AGRADECIMIENTOS
ME GUSTARÍA EXTENDER mi profundo agradecimiento a las siguientes personas por su contribución a este trabajo:
Dustin Trammell (dustintrammell.com) por compartir los correos electrónicos intercambiados con Satoshi Nakamoto, Gavin Andresen, desarrollador principal del proyecto Bitcoin, por su contribución a Bitcoin y también por compartir sus correos electrónicos con Satoshi Nakamoto.
Por su apoyo, experiencia, aportes y contribuciones, me gustaría dar las gracias a mi hijo, Samuel, mi hija Vivianne y mi esposa, Marie Gagnon. Y, por último, me gustaría agradecer a todas las personas que me ayudaron a componer este libro, en particular a Mary Graybeal, nuestra editora que realizó un gran trabajo, y a John Reinhardt, a quien se le ocurrió este gran diseño para el libro.
Y, por último, un sincero agradecimiento a Satoshi Nakamoto. Sin él, ¿cuánto tiempo habríamos tenido que esperar antes de que se descubriera y compartiera un concepto tan revolucionario como el de Bitcoin?
Phil Champagne
A QUIEN ESTÁ DIRIGIDO ESTE LIBRO
ESTE LIBRO CONTIENE la mayoría de los escritos de Satoshi Nakamoto, creador de Bitcoin, publicados en correos electrónicos y foros durante el lapso de poco más de dos años durante el cual se lanzó Bitcoin y se consolidó. Cualquier persona interesada en aprender sobre Bitcoin y, más específicamente, sobre los procesos de pensamiento de su creador, apreciará este libro. Su contenido será de lectura fácil para cualquiera que tenga experiencia en software. Sin embargo, los economistas e inversores sin experiencia en tecnología de la información también pueden estar interesados en los escritos de Satoshi, algunos de los cuales se refieren a conceptos económicos. Dependiendo de la experiencia y el interés, ciertos lectores pueden estar interesados sólo en algunos capítulos.
Para que los lectores obtengan el máximo beneficio de los escritos de Satoshi, hemos incluido un capítulo titulado «Cómo y por qué funciona Bitcoin» que proporciona una introducción a los conceptos clave de Bitcoin y los principios fundamentales en los que se basa. Esto debería ayudar al lector a comprender lo suficiente como para comprender la mayoría de los capítulos que siguen. Los capítulos se presentan en orden cronológico, desde la primera publicación en la que Satoshi presenta la idea germinal de Bitcoin hasta la más reciente, que marca su retirada de la vida pública.
Parte del contenido de este libro proviene de varios foros de Internet: p2pfoundation.org, bitcointalk.org y el archivo de correo criptográfico. Puede visitar el sitio web TheBookOfSatoshi.com para su edición en inglés y LibroBlockchain.com/satoshi/ para obtener referencias sencillas a los enlaces URL web a los que se hace referencia en el libro. Se enumeran por capítulo.
PRÓLOGO A LA VERSIÓN EN ESPAÑOL
Hasta principios de 2017 Bitcoin y la tecnología Blockchain erán temas de poco dominio público, y a raíz del boom especulativo de las criptomonedas y de las ICOs (Initial Coin Offering, Oferta inicial de monedas), que, sumado al interés corporativo por esta tecnología, impulsaron su interés a nivel global. Una de las razones por las que escribimos a finales de 2016 el libro «Blockchain: la revolución industrial de internet» fue para intentar crear una herramienta de acceso a la tecnología Blockchain para la población de habla hispana, y, que el idioma no fuera una barrera de entrada al conocimiento de esta tecnología. Queríamos que nuestros países pudieran participar en el cambio global que se avecina, y no ser meros espectadores de lo que hacían otros.
Blockchain, la base de datos transaccional descentralizada inmutable, es uno de los elementos que tiene cualquier Blockchain pública. La primera de todas es Bitcoin que se compone de un protocolo (Bitcoin con B mayúscula), una unidad de cuenta o token (bitcoin con b minúscula) y una Blockchain (la base de datos transaccional). La mayoría de las blockchain públicas suelen tener esos tres componentes para operar como un sistema descentralizado. Ethereum es otro ejemplo de Blockchain pública importante junto a las muchas otras con las que se experimenta.
El talento desarrollador y los nuevos modelos de negocio de las blockchains públicas viene en muchos casos de personas que piensan que el sistema centralizado ha fracasado a muchos niveles, tanto a nivel social como global. Cualquier persona que quizás trabaje de día en una multinacional como desarrollador pero con una baja satisfacción en algunos casos colabora fuera de su horario laboral con proyectos de código abierto (que pueden ser de Blockchain o cualquier otra tecnología) para aprender, dar propósito a su vida o simplemente porque siente que estas colaboraciones están más alineadas con su visión del mundo. El dinero que ha alimentado las blockchain públicas es dinero especulativo principalmente, pero también de personas que creen que es la tecnología del futuro. Y el objetivo de la misma es la disrupción del estatus quo de todos los modelos de negocio actuales para crear el futuro Facebook, Uber o Banco descentralizado a modo de ejemplo.
Por eso Blockchain no sólo es una tecnología. Es mucho más que eso. Por lo menos así fue para las personas que iniciaron las Blockchain públicas. Satoshi Nakamoto quería crear Bitcoin como un dinero de las personas que funcionara entre pares (P2P o Peer to Peer). Satoshi se inspiró en soluciones propuestas por diferentes Cypherpunks, un movimiento anarcocapitalista tecnológico que quiere dar herramientas a las personas para proteger su privacidad. El origen de este movimiento lo encontramos en los años 90 y venía a su vez inspirado en otros movimientos similares de décadas anteriores, dentro del ámbito académico y científico en muchos casos.
Algunas de las personas en las que se inspiró Satoshi fueron Hal Finney, destinatario de la primera transacción de bitcoins realizada por Satoshi y que en 2004 creó un sistema llamado Real Proof of Work para crear un tipo de dinero digital descentralizado. Nick Szabo, al que se le atribuye ser el inspirador del concepto de contrato inteligente (Smart Contract) —tan omnipresente en las conversaciones actuales— y promotor de un prototipo de moneda llamado Bitgold. Wei Dai que diseñó un sistema llamado B-money o Adam Back, que conceptualizó un sistema antispamming para los emails, llamado HashCash, y que sirvió de inspiración para crear el modelo de consenso de Prueba de Trabajo (Proof of Work). Back sigue activo en el ecosistema y es cofundador de la conocida startup Blockstream donde desarrollan las posibilidades de Bitcoin. Todos ellos se identifican como Cypherpunks, al igual que lo hace Vitalik Buterin, co creador de Ethereum. Todas estas personas citadas no participaron en estos proyectos para lucrarse sino para crear herramientas que ayudarán a la humanidad a progresar, poniendo a nuestra disposición desarrollos y nuevos de sistemas de organización social que quizás pudieran ayudar a superar las limitaciones de nuestros sistemas de organización, muy centralizados desde los últimos 200 años.
Por todas estas razones Blockchain es mucho más que una tecnología, es un instrumento de cambio social.
Aquellas personas que se interesaron antes de 2013 o 2014 por la tecnología y que siguieron involucrados con el transcurrir del tiempo han podido conocer directamente la comunidad Bitcoin en sus orígenes, pero para los más recientes el mundo de las criptomonedas podría parecerles un gigantesco casino. La generación anterior a pesar de las bajadas drásticas de precio, tenía como motivación principal, en muchos casos, la posibilidad que brindaba la descentralización como instrumento de cambio social, aunque obviamente también existían muchos especuladores. En 2017 la descentralización ha pasado a segundo plano y el foco ha sido la especulación.
Ambos objetivos son legítimos, pero ha habido un secuestro del discurso de la descentralización, el bien social y el progreso a través de la colaboración y compartir experiencias y conocimientos, para llevarlo a un nivel de egoísmo cortoplacista que, en muchos casos, se convierte en casi sólo ruido, con poca substancia. Esto es un fenómeno global, pero divide a la comunidad y va en contra de lo que a algunas personas nos habría gustado ver, un entorno colaborativo sustentado en el respeto y la causa del progreso en común.