Abreviaturas
Abreviaturas empleadas en las notas y la bibliografía |
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BB: | Bertolt Brecht |
BW: | Billy Wilder |
CZ: | Carl Zuckmayer |
EH: | Ernest Hemingway |
EM: | Erika Mann |
EW: | Evelyn Waugh |
GO: | George Orwell |
HS: | Hilde Spiel |
JPS: | Jean-Paul Sartre |
KM: | Klaus Mann |
LK: | Laura Knight |
MD: | Marlene Dietrich |
MG: | Martha Gellhorn |
PdeM: | Peter de Mendelssohn |
RW: | Rebecca West |
SB: | Simone de Beauvoir |
SS: | Stephen Spender |
TM: | Thomas Mann |
VG: | Victor Gollancz |
WHA: | W.H. Auden |
BFI Archive: | British Film Institute Archive, Londres |
EH Archive: | Ernest Hemingway Collection, J.F. Kennedy Presidential Library, Boston |
EM Archive: | Erika Mann Archive, Monacensia |
HS Archive: | Hilde Spiel Archive, National Library of Vienna |
KM Archive: | Klaus Mann Archive, Monacensia |
LK Archive: | Laura Knight Archive, Nottinghamshire Archives |
MG Archive: | Martha Gellhorn Archive, Boston University |
OMGUS: | Office of Military Government United States, National Archives, Washington DC |
PdeM Archive: | Peter de Mendelssohn Archive, Monacensia |
RW Archive, Beinecke: | Rebecca West Archive, Beinecke Rare Book and Manuscript Library, Yale University |
RW Archive, Tulsa | Rebecca West Archive, Tulsa |
NA | The National Archives, Kew, Reino Unido |
NARA | US National Archives and Records Administration, Washington |
WHA Archive | W.H. Auden Archive, Berg Collection, New York Public Library |
AGRADECIMIENTOS
El presente libro forma parte de un estudio del papel que desempeñan las instituciones en la configuración de la cultura, por lo que es apropiado que en primer lugar exprese mi agradecimiento a dos instituciones ejemplares. La concesión de una beca por parte del European Research Council me proporcionó un periodo de cinco años para terminar la investigación y escribir el libro, y también trajo un grupo de investigadores y expertos al King’s College. Agradezco muchísimo estos recursos de tiempo y dinero y, sobre todo, la presencia de eruditos con inquietudes afines que han ampliado la conversación e impulsado mi labor en direcciones imprevistas. Al mismo tiempo, la concesión del Premio Philip Leverhulme del Leverhulme Trust me ha proporcionado fondos extraordinarios para viajes y ayuda en la investigación y, crucialmente, lugares donde escribir.
Mientras escribía me he sentido agradecida una vez más por la compañía y la amistad de otros escritores: especialmente Juliet Gardiner, que también ha ayudado a dar forma al proyecto desde el principio, y Hannah Mulder, que estuvo conmigo cruzando velozmente playas azotadas por el viento cuando hice la primera propuesta de escribir el libro y al terminar la coda. Asimismo Juliet leyó todo el manuscrito y ofreció comentarios de valor incalculable y exigentes, como hicieron también Lisa Appignanesi Ian Patterson y Alexandra Harris, cuyos elevados criterios continúan siendo una fuente de inspiración y cuya amistad sigue siendo una fuente de apoyo.
El libro me ha hecho salir de mis propias zonas de confort, que son la cultura británica y la biografía, y entrar en los campos de la historia militar, la literatura alemana y la política de la guerra fría. He sido sumamente afortunada porque he podido aprovechar la pericia de amigos en cada uno de estos campos y estoy muy agradecida a los historiadores Antony Beevor y Richard Overy, a los germanistas Stephen Brockmann y Werner Sollors y al teórico político Geoffrey Hawthorn por robar tiempo a su propio trabajo de escritores para leer mi manuscrito.
El departamento de inglés del King’s College de Londres continúa proporcionándome una base muy feliz desde la cual llevé a cabo mi investigación. Debo dar las gracias a los directores del departamento, Josephine McDonogh y Richard Kirkland, por apoyarme al solicitar la beca y permitirme luego dirigir el proyecto ERC. Este proyecto, Beyond Enemy Lines [Detrás de las líneas enemigas], significó el comienzo de una agradable y provechosa colaboración con colegas del departamento de alemán —Eric Carter, Ben Schofield y Bobbi Weninger— y con los especialistas y doctorados con los que llevo el proyecto: Elaine Morley, Emily Oliver, Hanja Dämon y Julia Vossen. También ha supuesto el valiosísimo apoyo administrativo de Helena Metslang. Dentro del departamento de inglés estoy agradecida por la entrega y la brillantez, a menudo asombrosas, de los estudiantes de doctorado que han trabajado de ayudantes en la investigación: Eleanor Bass, Nicola von Bodman-Hensler, Oline Eaton, Natasha Periyan y Julia Schoen. También estoy profunda y felizmente en deuda con el trato intelectual, los consejos y la amistad de Neil Vickers, Max Saunders, Edmund Gordon y Jon Day.
Tengo la suerte de contar con un círculo de amigos leales, estimulantes e informados que me han ayudado con sus conversaciones, tanto intelectuales como personales, y han sido una fuente de buen humor y de apoyo durante todo el tiempo que he empleado en escribir el libro. Además de los ya mencionados, quisiera dar las gracias a Susie Christensen, David Godwin, Katie Graham, Jeremy Harding, Richard Holmes, Eveline Kilian, Sarah Lefanu, Alison MacLeod, Kate McLoughlin, Leo Mellor, Sara Mohr-Pietsch, Vike Plock, Stephen Romer, Matthew Spender, John-Paul Stonard, Lyndsey Stonebridge, Hannah Sullivan e Íñigo Thomas.
Entre los numerosos archivos y bibliotecas que visité durante la investigación, me gustaría expresar especial gratitud al personal de la Beinecke Rare Book and Manuscript Library de la Universidad de Yale, la Berg Collection de la New York Public Library, la Boston University Special Collections, la JFK Memorial Library, la London Library, el Monacensia Literaturarchiv, los National Archives (Londres), la National Archives and Records Administration (Washington) y la University of Tulsa Special Collections. Estoy agradecida a los colegas locales que hicieron que estos viajes de investigación fueran agradables, especialmente a Lars Engel y Sean Latham de Tulsa. También me gustaría dar las gracias a quienes me han dado acceso a los manuscritos de sus padres: Alexandra Matthews, Christine Shuttleworth y Matthew Spender, y a Caroline Moorhead por compartir su sabiduría acerca de Martha Gellhorn.
En Bloomsbury sigo teniendo al editor ideal en Michael Fishwick. Su lealtad inquebrantable conmigo y mis escritos significa más de lo que puedo decir. También estoy agradecidísima a la aportación editorial y la serena eficiencia de Anna Simpson y Marigold Atkey, y al aliento sostenedor de Alexandra Pringle en Londres y de George Gibson en Nueva York. Zoe Waldie me ayudó a dar forma al libro cuando empecé a escribirlo y Tracy Bohan a medida que el texto avanzaba hacia la imprenta. Ambas han sido alegres colaboradoras que han hecho que el proceso de escribir y ser publicada fuese mucho más fácil.
Mi hijo, Humphrey, ha pasado la totalidad de sus cuatro años de vida compitiendo con el libro y le estoy agradecida por hacer que mis ratos libres fueran tan divertidos. Es significativo que en el archivo fotográfico de mi teléfono sus fotos alternen con las de Marlene Dietrich y Martha Gellhorn y que Humphrey las acepte ahora como parte de su familia virtual. Espero que siga siendo así durante mucho tiempo. Una vez más estoy agradecida a todos los abuelos de Humphrey por su apoyo, que hizo que la investigación y los viajes para escribir fueran posibles, y a mis padres por su amor, su interés y su aliento. El libro está dedicado a mi marido, John, cuya aceptación incondicional de mi necesidad de leer y escribir, con frecuencia en lugares remotos, ha hecho posibles estos años en los que he compaginado la escritura con la maternidad. Mucho antes, con todo, John me llevó a Berlín cuando yo no acababa de decidirme a ir, y así empezó una relación amorosa de diez años con la ciudad que quizá John haya lamentado alguna vez. Ahora Berlín es tan mía como suya, y aunque mi Berlín es una ciudad de lagos y parques mientras que su Berlín es una ciudad de edificios y cultura, a veces las dos coinciden y los resultados siguen siendo enormemente placenteros.