CAPITÁN
SALMEDINA
Título: Capitán Salmedina
2013, Sebastián Trado Marín
Ilustración de portada: Publigraph
Revisión de estilo: 1ª edición
Contraportada: Montalbán
Fotografías: Sebastián Tirado y Juan Luis Naval
Pinturas: Montalban, Regli Saenz, Manuela Martín y Manuel Florido
Diseño y Maquetación: Sebastián Tirado Marín
Nota: Las fotografías y las pinturas han sido donadas gratuitamente por sus autores y propietarios al autor de la obra.
Todos los derechos reservados
Quiero dedicar esta novela:
A mi mujer, Carmen Molero Gómez
y a mis tres hijos, Carmen, Aníbal y Sebastián.
A mi mentor marinero, Antonio Oliva Marín
y a cuantos me apoyaron en esta
descabellada aventura.
Sebastián Tirado Marín
CHIPIONA- CÁDIZ
capitansalmedina@gmail.com
ÍNDICE
PRÓLOGO
Capítulo 1: EL ENCUENTRO
Capítulo 2: RUMBO A LA VIDA
Capítulo 3: LUPE, LA DEL BARRIO
Capítulo 4: EN EL FRAGOR DE LA BATALLA
Capítulo 5: ÁNGELES Y DEMONIOS
Capítulo 7: PRIMEROS PASOS
Capítulo 8: “GRACIAS PATRÓN, LE DEBO LA VIDA”
Capítulo 9: “GERTRUDIS”
Capítulo 10: ENTRE CAÑAS Y PINOS
Capítulo 11: REVUELTAS
Capítulo 12: ENCERRADOS
Capítulo 13: ZARPÍN
Capítulo 14: “EL BUZO”
Capítulo 15: SIN PAUSA, SIN SUERTE
Capítulo 16: DEL CIELO AL INFIERNO
Capítulo 17: CORVINAS, PLATA, SONRISAS…
Capítulo 18: LA PICONERA Y EL PLATERO
Capítulo 19: ANÍBAL Y EL DOBLE MENSAJE
Capítulo 20: EL BALANDRO Y LA BELLA
Capítulo 21: DESDE CADIZ CON AMOR
Capítulo 22: ¿RUMBO A CHIPIONA?
Capítulo 23: VICTORIA, LA NAVE CORSARIA
Capítulo 24: SORPRESAS
Capítulo 25: MAQUINANDO VENGANZA
Capítulo 26: POZO ROMERO
Capítulo 27: CAMBIO DE PLANES
Capítulo 28: FAVORES PAGADOS
Capítulo 29: INTERCEPTANDO A RUMBO CAMBIADO
Capítulo 30: ENTRE CORSARIOS
Capítulo 31: RÍO ARRIBA
Capítulo 32: SEVILLA
Capítulo 34: CHIPIONA
Capítulo 35: DESDE MADRID
Capítulo 36: SOLO UN SUEÑO
ESBOZO CRONOLÓGICO DEL ISLOTE CUYO NOMBRE ASUME NUESTRO CAPITÁN SALMEDINA
GLOSARIO DE PALABRAS Y FRASES HECHAS
PRÓLOGO
La presente obra, está enclavada en los hechos acaecidos en la costa gaditana, en una fecha muy concreta de nuestra historia, pero no pretende ni cambiar, ni contar la historia de esas fechas concretas, solo la de los personajes que en ella intervienen.
Basado en acontecimientos reales y con datos contrastados, los lugares, tiempos y espacios si son reales, pero novelados y llevados a la ficción.
La historia comienza con el encuentro de un náufrago, que participó en la desastrosa batalla de Trafalgar, y con ese punto de partida, se pretende dar un homenaje a la época y a lo que pudo acontecer en Chipiona y los lugares por donde se desarrolla la trama. Además se homenajea a los personajes que intervienen, unos reales y bien enclavados en el tiempo y en el espacio con la realidad, y otros, también reales pero trasladados del espacio tiempo a la época en que se desarrolla la historia.
Solo se trata de otorgar a personas normales y corrientes de nuestro municipio, que sí tuvieron su momento en la historia reciente, un merecido reconocimiento. Muchos de los nombres de las personas que pasan a lo largo y ancho de la novela, no tienen apellidos, y otras, solo son nombradas por su apodo, algo muy común en Chipiona y que los propios chipioneros pueden reconocer, pero que pueden representar y tener su reflejo en cualquier persona, en cualquier pequeño pueblo de la costa gaditana.
El principal protagonista es, desde su inicio, una fantasía y cualquier reflejo con la realidad es eso, un reflejo. Ninguno de los sucesos que vive, se asemeja a cualquier suceso real, la trama y todo lo relatado es producto de la mente del autor, solo determinados personajes pueden tener algo de reales, pero en otro momento y en otro lugar y, sobre todo, de otra forma, la vida del personaje y todo cuanto acontece a su alrededor es imaginario.
Los barcos y lugares sí son reales, pero como en toda la novela, algunos son trasladados en espacio y en tiempo y sus dueños, naturalmente también.
No es una historia real, ni pretende serlo. No cuenta la vida de nadie, ni pretende que alguien se vea reflejado/a en la historia, solo es una historia imaginaria en un lugar concreto y un tiempo concreto, pero solo con ánimo de entretener
Los diálogos y la trama están enclavados en la Chipiona de principios del siglo XIX, pero mínimamente adaptados por el autor.
Aunque basada en hechos reales es una novela y como tal debe ser tomada.
Capítulo 1: EL ENCUENTRO
La suave brisa del norte facilitaba la navegación del pequeño bote de pesca, que empujado por la vela latina hacía crujir el viejo mástil sobre el tintero, a la vez que la proa surcaba, con suave batir, las olas que apenas se apreciaban en la semioscuridad en que todo estaba sumido. Por la aleta de babor y allá sobre el Coto de Doñana, se apreciaban los primeros rayos del alba. El patrón asía con fuerza el timón y sin prisa pero sin pausa mandaba, solo con su presencia y la mirada, el cansino remar de los otros dos tripulantes del Anita, que sin ser el más grande de los pesqueros del pequeño puerto de Chipiona, si parecía, por las capturas y días de pesca, el mejor dotado para este menester.
Culo Corcho, como llaman al patrón del pequeño pesquero, no paraba de otear el horizonte, a pesar de la escasísima visibilidad, a la busca de cualquier indicio que le diera norte de la situación de las redes caladas días antes. El vendaval de “travesía” (viento del suroeste) había impedido que pudieran salir a recogerlas y las caras y semblante de la tripulación hacían presagiar que además de poca pesca, esta no serviría más que para alimentar a las gaviotas, por el estado de deterioro de las mismas. Cada uno cumplía con su función a bordo de forma automática, casi sin querer, todos y cada uno va sumido en su pequeño mundo, el subconsciente les dice que hoy tendrán un largo día de trabajo y poco salario para llevar a casa.
Soto, que es el remero de estribor, se mete, sin avisar, el remo en el sobaco para sacar un liaillo y ofrecer tabaco, primero a Chano –el tercer tripulante- y luego al patrón, ni siquiera el que les diera tabaco evita que los rezos del patrón lleguen casi a la orilla.
.- ¡Tú siempre igual!, ¡no puedes avisar!, ¡tienes que hacerlo todos los días!, ¡cualquier día de estos te quedas en tierra!
Al sacar el remo y Chano seguir con la cadencia de remado, el bote gira y casi clava la amura en el oleaje que aún continua dando señales del pasado vendaval, la ceñida es controlada con un duro golpe de timón y Chano saca a su vez su remo para no frenar la embestida del bote, que continúa su rumbo gracias a la inercia del remado y al pequeño empuje de la brisa de popa sobre la remendada vela de color blanco, si a ese color se le puede llamar de algún modo, por lo demacrado y gastado por el sol y el salitre del mar.
