud. He realizado con ellos, juntos o por separado, varias sesiones de entrevistas (se sometieron a más de quince horas de interrogatorio) que, una vez transcritas y contrastadas, constituyen el hilo conductor del trabajo.
Como supondrán, además de las entrevistas, he tenido en mis manos decenas de libros, artículos científicos y de prensa que han aportado también su grano de paternidad a la obra. Deseo mencionar especialmente el maravilloso libro Cosmos, de Cari Sagan, que resiste el paso del tiempo con un increíble vigor científico y divulgativo; La aventura del universo, de Timothy Ferris; Einstein, el gozo de pensar, de Françoise Balibar; El origen de las especies, de Charles Darwin; El segundo secreto de la vida, de Ian Stewart; ideas para la imaginación impura, de Jorge Wagensberg; From Lucy Lo language, de Donald Johanson y Blake Edgar; La plus belle histoire du monde, de Reeves, Rosnay, Coopens y Simonnet, y muchas otras publicaciones tan dispares como La fuerza del budismo, de Jean Claude Carriére y el Dalai Lama; la Biblia; Luna llena, de Michael Light y Andrew Chaikin, y varios números de las revistas National Geographic, Mundo Científico, Science y Nature. En fin, sé que me dejo algunos títulos de libros y revistas, pero mi relación afectiva con ellos no habrá sido tan intensa.
Antes de entrar de lleno en el libro, desearía tan sólo añadir que el gran esfuerzo intelectual de esta obra no reside tanto en la búsqueda de información, que evidentemente ha sido una tarea enorme, como en desmenuzarlo y filtrarlo todo pacientemente para conseguir un lenguaje divulgativo óptimo que, con unas pocas ideas seleccionadas, nos haga comprender la naturaleza del cosmos, de la vida y de la condición humana, además de suscitar la reflexión. No hay más pretensión que ésta. Esperamos haberlo conseguido. Habrá otros libros con mayor profundidad y complejidad, seguramente mucho más precisos en datos y definiciones. Nos daremos por satisfechos si la lectura de Seres y estrellas abre las puertas a su curiosidad e inquietud para contemplarse a sí mismos como una simple mota de polvo inteligente en medio del océano cósmico.
Jordi Llompart
Febrero de 2000
La esquina de una galaxia menor
Con Eduard Salvador
Uno o más universos
De pequeños solemos vernos como unos seres únicos que aprenden de los gestos y reflexiones vacilantes de los demás; niños sin origen ni destino aparentes, sin preguntas confusas sobre nuestra propia naturaleza, con cada vez mayor autonomía para decidir. Durante la infancia creamos nuestras mejores ilusiones, es quizá la etapa más feliz de nuestra existencia. Descubrimos con asombro el medio natural que nos rodea, aprendemos a comunicarnos e imitamos las conductas sociales de los mayores. Hasta cierta edad, la adolescencia, nada es para nosotros irremediablemente finito ni amargo, incluso los contratiempos y las decepciones acostumbran a ser pasajeros, inconvenientes que estimulan la superación. Y así, paso a paso, año tras año, vamos escribiendo el libro de nuestra propia historia, desde los episodios más felices y despreocupados hasta el epitafio final de la ancianidad. Si nos lo proponemos, podemos relatar en él una historia maravillosa aunque, desde luego, todo dependerá de cómo adaptemos nuestras ilusiones a lo que llamamos simplemente la realidad. Pese a todo, tenemos posibilidades de conseguirlo. En verdad, la mente de un recién nacido es un libro aún por escribir, con los versos posiblemente más bellos o decepcionantes. Sólo el título está escrito de antemano: la vida. Se trata de un título sencillo pero apasionante, del cual sabemos poco aunque lo suficiente para reeditarlo con éxito de generación en generación. Pero ¿qué es ese milagro que llamamos la vida? ¿Somos, tal como creemos, su principal protagonista? ¿Somos o no somos el centro de todo cuanto nos rodea? Y una vez terminado el libro, ¿hay algo más que contar? ¿Eso es todo? No tenemos respuesta segura a estas pre
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