Vicente Alberto Biolcati - La Edad Crepuscular

¿Puede el hombre cegarse a la realidad y persistir en el error demasiado tiempo?

Este trabajo, lúcida interpretación del núcleo fundamental de la obra de René Guénon, supone responder a dicho interrogante. Su autor, licenciado en filosofía en la Universidad Nacional de Buenos Aires, ha tomado, basándose en dicha obra, una definida posición frente al mundo occidental de nuestros días y está realizando una denuncia sin concesiones del itinerario suicida transitado por este último, infatuado por la trágica superstición del progreso.

Según René Guénon, al olvido irresponsable del auténtico conocimiento tradicional debe nuestra civilización el hundimiento en una progresiva barbarie y su constitución en un mero reino de la cantidad, expresión monstruosa de su retroceso. En efecto, el Occidente moderno cultiva con casi absoluta exclusividad las ciencias de la materia y se proyecta ingenuamente en una simple exterioridad, impotente tentativa de compensar su creciente atrofia espiritual.

Consecuente con su intento de ignorar a Dios, nuestra sociedad actual exhibe una pueril ansiedad de exhibición y manipuleo de su juguetería técnica, ruidoso sonajero, exponente de su indigencia y de su esencial vacuidad.

La implacable advertencia de nuestro autor encierra una esperanza: que Occidente despierte de la obnubilación que lo sumerge y retome su tradición varias veces milenaria.

Vicente Alberto Biolcati

Interpretación de la obra de René Guénon

ePub r1.0

Titivillus 24.04.18

Título original: La Edad Crepuscular

Vicente Alberto Biolcati, 1980

Editor digital: Titivillus

ePub base r1.2

Este trabajo constituye en su esencia, un intento de explicitar las ideas básicas de René Guénon en cuanto a lo que ocultan, en su germinar soterraño, las manifestaciones visibles de la modernidad. No conocemos otro pensador que haya llegado a tanta profundidad en la investigación de aquello que subyace, de manera larvado, bajo las expresiones materiales del mundo occidental de nuestros días. Toda su obra encierra una denuncia sin concesiones a la instrumentación de la ingenua y supersticiosa fantasía de “progreso”, la cual, por obnubilara nuestra civilización, ha llegado a transformarse en una entelequia.

Hemos buceado en el núcleo de su mensaje y lo compartimos plenamente. Debido a ello, y por estar así totalmente identificados con el hontanar de su relevante aprehensión ontológica, las concepciones intelectuales de Guénon cimientan implícitamente todo este estudio. Ellas partan de la Tradición universal, sustento raigal de todas las tradiciones particulares.

De acuerdo a este conocimiento liminar, el que sabe realmente no crea ni inventa nada al comunicar dicho saber. Su originalidad consista justamente, como lo dice el término, en clarificar de la mejor manera posible lo que está en el origen, en la fuente suprema, eterna e inmutable de lo aparencial, es decir, en la unidad antes de la diversidad.

Habiéndonos consustanciado íntimamente con esta respuesta cimera, final de un itinerario conceptual que se inicia con la interrogación inicial y perpetuamente rediviva, hemos pretendido, en lo fundamental, no realizar más que una sola cosa: simplemente transmitir dicha respuesta reveladora. En esta forma ella deviene luminosa y proficua, al confesarse prima facie ignara del Absoluto.

Antes de proseguir el camino de esta parábola autoesclarecedora, y para no quedar sorprendido con muchas de las aseveraciones ínsitas en su recorrido, aconsejamos al lego en el campo metafísico procurar la realización del esfuerzo que supone situase en el universo categorial abarcado por las doctrinas tradicionales. Este ámbito axiológico implica una ruta intelectual reflejante de conceptos totalmente ajenos a los articulados en los sistemas racionales, los cuales recortan el espacio cognoscitivo transitado por la filosofía contemporánea.

De acuerdo a experiencia adquirida, nos hemos decidido a dar, en los temas más importantes, lo que puede parecer un exceso de explicaciones y a producir repeticiones aparentemente innecesarias. Tal actitud, proveniente de la comprobación de su uso eficaz en muchos textos doctrinarios de Oriente y Occidente, responde a la pretensión de ser comprendidos con toda claridad y al desideratum de que tales proposiciones no permanezcan crípticas y en cambio puedan hacerse evidentes al cuestionamiento profano.

También deseamos expresar lo siguiente: el único motivo que nos ha impulsado a publicar esta interpretación de la obra guenoniana consiste en la esperanza de que pueda contribuir a despertar y a concientizar, por lo menos en algunos seres, la percepción de la verdadera realidad del mundo moderno. Si esto ocurriera, la tarea emprendida con la intención mencionada no habría sido vana.

Se han seguido las grafías de transliteración de vocablos empleadas por R. Guénon, a su vez mantenidas por Vicente Biolcati.

VICTOR ALBERTO BIOLCATI — Filósofo argentino que consagró su vida a la difusión e interpretación de la obra del metafísico francés René Guénon, al mismo tiempo que a la crítica del mundo moderno dando a conocer el llamado pensamiento “tradicionalista”.

En el año 1975 obtuvo la licenciatura en filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Argentina, con la Tesis Rene Guénon y su crítica a la modernidad, siendo su director Víctor Massuh. Dicha tesis posteriormente, en el año 1980, aparecería elaborada bajo el formato de libro con el título La Edad Crepuscular.

Biolcati poseía además cuatro títulos académicos, entre ellos, el de ingeniero en gas y petróleo. Durante más de 20 años trabajó en el organismo estatal Gas del Estado, siendo cesanteado —a una edad ya madura— por el gobierno militar argentino de ese entonces, conocido como Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983). Esto lo motivó a realizar una especie de “exilio interior”, radicándose en el sur del país, en la Patagonia, más precisamente en la localidad cordillerana de El Bolsón. Retornando posteriormente a la ciudad de Buenos Aires al llegarle la edad de la jubilación, lugar donde se dedicó sin tregua tanto a escribir como a brindar numerosas conferencias.

Según sus allegados era “una persona precisa en sus aseveraciones, su lenguaje era impactante y tenía una gran capacidad de comunicación y de exponer en muy pocas palabras las propias ideas”. Aquejado por un grave problema de salud falleció en el año 2010.

Entre sus obras se destacan: La edad Crepuscular; La Luz: Símbolo y Metafísica; La Horda Devastadora: visión de Occidente hacia fin de milenio; El Camino Universal; La liturgia de Lucifer: el reino de la máquina y el naufragio del intelecto; etc.

• — Aperçus sur l’initiation.
• — Aperçus sur l’ésotérisme chrétien.
• — Aperçus sur l’ésotérisme islamique et le taoïsme.
• — Comptes rendus.
• — Études sur la Franc-maçonnerie.
• — Études sur l’hindouisme.
• — Initiation et réalisation spirituelle.
• — Introduction générale à l’étude des doctrines hindoues