• Quejarse

Robin Cook - Infección

Aquí puedes leer online Robin Cook - Infección texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2015, Editor: Penguin Random House Grupo Editorial España, Género: Niños. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Robin Cook Infección
  • Libro:
    Infección
  • Autor:
  • Editor:
    Penguin Random House Grupo Editorial España
  • Genre:
  • Año:
    2015
  • Índice:
    5 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 100
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Infección: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Infección" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Robin Cook: otros libros del autor


¿Quién escribió Infección? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Infección — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Infección " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
ROBIN COOK
INFECCIÓN

Traducción de

Carlos Abreu Fetter

Infección - image 1

www.megustaleerebooks.com

Este libro está dedicado

a la democratización de la medicina

Prólogo

Las moléculas de insulina irrumpieron como un ejército de saqueadores en miniatura. Tras infiltrarse con rapidez en las venas, se fueron directas al corazón, que las bombeó hacia las arterias. En cuestión de segundos la invasión se había extendido por todo el cuerpo, las moléculas se habían adherido a los receptores de membrana de las células y habían ocasionado que las compuertas celulares se abrieran. Al instante, la glucosa penetró en la totalidad de las células del organismo, lo que originó un descenso brusco de su nivel en el torrente sanguíneo. Las primeras células que se vieron afectadas fueron las nerviosas, ya que, debido a su incapacidad para almacenar la glucosa, necesitaban un suministro constante de esta sustancia para funcionar. A medida que transcurrían los minutos y el asalto insulínico se prolongaba, las neuronas, en especial las del cerebro, consumían rápidamente la glucosa vital y sus funciones empezaban a fallar. Emitían mensajes erráticos o dejaban de emitirlos. Luego, comenzaron a morir...

Westwood, Los Ángeles, California

Lunes, 7 de abril de 2014, 2.35 h

Kasey Lynch se despertó sobresaltada. Había tenido una pesadilla horrible que le provocó gran ansiedad y terror. Desorientada, se preguntó dónde estaba. Enseguida lo recordó: en el apartamento de su prometido, el doctor George Wilson. Durante el último mes había pasado allí dos o tres noches por semana, cuando él no estaba de guardia como residente de radiología de tercer año en el centro médico de la Universidad de Los Ángeles. En ese momento, dormía a su lado. Oía su respiración suave y rítmica, característica del sueño.

Kasey cursaba un posgrado en psicología infantil en la Universidad de Los Ángeles, y a lo largo del último año había trabajado como voluntaria en el departamento de pediatría del centro médico. Fue allí donde conoció a George. Siempre que acompañaba a sus pacientes de pediatría al departamento de radiología para que se hicieran un escáner, le llamaban la atención la desenvoltura y la naturalidad con las que George trataba a todo el mundo, en especial a los niños. A ello había que añadir su bello rostro y su pícara sonrisa. Derrochaba calidez y amabilidad, cualidades que a Kasey le gustaba pensar que también poseía. Estaban comprometidos desde hacía solo cuatro semanas, aunque aún no habían fijado fecha para la boda. La proposición de matrimonio había sido una sorpresa agradable, quizá debido a la cautela de Kasey respecto a todo lo «permanente» a causa de sus problemas de salud. Sin embargo, George y ella estaban perdidamente enamorados, y decían en broma que su relación avanzaba tan deprisa porque llevaban años buscándose el uno al otro.

Pero Kasey no estaba pensando en nada de eso a las 2.35 de la madrugada. Sin embargo, en cuanto abrió los ojos supo que algo iba mal, muy mal. Era algo mucho peor que una simple pesadilla, más que nada porque estaba empapada en sudor. Como padecía diabetes tipo 1 desde niña, sabía muy bien de qué se trataba: un episodio de hipoglucemia. Le había bajado el nivel de glucosa en sangre. Le había ocurrido varias veces en el pasado, y era consciente de que necesitaba ingerir azúcar, cuanto antes mejor.

Se dispuso a levantarse, pero la habitación comenzó a darle vueltas. Dejó caer la cabeza sobre la almohada, presa de un mareo breve pero abrumador, con el corazón latiéndole a toda prisa. Buscó a tientas el teléfono móvil. Puesto que siempre se aseguraba de tenerlo a mano, lo había dejado cargándose en la mesilla de noche. La idea era hablar con su nuevo médico para que la tranquilizara mientras corría a la cocina a buscar un zumo de naranja. El nuevo facultativo era increíble; estaba disponible incluso a horas intempestivas como aquella.

Cuando el mareo remitió, se dio cuenta de que aquel episodio era peor que de costumbre, sin duda porque había comenzado mientras dormía, lo que le había permitido avanzar mucho más que si hubiera estado despierta y hubiera reconocido las primeras señales. Procuraba que siempre hubiera zumo de frutas en casa para cuando surgieran emergencias como aquella, aunque tenía que ir a buscarlo. De nuevo intentó levantarse, pero no pudo. Los síntomas evolucionaban con una rapidez terrorífica, consumiendo las fuerzas de su cuerpo. Al cabo de unos segundos, estaba del todo imposibilitada. Ni siquiera podía sujetar el teléfono, que se le resbaló entre los dedos y cayó sobre la moqueta con un golpe sordo.

Al instante fue consciente de que necesitaba ayuda e intentó extender la mano hacia George para despertarlo, pero le pareció que el brazo derecho le pesaba una tonelada. No era capaz de levantarlo, mucho menos de estirarlo por encima de su cuerpo. George yacía muy cerca, pero de espaldas a ella, ajeno por completo a su crisis galopante. Tras hacer acopio de energía, Kasey volvió a intentarlo, esta vez con el brazo izquierdo; lo único que consiguió fue alargar ligeramente los dedos. Trató de pronunciar el nombre de George, pero de su boca no salió ningún sonido. La acometió un mareo aún más fuerte que el de momentos atrás. El corazón continuó martilleándole el pecho mientras pugnaba por llenar los pulmones de aire. Cada vez le costaba más respirar; la parálisis progresiva estaba provocándole asfixia.

En ese momento, la habitación comenzó a dar vueltas más deprisa, y a Kasey empezaron a zumbarle los oídos. El sonido se hacía cada vez más intenso mientras la oscuridad la envolvía como una manta sofocante. No podía moverse, ni respirar, ni pensar...

La alarma del teléfono de George sonó pasadas las seis de la mañana y lo despertó de un sueño tranquilo. Se apresuró a apagarla y se levantó de la cama con sigilo para no molestar a Kasey. En eso consistía la rutina de ambos. Él quería que ella aprovechara hasta el último instante de descanso, pues a menudo le costaba dormirse. Se dirigió al cuarto baño sin hacer ruido y con el teléfono. Como muchos de sus contemporáneos, no se separaba del móvil en ningún momento. Encajonado en el reducido lavabo, se duchó y se afeitó en poco menos de diez minutos, lo que solía tardar. Estaba orgulloso de su autodisciplina; le había venido bien durante sus siete años de estudiante de medicina y residente, una extenuante prueba de resistencia en la que la «supervivencia del más apto» era mucho más que una expresión abstracta.

¡Las 6.20 de la mañana! Hora de despertar a Kasey. George abrió la puerta del aseo mientras se frotaba enérgicamente el cabello con la toalla y advirtió que ella tenía los ojos abiertos y clavados en el techo. Eso no era normal. Una vez que conciliaba el sueño, Kasey dormía como un tronco; por lo general a él le costaba espabilarla.

—¿Llevas mucho rato despierta? —preguntó George, sin dejar de secarse el pelo.

No obtuvo respuesta.

Se encogió de hombros y regresó al cuarto de baño para lavarse los dientes, dejando la puerta entreabierta. No le sorprendía que Kasey se hallara en una especie de trance; ya la había visto así antes. Cuando estaba muy concentrada en algo, tendía a quedarse absorta. Llevaba un par de semanas enfrascada en la búsqueda de un tema para su tesis doctoral, y hasta la fecha no lo había encontrado. La noche anterior habían mantenido una larga conversación sobre ello antes de que a George se le cerraran los ojos.

Volvió al dormitorio. Kasey no había movido un solo músculo. Qué raro. George se acercó a la cama, sin dejar de cepillarse los dientes, intentando que no le cayeran de la boca ni saliva ni dentífrico.

—¿Kasey...? ¿Sigues preocupada por la tesis? —dijo entre borboteos.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Infección»

Mira libros similares a Infección. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Infección»

Discusión, reseñas del libro Infección y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.