Una propuesta autorizada para acabar con el bucle agotador de tensión y desconfianza mutuas.
Ante quienes solo ven posible el choque o, en el mejor de los casos, el debate destemplado, los cuatro autores de este libro —que han pedido prestado para el título el primer verso de la conocida oda de Joan Maragall— apuestan por hablar e intentar escuchar al adversario, por convencer y no por derrotar, por hallar vías de entendimiento y acuerdo antes que aceptar como inevitable o la secesión o el seguir como estamos, en un bucle agotador de tensión y desconfianza mutuas.
El libro quiere ser una aportación razonada, documentada y tan firme como serena por abrir un cauce fructífero a la voluntad de diálogo y reencuentro de la mayoría de españoles; incluidos muchos catalanes, como lo son los que suscriben el texto. El texto viene firmado por cuatro personalidades de distintos signos políticos y, por tanto, con reflexiones y propuestas también distintas y plurales. Con un mensaje de fondo claro: la secesión no es la única respuesta al desencuentro.
PRÓLOGO: ÚLTIMA LLAMADA
Al cierre de este libro, el Gobierno de la Generalitat ha dado a conocer su intención de convocar a los ciudadanos de Cataluña a un referéndum, el día 1 de octubre, con esta pregunta: «¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente en forma de República?». Lamentamos que esta haya sido la decisión adoptada por el Ejecutivo que preside Carles Puigdemont, convencidos como estamos los cuatro autores que firmamos los textos que siguen de que no es la solución al contencioso que tenemos planteado.
El debate sobre la organización territorial de España y, en concreto, la relación Cataluña-España viene protagonizando en los últimos años, casi acaparando en muchos momentos, el escenario político en nuestro país. Sobre ello son numerosos los libros publicados y muy diversas las voces que hemos tenido ocasión de escuchar.
Consideramos, a propuesta de los editores, intentar por nuestra parte una aportación a ese debate, justo ahora cuando todo indica que hemos entrado en una fase decisiva, aparentemente sin posibilidad alguna de vuelta atrás de un casi inevitable choque institucional de consecuencias del todo imprevisibles y graves para todos.
Movidos quizá por un exceso de optimismo pero al mismo tiempo convencidos de que había que intentarlo, creemos que una nueva reflexión sobre ese complejo problema sigue siendo tan necesaria como por supuesto lo es la acción o las iniciativas políticas que se emprendan para darle una salida de aceptación mayoritaria y siempre dentro de los cauces democráticos, esto es, dentro de la legalidad constitucional que desde 1978 rige nuestra convivencia en libertad.
Los cuatro firmantes de este libro solo pretendemos aportar algo de luz y algunas propuestas cuando el ruido emocional que envuelve este debate tiende a oscurecer las mentes y a precipitar decisiones que solo llevan a la frustración y al conflicto estéril. Eso sí, nuestra posición compartida está claramente expresada en el título y subtítulo del libro: reclamamos, por unanimidad, que nos escuchemos; proclamamos que la única salida es el entendimiento, y nos manifestamos sin ambages en contra de la secesión.
Este es, por tanto, un libro sin equívocos. Los cuatro autores rechazamos cualquier decisión y procedimiento que no respete la legalidad y se adopte violándola; es decir, no solamente no somos independentistas sino que nos oponemos por ejemplo a un referéndum que no sea legal. En definitiva, ninguno de los cuatro está a favor de saltarse de ningún modo el orden constitucional.
Esperamos que los lectores acojan nuestras reflexiones siquiera como una opinión más que considerar. En las páginas siguientes hallarán cuatro textos distintos pero con un sustrato y objetivo compartidos: aportar serenidad donde demasiadas veces prevalecen las posiciones enconadas y ofrecer argumentos que favorezcan el diálogo y el acuerdo como único marco para resolver las diferencias que han crispado el litigio territorial en España.
A estas alturas, esa apuesta por el entendimiento y por rechazar la secesión tal vez sea un reto que se antoje utópico, pero lo cierto es que incluso los puentes rotos pueden rehacerse con argumentos racionales y, sobre todo, con voluntad.
J OSEP B ORRELL
F RANCESC DE C ARRERAS
J UAN -J OSÉ L ÓPEZ B URNIOL
J OSEP P IQUÉ
Barcelona y Madrid, 14 de junio de 2017
CATALÁN, ESPAÑOL, EUROPEO
J OSEP B ORRELL
¿U N PROBLEMA ENTRE CATALUÑA Y ESPAÑA
Y/O UN PROBLEMA ENTRE CATALANES ?
Acabo de escribir mi contribución a este libro colectivo que llama a la escucha y el diálogo al mismo tiempo que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha rechazado comparecer en el Congreso si antes el Gobierno español no se compromete a autorizar un referéndum de autodeterminación en Cataluña. Además, para instarle a negociar las condiciones del mismo, ha enviado una carta al presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, a la que adjuntaba un acuerdo del Gobierno catalán de JxSí sobre su voluntad de «ejercer el derecho a la autodeterminación». Es un nuevo ejemplo de esa doblez consistente en pedir diálogo al mismo tiempo que se anuncian actuaciones contrarias a la legalidad, como el economista y profesor Antoni Zabalza denunció con gran acierto en uno de sus artículos. Comparto su opinión de que «lo que hoy separa a la Generalitat del Gobierno central es algo tan grave como concepciones incompatibles de lo que es un Estado de derecho». A lo que añade: «Cuando exigen un referéndum de autodeterminación, Puigdemont y [Oriol] Junqueras dejan de hacer política para situarse en el desacato de las leyes. Pueden desafiar al Estado y pueden ganar o perder su desafío. Pero no pueden a la vez desafiar y negociar».
Por ese motivo, la asociación cívica Portes Obertes del Catalanisme presentó el 11 de mayo de 2017, en el Colegio de Abogados de Barcelona, un manifiesto titulado Contra la ley, no; solo con la ley, tampoco. En él se señalaba que la llamada a «la desobediencia tampoco ayuda a resolver los problemas y además degrada nuestras instituciones de autogobierno [...] y deteriora la convivencia democrática», pues «solo desde el diálogo y la negociación se puede cambiar el actual marco legal para reformarlo y adaptarlo a las necesidades e inquietudes de la sociedad actual». En el acto, destacados juristas subrayaron el callejón sin salida en el que el independentismo ha colocado a Cataluña y rechazaron la absurda comparación entre la democracia española y Turquía que Puigdemont, un personaje inmune al ridículo, había hecho en unas conferencias en el extranjero.