En estas páginas los detectives Julián Peribáñez y Antonio Tamarit hacen públicas por primera vez, las investigaciones que se vieron obligados a hacer tras ser acusados injustamente de delitos que no cometieron. Ambos trabajaban en Método 3, la agencia de detectives conocida por estar detrás del espionaje político más importante de los últimos años en Cataluña, el popularmente llamado «caso de La Camarga».
La cortina de humo no sólo desvela la verdad sobre los motivos por los que los medios de comunicación tuvieron acceso a esta información y publicaron la noticia; también explica quienes fueron los responsables y, lo más importante, por qué lo hicieron. El lector también conocerá todo lo que se esconde detrás de esta agencia que ha gozado durante años de la máxima confianza de Convergència Democràtica de Catalunya, así como de otros partidos políticos catalanes y españoles.
La cortina de humo es un recopilatorio de casos y personas que han estado, están y/o estarán próximamente en el ojo del huracán. Nada debe precipitarse en el olvido. Presunción de inocencia… para los inocentes, y que se entienda el fondo de lo que deseamos transmitir: la justicia tiene la obligación de actuar sin miramientos contra todos aquellos que han faltado al respeto de sus conciudadanos, contra todos los que se han burlado descaradamente de la población que sufre por mantenerse a flote.
Julián Peribáñez y Antonio Tamarit
La cortina de humo
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Titivillus 26.08.15
Julián Peribáñez y Antonio Tamarit, 2014
Editor digital: Titivillus
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«A la fuerza que me dan mis hijos, al ejemplo de mis padres, al apoyo incondicional de mis hermanos. A Sasha, a Irian, a su madre, a mis primas y a mi tía Ana. A todos los que me habéis ayudado y confiado en mí, que no cabríais en todo este libro».
Toni Tamarit
«Para Martina y Luca; los pequeños en los que depositamos todo nuestro amor y esperanza, y por los que luchamos cada día en la construcción de un mundo mejor. Os quiero».
Julián Peribáñez
JULIÁN PERIBÁNEZ, (1977), graduado en Investigación Privada por la UB y Máster en Criminalística por la UAB. Entró a trabajar en la Agencia Método 3 en noviembre de 2006 como detective raso y acabó desempeñando el cargo de Director del Departamento Internacional. Fue el único trabajador en 23 años en Método 3 en recibir una placa conmemorativa agradeciendo su entrega y dedicación en el «Proyecto Julián», por el cual también recibió una mención honorífica por parte de los Mossos d’Esquadra en noviembre del 2009. También ha recibido otra mención honorífica en grado B por parte de la Policía Nacional y la Guardia Civil por los méritos cumplidos en junio del 2010.
ANTONIO TAMARIT, (1966), se graduó en Investigación Privada en la Universidad de Barcelona. Obtuvo el título de Director de Seguridad en la UVIC, también cursó el Máster en Investigación de Siniestros, en la Fundación Mapfre Estudios. Es especialista en investigaciones de fraude y económicas. En 1988 entró a trabajar en Método 3, después creo su propia agencia. En 1988 Método 3 le ofreció abrir y dirigir su oficina en Madrid y trabajó allí durante doce años llevando a cabo la mayor parte de investigaciones en el extranjero.
Notas
[1] Francisco Marco Fernández, director de la agencia de detectives Método 3 S.A. En los círculos profesionales sus amigos lo llaman «Paquito». En su partida de nacimiento consta que nació en 1972. Los que han tenido ocasión de conocerlo aseguran que su especialidad es hacer «paquitadas».
[2] Julián Peribáñez estuvo detenido por participar en el caso de espionaje registrado en julio de 2010 en el restaurante La Camarga de Barcelona donde se grabó —con micrófono oculto y sin que las personas cuya conversación se grabó dieran su consentimiento— la conversación mantenida entre la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho y la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, María Victoria Álvarez.
[3] Ahora, Fèlix Millet va en silla de ruedas (operación prótesis de cadera) y su abogado defensor, Jordi Pina, lamenta que a su patrocinado le insultan por la calle y que, pobre, a causa de los improperios que recibe no puede sentarse ni en bares ni en cafeterías. Otro de sus abogados, Abraham Castro, cree que la fiscalía busca la cadena perpetua contra Millet, que tiene más de ochenta años y siempre ha vivido a cuerpo de rey. Cuando estalló el escándalo del Palau en los círculos catalanistas lo repudiaron, pero no tuvieron más remedio que admitir que se trataba de un dels nostres.
[4] Valencia, buen sitio. Allí, imperó Francisco Camps Ortiz, el hombre de los trajes regalados que pagaba de su bolsillo. Allí, el papa Benedicto XVI multiplicó los panes y los peces para que unos cuantos llenaran la andorga hasta reventar. Allí, en el palacio de los Borgia, mandado construir por los duques de Gandía para que se sentaran los tres brazos del reino, ocupan plaza saqueadores de reconocido prestigio. Uno de ellos, Rafael Betoret, exjefe de gabinete de la consejería de Turismo del Gobierno que comandaba el citado Francisco Camps, fue condenado como autor de un delito de cohecho impropio [para entendernos, recibir prebendas por el morro] y además de la multa que le impuso el juez, tuvo que devolver once trajes, cuatro chaquetas, dos abrigos y un pantalón. Era vestuario que le habían regalado para que dispensara un trato de favor a las propuestas que le hacían llegar los hombres de Francisco Correa, el Gürtel que pisaba firme en la boda que celebró en El Escorial el presidente José María Aznar para que se casase su hija Ana. El ropaje que devolvió Rafael Betoret por orden del juez fue a parar a los pobres. Pobres pobres, tener que ir vestidos de domingo a que las caridades del Domine Cabra les proporcionen cuatro berzas para poner vitaminas en el caldo del cocido y les dejen de rutar las tripas. En los puertos impera la ley del silencio. Elia Kazan hizo que le partieran la cara a Marlon Brando por no plegarse a las exigencias del mafioso Johnny Friendly, personaje que tenía montada la fábrica de hacer dinero en los muelles neoyorquinos. Desde allí, Johnny Friendly dominaba el mundo de los estibadores que trabajaban en la zona. El padre Barrie animó a Marlon Brando a que acudiese a los tribunales para contar todo lo que sabía. ¿Se acuerdan? El tribunal popular que juzgó el caso de los trajes de Francisco Camps Ortiz declaró al encausado no culpable. El abucheo fue general. Una juez consideró que El Periódico de Catalunya debía pagar un euro a Xavier Martorell Villalobos por haberle vinculado en una trama de espionaje político. El carcajeo todavía resuena en la redacción de ese diario.
[5] En abril del 2014, el sociólogo Manuel Castells —autor de referencia en lo que se conoce como sociedad de la información— cerraba así un artículo que había empezado recordando que el presidente Jordi Pujol i Soley era de los que notaban que cuando el Barça perdía, Catalunya se despertaba apesadumbrada: «La conexión entre tramas mafiosas del fútbol y tramas políticas dispuestas a todo puede haberse cruzado en la trayectoria del que fue el mejor equipo del mundo». A muchos lectores les extrañó sobremanera que en un artículo de este tipo el profesor Manuel Castells no hubiese incluido en alguna parte el nombre de Xavier Martorell Villalobos. Claro que bien pudiera ser porque Martorell hacía años que había dejado de formar parte del entramado del Barça.