Miguël Lecomte - Estructura tus ideas con el mind mapping

Miguël Lecomte, 2017

Traducción: Laura Bernal Martín

Editor digital: Titivillus

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• ¿Problemática? La mente humana es compleja, y tener las ideas claras no siempre es fácil cuando hay que tener muchos elementos en cuenta. Entonces, ¿por qué y cómo utilizar los mapas mentales para estructurar el pensamiento?
• ¿Utilidad? La realización de un mapa mental, o mapa heurístico, permite anotar rápidamente las ideas en un papel destacando directamente los vínculos entre los distintos elementos.
• ¿Contexto profesional? Presentación en interno o ante un cliente, toma de notas, lluvia de ideas o brainstorming, planificación de un proyecto, innovación, etc.
• ¿Preguntas frecuentes?
  • ¿Por qué el mapa mental es tan original?
  • ¿Por dónde comenzar a elaborar un mapa mental?
  • ¿Se puede utilizar un mapa mental para presentar un proyecto?
  • ¿Cuáles son las grandes ventajas del mind mapping?
  • ¿Cómo leer un mapa mental?
  • ¿Tengo la obligación de utilizar un programa informático para cartografiar mis ideas?
  • ¿Tengo que tener conocimientos avanzados de informática?
  • ¿El mapa mental puede ayudarme en mis estudios?
  • ¿Es cierto que los mapas mentales sirven para cualquier proyecto?

Actualmente, y en nuestras sociedades modernas, es necesario ser capaz de adaptarse al flujo de datos cada vez más intenso que nos asedia diariamente. Además, las exigencias y las limitaciones administrativas, que nos impone el ritmo al que nos llega la información, nos dejan a menudo desarmados frente a la necesidad de tratarlas eficazmente y en un tiempo récord.

Es aquí donde entra en juego una técnica que se inspira en el funcionamiento del cerebro humano: el mind mapping o técnica de los mapas mentales. Esta le permite al usuario sintetizar y estructurar la información estimulando la reflexión, tanto en el marco de un trabajo individual como colectivo. En otras palabras, descarta el pensamiento lineal en beneficio del pensamiento divergente (capacidad para considerar numerosas posibilidades a partir de una situación, de una idea o de un problema).

En la práctica, el mind mapping consiste en realizar un mapa mental sobre un papel o sobre cualquier otro soporte, partiendo de una idea central (el tronco) e introduciendo aplicaciones (las ramas) que llevan a otras ideas. Siguiendo un proceso de asociaciones mentales, cada grupo de ideas puede distinguirse por un color diferente, que lo haga visualmente más claro, lógico, atractivo y estructurado. El mapa también puede completarse con «accesorios» como flechas, elipses, señales, dibujos, anotaciones y otros elementos.

Los campos de aplicación son diversos e infinitos, por lo que lo puedes utilizar a tu antojo, dependiendo de tus preocupaciones en cada momento, ya sea en materia de negocios (productividad, organización de eventos, etc.) o en la vida privada (educación, ocio, vida cotidiana en general, etc.). Este poderoso proceso gráfico ofrece uno de los métodos universales más adecuados para liberar todo el potencial creativo y lógico de una persona, tanto a nivel intelectual como social.

De manera simple y accesible, este libro te abre las puertas al mind mapping, una importante herramienta que permite aprovechar ambos hemisferios cerebrales durante una sesión de reflexión sobre un tema en particular.

El mind mapping es un método, una herramienta de representación que permite capturar el pensamiento asociativo de aquel que realiza el mapa mental. Este último se convierte entonces en el espejo que refleja lo que sucede en nuestro cerebro: reproduce una visión personal y única valiéndose del lenguaje imaginario del mismo (palabras clave, imágenes, colores, etc.).

Conocido como mapa mental, mind map, mapa heurístico («heurístico» procede de un término griego que significa «hallar, inventar») o mapa de ideas, este tipo de representación es un proceso que asocia palabras, pictogramas y colores en torno a un objetivo central: toma la forma de un gráfico con ramas, de un árbol. Las ideas, relacionadas con este núcleo, se articulan como ramas que nacen de un tronco.

Salud, finanzas, trabajo, relaciones, ocio, historia, geografía, ciencia, reuniones, cocina… Cualquier situación cotidiana, sea personal o profesional, puede reclamar el uso del mind mapping.

El mundo profesional

En el seno de un grupo, el mind mapping se impone como una herramienta de comunicación simple y eficaz. Destaca el grado de pertinencia de las ideas presentadas y se plantea como una alternativa a los métodos de presentaciones lineales corrientes. Impulsa la creatividad que genera, así como la productividad, ya que permite ganar tiempo y/o dinero gracias a su claridad y a su simpleza. Así pues, participa activamente en el desarrollo de las empresas que lo utilizan. La diversidad de su uso es ilimitada porque puede adaptarse a cada caso. Por ejemplo, puede servir para:

• colaborar con colegas, clientes o socios;
• memorizar una presentación o un discurso;
• redactar artículos, informes, cartas o pliegos de condiciones;
• organizar y animar proyectos o una reunión;
• gestionar tu tiempo jerarquizando las tareas y priorizando algunas de ellas;
• desarrollar la creatividad, solo o en una lluvia de ideas en equipo, para solucionar un problema o anticipar los riesgos potenciales de una nueva situación;
• tomar notas durante una conferencia, una reunión, una entrevista o incluso durante la lectura de un libro (no dudes en combinar el mapa de ideas con las notas tradicionales);
• comunicar en el marco de una formación, de una presentación o de un discurso.

Colabora con los demás

El mind mapping es un método particularmente adaptado a todo lo relacionado con la creatividad, por lo que no es de extrañar que se aplique en sesiones de lluvia de ideas entre compañeros de una empresa. Esta técnica activa la creatividad y simplifica la producción de ideas en grupo. Las interacciones, dinámicas, propician que broten numerosas ideas, mientras que el método permite organizarlas, analizarlas y desmenuzarlas para, a continuación, obtener el mayor número de pistas de reflexión posible.

En concreto, una reunión de trabajo de este tipo se desarrolla de la siguiente manera:

• la fase de pensamiento divergente (creativo);
• un grupo —de 4 a 12 personas comprometidas, motivadas y, sobre todo, con perfiles variados— es guiado por un animador cuyo papel es organizar, estimular y dirigir a los participantes, recibiendo el flujo de ideas que se generen sin censura o comentarios;
• la pluralidad es una fuente de inspiración e inventiva; cuando se enuncian ideas brutas está prohibida la crítica, ya que cada opinión anida un potencial;
• la imaginación y la espontaneidad son bienvenidas;
• la fase del pensamiento convergente (crítica). A continuación, un poco como sucede en el fútbol, es necesario «marcar el penalti», convertir lo bruto en neto, transformar las ideas en soluciones, crear nuevas perspectivas perfectibles y realistas que lleven a resultados. Finalmente, se pulirá un número ilimitado de ideas sobre un tema dado, mientras que otras tantas se pondrán de lado para futuros análisis y desarrollos.