GEORGE ORWELL (Motihari, India, 1903 - Londres, 1950), cuyo nombre real era Eric Blair, fue novelista, ensayista brillante y maestro de periodistas. Podría decirse que su breve vida resume los sueños y las pesadillas del mundo occidental en el siglo XX. Nació en la India británica en el seno de una familia de clase media, estudió con una beca en el exclusivo colegio de Eton, sirvió en la Policía Imperial en ultramar (Los días de Birmania, 1934), volvió a Europa, donde vivió a salto de mata (Sin blanca en París y Londres, 1933), regresó a la Inglaterra rural y empezó allí el ejercicio de la docencia (La hija del clérigo, 1935), escribió sobre la clase obrera inglesa y la explotación (Que no muera la aspidistra, 1936; El camino a Wigan Pier, 1937), recogió su experiencia de lucha contra el fascismo en la turbulenta Guerra Civil española (Homenaje a Cataluña, 1938), vislumbró en la convalecencia posterior el derrumbe del viejo mundo (Subir a por aire, 1939), colaboró con la BBC durante la Segunda Guerra Mundial, se consagró en el Tribune y el Observer como uno de los mejores prosistas en lengua inglesa (entre su vasta producción ensayística cabe destacar El león y el unicornio y otros ensayos, 1940), fabuló las perversiones del socialismo (Rebelión en la granja, 1945) y llegó a anticipar nuevos tipos de sociedad burocrática e hiperpolítica (1984, 1949). A pesar de su temprana muerte, se le sigue considerando la conciencia de una generación y una de las voces más lúcidas que se han alzado contra toda clase de totalitarismos.
Título original: Notes on Nationalism
George Orwell, 1945
Traducción: Juan Antonio Montiel
Editor digital: Titivillus
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Notas
[1] Las naciones, o incluso entidades más difusas como la Iglesia católica o el proletariado, suelen ser pensadas como si fuesen individuos, y a menudo se alude a ellas en femenino. En cualquier periódico pueden encontrarse afirmaciones tan patentemente absurdas como que «Alemania es traicionera por naturaleza», y cualquiera se atreve a realizar generalizaciones temerarias sobre el carácter nacional («El español es un aristócrata nato» o «Todos los ingleses son hipócritas»). De vez en cuando, se reconoce que estas generalizaciones son infundadas, pero el hábito de repetirlas persiste, y gente que afirma tener un punto de vista internacional, como Tolstói o Bernard Shaw, incurre frecuentemente en ellas.
[2] Unos cuantos escritores de tendencia conservadora, como Peter Drucker, predijeron un acuerdo entre Alemania y Rusia, pero esperaban que fuera una alianza como tal, o una amalgama permanente. Ningún escritor marxista o izquierdista, o de cualquier otro color político, estuvo siquiera cerca de predecir el pacto.
[3] Los analistas militares de la prensa popular pueden identificarse en su mayoría como prorrusos o antirrusos, reaccionarios o antirreaccionarios. Errores tales como creer inexpugnable la Línea Maginot o predecir que Rusia conquistaría Alemania en tres meses no han dañado su reputación porque han procurado decir justo aquello que su público particular quería escuchar. Los dos críticos militares más favorecidos por la clase intelectual son el capitán Liddell Hart y el general de división Fuller; el primero sostiene que la defensa es mejor que el ataque y el segundo, que el ataque es mejor que la defensa. Esta contradicción no ha impedido que ninguno de ellos sea aceptado como autoridad por un mismo público. La razón secreta de su fama en los círculos de izquierda es que ambos están en desacuerdo con el Ministerio de la Guerra.
[4] Se trata de una versión, en forma de comedia musical, del cuento «Alí Babá y los cuarenta ladrones», escrita por Oscar Asche y con música de Frederic Norton. Se estrenó en 1916 y gozó de enorme popularidad. (N. del T.)
[5] Es decir, lo mismo antes que después de la Primera Guerra Mundial. (N. del T.)
[6] La Segunda Guerra Mundial. (N. del T.)
[7] Se trata de un poema de Alfred Tennyson que hace referencia a la desastrosa carga de caballería del ejército británico en la batalla de Balaclava, el 25 de octubre de 1854, durante la guerra de Crimea. (N. del T.)
[8]Little Englander, como opuesto a imperialista. (N. del T.)
[9] Algunos norteamericanos han expresado su insatisfacción por el uso de «angloestadounidense» como forma de combinación de estas dos palabras. Proponen que se sustituya por «americobritánico».
[10] Basada en la idea de que lo similar produce lo similar. (N. del T.)
[11] El News Chronicle invitaba a sus lectores a ver el noticiero cinematográfico en el que podía observarse la ejecución completa con acercamientos de cámara. El Star publicó, al parecer con la aprobación general, fotografías de colaboracionistas semidesnudas acosadas por la chusma de París. Las fotografías tenían un notable parecido con las fotografías nazis de judíos siendo acosados por la chusma de Berlín.
[12] La Cámara Estrellada era un tribunal inglés destinado a juzgar a los nobles. Se fundó en 1487. William Laud, arzobispo de Canterbury, la utilizó como instrumento de opresión durante el reinado de Carlos I. Tomaba su nombre de la decoración de la habitación donde celebraba sus sesiones, en la abadía de Westminster. Fue abolida en 1640. (N. del T.)
[13] El Motín de la India o Rebelión de los cipayos (1857-1858) fue un levantamiento de los soldados hindúes del ejército de Bengala contra el poder británico. Motivó una violenta represión. (N. del T.)
[14] Un ejemplo es el pacto germano-ruso, que se busca borrar de la memoria pública tan pronto como sea posible. Un corresponsal ruso me informa de que se ha omitido cualquier mención al pacto en los libros del año rusos, que dan carpetazo a los eventos políticos recientes.
[15] Un buen ejemplo es la superstición referida a la insolación. Hasta hace poco, se creía que las personas de raza blanca eran mucho más propensas a la insolación que las otras, y que un blanco no podía caminar con seguridad bajo el sol tropical sin llevar un salacot. No ha existido jamás la menor evidencia que apoye esta teoría; sin embargo, servía al propósito de acentuar la diferencia entre los «nativos» y los europeos. Durante la guerra, la teoría fue silenciosamente dejada de lado, y ejércitos enteros combatieron en los trópicos sin llevar salacot. Parece ser que, mientras esta superstición estuvo en boga, los doctores ingleses en la India la sostuvieron tan firmemente como los legos.
[16] Organización pacifista fundada en 1934 por el canónigo de la catedral de San Pablo, Dick Sheppard. (N. del T.)
[17] Por la cual los británicos impidieron, en 1942, que los nazis conquistaran Egipto y controlaran el canal de Suez. Supuso un punto de inflexión en la Segunda Guerra Mundial. (N. del T.)
[18] El fallido intento de los nazis de destruir la fuerza aérea británica. Tuvo lugar entre julio y octubre de 1940. (N. del T.)
[19] Fundado por Ted Grant (1913-2006), era el órgano de la Workers’ International League (Liga Obrera Internacional). (N. del T.)
[20] La guerra de los bóers, que se desarrolló en dos etapas, la primera en 1880-1881 y la segunda entre 1889 y 1902, enfrentó a la Corona británica con los colonos de origen neerlandés de Sudáfrica, llamados bóers o afrikaaners, y tuvo como resultado la desaparición de las dos repúblicas independientes que estos habían fundado.