CARL SAGAN (Nueva York, Estados Unidos, 1934 - Seattle, Estados Unidos, 1996), inició en los años cincuenta las investigaciones sobre el origen de la vida que lo harían famoso. Su libro Cosmos ha sido uno de los dos libros de divulgación científica más vendidos de todos los tiempos. El profesor Sagan, que recibió el premio Pulitzer, la medalla Oersted y muchos otros galardones por sus contribuciones a la ciencia, es autor de Los dragones del Edén.
Dedicado a mis hijos Dorion, Jeremy y Nicholas. Ojalá que su futuro —y el de todos los humanos así como otros seres— se presente lleno de promesas.
Título original: The cosmic connection
Carl Sagan, 1973
Traducción: Jaime Piñeiro
Diseño de cubierta: Horus
Editor digital: Titivillus
ePub base r2.1
Notas
[1] Plutón fue descubierto en el año 1930 por Clyde Tombaugh, Su distancia media del Sol, es de 5900 millones de kilómetros y el período orbital es casi de 248 años. La órbita de Plutón es tan excéntrica (0,248), que se acerca aún más al Sol que Neptuno. Por esta razón, cuando se encuentra en la región del perihelio (cosa que ocurrirá en 1989) dejará de ser el planeta más externo. El autor de La conexión cósmica habla de la temperatura que podría existir en Plutón de −34 o −40° , pero, al parecer, existen muchas dudas sobre tal temperatura, hasta el punto de que la mayor parte de los textos la mencionan con una ? N. del T.
[*] El texto dice: «Los Pedalternorotandomovens Centroculatus Articulosus surgieron (¡generación espontánea!), debido a la ausencia, en la naturaleza, de criaturas vivientes en forma de rueda con la capacidad de rodar hacia adelante. El animal aquí representado es conocido popularmente como “tostada francesa” o “rollito de carne”, trata de satisfacer una necesidad muy sentida, cuyos detalles biológicos son aún escasos: ¿es un mamífero, un reptil o un insecto? Tiene un cuerpo alargado formado por articulaciones queratinizadas y tres pares de patas, cuyos extremos se asemejan al pie humano. En el medio de la cabeza gorda y redonda, que tiene un pico de loro fuertemente curvado, están los ojos bulbosos, que, colocados en los tallos, sobresalen a ambos lados de la cabeza. Cuando está en posición estirada, el animal puede moverse lenta y deliberadamente, por medio de sus seis patas, sobre cualquier sustrato (puede subir o bajar escalones empinados, atravesar matorrales o cantos rodados). Sin embargo, tan pronto como recorre un largo camino y tiene una pista relativamente plana a su disposición, presiona la cabeza contra el suelo y rueda hacia arriba a la velocidad del rayo, empujándose con las piernas siempre que aún toquen el suelo. En estado enrollado, tiene la forma de un disco, cuyo eje descentralizado está formado por los ojos en los vástagos. Al empujar alternativamente con uno de sus tres pares de patas, puede alcanzar una gran velocidad. También retrae las piernas a voluntad mientras rueda (por ejemplo, al bajar una pendiente o para reducir la velocidad) y continúa “girando libremente”. Cuando tiene motivos para hacerlo, puede volver a la posición de caminar de dos maneras: primero, abruptamente, estirando repentinamente su cuerpo, pero luego acostado boca arriba, con las piernas en el aire, y segundo, reduciendo gradualmente su velocidad (frenando con las piernas) y desenrollado lento hacia atrás cuando está parado». N. del ED.
[2] Aquí el autor razona bien. Me permito añadir que, por lo que hasta ahora sabemos, el carbono es el elemento más adecuado, por sus propiedades y características, para formar, como dice el señor Sagan, moléculas complejas, y es muy probable que, si existen formas de vida en otros planetas, sean muy parecidas a las terrestres, si no en su forma, al menos en su constitución. No obstante, entre los restantes elementos también el silicio tiene posibilidades de formar estructuras bastante complejas, por lo cual no se puede excluir la posibilidad de que, en algún planeta conocido, existan formas de vida basadas en el silicio. Otra posibilidad (simple hipótesis aventurada y de ningún modo previsión científica) sería que una vida orgánica basada en el carbono a baja temperatura pudiese subsistir en una atmósfera en la que el papel del agua lo desempeñara el amoníaco líquido. Si se tienen en cuenta las condiciones ambientales de Júpiter y Saturno, esta hipótesis adquiere cierto interés. N. del T.
[3] Richard Freyman: Introduction to Physics, Vol. I. Addison Wesley.
[4] Comisión de Investigación y Estudios Espaciales. N. del T.
[*] En español en el original. N. del ED.
[5] Marte gira alrededor del Sol a una distancia media de 228 millones de kilómetros, pero, debido a la notable excentricidad de su órbita (0,09), su distancia varía de 207 millones de kilómetros en el perihelio a 250 millones de kilómetros en el afelio; por esta razón, en la oposición la distancia Tierra-Marte varía considerablemente desde los 56 millones de kilómetros hasta cuando la oposición es menos favorable, 99 millones de kilómetros. N. del T.
[6] Es más claro en la edición en inglés: «Schiaparelli was astonished to see a network of fine straight lines covering the disc of Mars. He called these lines canali, which in Italian means channels However, canali was translated into English as canals a word with a clear imputation of design.». En inglés channel es un pasaje natural para agua u otro líquido, English channel (Canal de la Mancha); mientras que canal es un paso de agua artificial para las embarcaciones, The Panama Canal (Canal de Panamá). Como se ve en español esta diferenciación no se presenta. N. del ED.
Este libro se divide en tres partes a cual más importante. En la primera Carl Sagan intenta transmitir el sentido de la perspectiva cósmica viviendo fuera de nuestras vidas en un diminuto trozo de roca y metal en un Universo de miles de millones de galaxias.
En la segunda parte se relacionan varios aspectos de nuestro Sistema Solar, principalmente con la Tierra, Marte y Venus.
Y en la tercera y última parte, se dedica a la posibilidad de comunicación con la inteligencia extraterrestre en planetas de otras estrellas. Puesto que todavía no se ha establecido ningún contacto, esta parte es necesariamente especulativa.
Carl Sagan
La conexión cósmica
ePub r1.0
Titivillus 25.03.2021
CAPÍTULO 1
UN ANIMAL DE TRANSICIÓN
HACE CINCO MIL MILLONES DE AÑOS, cuando apareció el Sol, el Sistema Solar se transformó desde una negrura impenetrable a un cegador chorro de luz. En las partes interiores del Sistema Solar, los primeros planetas eran grupos irregulares de roca y metal; los desechos, los constituyentes menores de la nube inicial, el material que no se había alejado tras la ignición del Sol.
Estos planetas se calentaron al formarse. Los gases atrapados en su interior fueron exudándose, valga la expresión, para formar atmósferas. Se derritieron sus superficies y los volcanes fueron cosa común.
Las primeras atmósferas se componían de los más diversos átomos y eran muy ricas en hidrógeno. La luz del Sol, al incidir sobre las moléculas de la primitiva temprana atmósfera, las excitó, provocó choques moleculares y produjo moléculas de mayor tamaño. Bajo las inexorables leyes de la Química y la Física, estas moléculas actuaron recíprocamente, formaron verdaderos océanos y dieron lugar a la producción de otras moléculas mucho mayores, moléculas bastante más complejas que aquellos átomos iniciales de las cuales se habían formado, pero todavía microscópicas ante toda posible medida o norma humana.