El sabor de la libertad
Traducido del inglés del libro titulado “The taste of Freedom” de Ajahn Chah
2018 © Publicaciones Amaravati
MONASTERIO BUDISTA AMARAVATI
St. Margarets
Great Gaddesden
Hemel Hempstead
Hertfordshire HP1 3BZ
Reino Unido
www.amaravati.org
ISBN impreso: 978-1-78432-096-6
ISBN Ebook: 978-1-78432-095-9
Edición Digital 1.0
Traducción: Hilda Patricia Castañeda Corona
Revisión: Ricardo Szwarcer
Maquetación: Bolchiro
Para permisos de reimpresión o traducción de este texto y publicación en cualquier formato o medio, incluyendo impresión en papel y electrónica, contacte por favor Amaravati Publications: publications@amaravati.org
También disponible para descarga en www.amaravati.org
y en la página web de la AEMV: www.meditacionvipassana.com
Este trabajo está bajo licencia pública de creación intelectual Licencia internacional de atribuciones no comerciales y no derivativas 4.0 http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/
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Este libro ha sido maquetado e impreso en su primera edición, para su distribución gratuita, gracias a la colaboración de laAsociación Española de Meditación Vipassana.
Índice
Cubierta
Frontispicio
Portada
Copyright
Nota del editor
Introducción
Acerca de Ajahn Chah
El sabor de la libertad
Entrenando esta Mente
Acerca de la Meditación
La Senda en Armonía
Dentro del Camino Medio
La Paz que está Más Allá
Abriendo el Ojo del Dhamma
Convención y Liberación
Sin permanecer
Visión Correcta - El Lugar de la Serenidad
Epílogo
Glosario
Licencia de uso CC
Notas
Introducción
La mayoría de las charlas de esta colección fueron tomadas de viejas grabaciones hechas en cintas de los antiguos llamados casetes -algunas en tailandés y otras en el dialecto del noreste. Casi todas fueron grabadas en equipos de baja calidad, en situaciones bastante desventajosas para la obtención de un audio de buena calidad.
Esto ocasionó algunas dificultades en el trabajo de traducción, lo que en unos casos se fue solucionando al omitir pasajes que no se entendían y en otros solicitando el consejo de personas más familiarizadas con ambas lenguas, tailandés e inglés. Sin embargo, hasta cierto punto, en el proceso de hacer este libro ha sido inevitable tener que editar. Además de las dificultades presentadas por la falta de claridad en las cintas, también es necesario editar cuando uno está transportando lo hablado a lo escrito. Por esto, el traductor asume completa responsabilidad.
Algunas palabras se han dejado en Pali, otras han sido traducidas, habiendo sido la facilidad de lectura el criterio principal. Aquellas palabras en Pali que fueron consideradas suficientemente cortas o suficientemente conocidas para el lector que ya está familiarizado con la terminología budista, en general se han dejado sin traducir. Esto no debería presentar dificultades, ya que normalmente el Venerable Ajahn Chah las explica en el transcurso de la charla. Palabras más largas o que se han considerado no tan conocidas para el lector promedio, han sido traducidas. De estas, hay dos que vale la pena subrayar: Kāmasukhallikānuyogo y Attakilamathānuyogo, que han sido traducidas como “dejarse llevar por” el placer y “dejarse llevar por” el dolor, respectivamente. Estas dos palabras aparecen en no menos de cinco de las charlas incluidas en este libro y, aunque las traducciones ofrecidas aquí no son las generalmente usadas, estas palabras tienen el mismo sentido que el Venerable Ajahn les da.
Encontrar el punto medio entre una traducción demasiado literal –y por ende aburrida– y una que, aunque siendo un poco menos exacta fluya más en su lectura, no ha sido siempre fácil. Cada uno de los varios traductores ha tenido que comprometer un poco el texto de distintas maneras. Sin embargo, en estas charlas esperamos haber logrado transmitir ambas cosas: por un lado, su forma clara, simple, directa, y su sentido del humor; y por el otro, la profundidad que las fundamenta e inspira.
El Venerable Ajahn Chah siempre ofreció sus charlas en un lenguaje sencillo, de todos los días. Su objetivo era aclarar el Dhamma en vez de confundir a su auditorio con demasiada información; por lo tanto las charlas que aquí se presentan han sido transcritas en un lenguaje igualmente sencillo, cotidiano. El propósito de los traductores ha sido presentar las enseñanzas de Ajahn Chah en sus dos aspectos; primero en espíritu, pero también se ha considerado importante transmitirlas lo más literalmente posible.
El traductor al idioma inglés
(base de esta traducción al español)
Acerca de Ajahn Chah
El Venerable Ajahn Chah (Phra Bodhiññana Thera) nació el 17 de junio de 1918 en el seno de una típica familia de agricultores de una aldea rural de la provincia de Ubon Rachathani, al noreste de Tailandia. Vivió la primera parte de su vida en el campo, igual que todos los demás niños de su aldea, y luego, de acuerdo a las costumbres, se ordenó como novicio en el monasterio de su pueblo donde permaneció tres años. Ahí aprendió a leer y escribir además de estudiar algunas enseñanzas budistas básicas. Después de algunos años, dejó el monasterio y regresó con su familia para ayudar a sus padres; sin embargo, al sentirse atraído por la vida monástica a la edad de veinte años (el 26 de abril de 1939), volvió a entrar al monasterio, en esta ocasión ya ordenado como bhikkhu (monje budista).
Ajahn Chah pasó sus años iniciales como bhikkhu estudiando parte del Dhamma básico, la disciplina, el lenguaje Pali y las escrituras, pero la muerte de su padre lo despertó a la realidad de la transitoriedad de la vida, lo que lo llevó a reflexionar profundamente sobre el verdadero propósito de esta. Aunque había estudiado extensamente y adquirido un cierto nivel en su conocimiento del Pali, no se sentía más cerca de un entendimiento personal del final del sufrimiento. Esto le provocó una intensa sensación de desilusión, pero al mismo tiempo lo invadió el deseo de encontrar la verdadera esencia de las enseñanzas del Buda. Finalmente (en 1946) abandonó sus estudios e inició su peregrinar como mendicante. Caminó alrededor de 400 kilómetros hasta Tailandia Central, durmiendo en el bosque y recibiendo su comida de las donaciones que obtenía en las aldeas por las que pasaba. Se quedó a vivir en un monasterio donde la vinaya (disciplina monástica) era cuidadosamente estudiada y practicada. Estando ahí alguien le habló sobre el Venerable Ajahn Mun Bhuridatto, un Maestro de Meditación altamente respetado.
Entusiasmado por conocer a un maestro así, Ajahn Chah partió en su busca, iniciando una caminata por la zona del noreste. Empezó a viajar a otros monasterios, estudiando la disciplina monástica en detalle y pasó un corto - pero enriquecedor - período con el Venerable Ajahn Mun, el maestro de meditación más destacado de la Tradición Tailandesa del Bosque del siglo XX. Todo esto sucedía al tiempo que Ajahn Chah estaba luchando con un problema crucial. Había estudiado las enseñanzas sobre moralidad, meditación y sabiduría que los textos presentaban en minucioso y refinado detalle, pero no podía ver la manera en que se pudieran poner en práctica en la vida diaria. Ajahn Mun le dijo que, aunque las enseñanzas en realidad eran muy extensas, en su esencia eran bastante simples. Con la atención establecida, si se ve que todo surge en el corazón-mente, es exactamente ahí en dónde el verdadero camino para la práctica se encuentra. Esta enseñanza, concisa y directa, fue una revelación para Ajahn Chah y transformó su manera de abordar la práctica. El Camino ya estaba claro.