David Hume (Edimburgo, 1711-1776) fue un filósofo, economista e historiador escocés. Su influencia ha sido reconocida por autores tan diversos como Kant y Schopenhauer. Además de la que se considera su obra central, Tratado de la naturaleza humana, publicó varios estudios en torno a la religión, el libre albedrío, la responsabilidad y la experiencia.
Este trabajo fue realizado, en parte, gracias al apoyo del programa de investigación “Significación de la Modernidad para el Pensamiento Contemporáneo” desarrollado en la Universidad Nacional Autónoma de México durante 1993 y 1994.
DEL SUICIDIO
DE LA INMORTALIDAD DEL ALMA
Edición, traducción, introducción y notas: Rafael Saldaña Muñoz
Ilustración de portada: Kim Strigfellow, The Death of Chatterton, 1991
Diseño de portada: Ivonne Murillo
D.R. © 2017, Editorial Océano de México, S.A. de C.V.
Eugenio Sue 55, Col. Polanco Chapultepec
C.P. 11560, Miguel Hidalgo, Ciudad de México
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Primera edición en libro electrónico: septiembre, 2017
eISBN: 978-607-527-342-6
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Libro convertido a ePub por:
Capture , S. A. de C. V.
Que tu lengua no sepa lo que piensas.
W ILLIAM S HAKESPEARE
PREFACIO
D avid Hume es uno de los filósofos más influyentes en los últimos 250 años. Parte de su fama e importancia se deben a su aproximación —atrevidamente escéptica— a un amplio rango de asuntos filosóficos. Cuestionó las nociones comunes de la identidad personal, y argumentó que no existe un “yo” permanente que continúe a través del tiempo. Desechó las explicaciones comunes de la causalidad y argumentó que nuestras concepciones de la relación causa-efecto están fundamentadas en hábitos de pensamiento, más que en Apercepción de fuerzas causales en el mundo externo mismo.
Sin embargo, los puntos de vista más controvertidos de Hume involucraron las creencias religiosas. Sostuvo que no es razonable creer en los testimonios de los presuntos hechos milagrosos. Contra el argumento común de que la existencia de Dios podía probarse a través de un patrón causal, Hume ofreció convincentes críticas a las pruebas teístas más extendidas. También, contra el punto de vista común de que Dios desempeña un importante papel en la creación y el refuerzo de los valores morales, Hume ofreció una de las primeras teorías éticas puramente seculares, que fundamentan la moralidad en las consecuencias placenteras y útiles que resultan de nuestras acciones.
Quizá sus ataques más extremos a la religión se incluyeron en dos ensayos, Del suicidio y De la inmortalidad del alma. En el primero de ellos argumenta que el suicidio no es contrario a los deberes que comúnmente se sostienen para con Dios, nosotros mismos o los demás. Gran parte de ese ensayo se enfoca en los deberes religiosos, y argumenta que Dios ha dejado a nuestra discreción aumentar o acortar nuestras vidas individuales, según lo consideremos apropiado. El segundo ensayo ataca un amplio rango de argumentos a favor de la inmortalidad del alma. Las tesis de Hume eran tan controversiales que fue forzado a abandonar los planes de publicar los dos ensayos durante su vida. Cuando éstos aparecieron finalmente, la reacción pública fue más negativa de lo que había sido con cualquiera de sus otros escritos.
Hoy en día los filósofos consideran estos ensayos de Hume importantes discusiones clásicas sobre el suicidio y la inmortalidad. Nuestras actitudes con respecto a esos temas son un poco más libres de lo que fueron en la época de Hume. Sin embargo, más de 200 años después de su primera publicación, sus ensayos aún resultan bastante atrevidos y suscitan reflexiones.
Tan interesante como esos textos, la historia que se esconde tras la censura inicial de ambos es igualmente esclarecedora. En esta edición de los dos ensayos de Hume, Rafael Muñoz Saldaña articula espléndidamente el trasfondo intelectual de estas piezas. Explica cómo, a pesar del valor que daba la Inglaterra del siglo XVIII a la libertad de expresión, Hume fue presa de los censores de su época. Cuando entendemos ese trasfondo, podemos ver mejor de qué manera Hume fue más allá de los límites de la libre expresión, y podemos apreciar a estos ensayos en todo su atrevimiento.
James Fieser
Universidad de Tennessee en Martin
marzo de 2001
ADVERTENCIA
L as antologías comunes de los textos de Hume suelen incluir sus ensayos Del suicidio y De la inmortalidad del alma sin mayores preámbulos o comentarios referidos a su historia editorial. Incluso ambos —con sus exiguas páginas— han merecido pocos intentos profundos de interpretación, convertidos en meros elementos decorativos en el panorama de su obra, sus planteamientos éticos y su visión de la experiencia religiosa.
Al establecer las coordenadas históricas de la época en que fueron escritos, y su nexo con la biografía del propio Hume, las circunstancias en que aparecieron y se fueron dando a conocer se revelan tan interesantes —o más aún— que sus propios contenidos, pues representan un caso significativo de censura y limitaciones a la libertad de expresión.
Ofrecer un recuento razonado de los hechos de su prohibición es el objetivo de la Presentación histórica que precede a la edición de los textos mismos y le da razón de ser. La segunda sección de este volumen es una edición restaurada de ambas piezas en su idioma original que busca conseguir la versión más cercana a la última voluntad de su autor. La tercera sección incluye una traducción al español, que parte de la edición restaurada, con notas y precisiones sobre ambos textos.
Si nuestro texto logra incitar a los lectores para que observen uno de los rincones más oscuros de la vida y la obra de Hume y los invita a reconsiderar lo peligroso que ha sido expresar determinadas ideas en determinados momentos de la historia, habrá logrado con creces su propósito.
PRESENTACIÓN HISTÓRICA
El escenario de la libre expresión
¡Qué decís! ¿Pensáis que no hay placeres en las sombras?
A NTIPATRO EL C IRENAICO
E l propósito general de esta sección consiste en trazar el paisaje cultural en el que surgieron los dos ensayos de Hume y se suscitó el problema de su prohibición. En él se mencionan las razones contextúales para comprender por qué sufrió Hume una censura autoritaria y comprobar, más adelante, que evitó la publicación de Del suicidio ( DS ) y De la inmortalidad del alma ( DIA ) por miedo a que se le siguiera una causa judicial. Con este fin describimos el espíritu de la época y aportamos algunos datos útiles como correlatos históricos para comprender la problemática que impidió la publicación de los textos. También exploramos la Areopagítica de John Milton, uno de los ensayos más importantes en defensa de la libertad de expresión que se han escrito en la historia de Occidente y que parecía preludiar los problemas que sufrió nuestro autor casi un siglo después.
En el transcurso de los años 1749-1755, señalados como fecha de redacción de DS y DIA , el mundo intelectual de Francia e Inglaterra había acusado cambios significativos. Durante ese lapso murieron Nicolas Fréret, el erudito francés; el moralista Louis-Jean Lévesque de Pouilly; Ludovico Muratori, importante historiador italiano; Julien Offroy de La Mettrie, médico francés; el político inglés Henry St. John, lord Bolingbroke; y el filósofo empirista, antecesor directo de Hume, George Berkeley.