Te damos las gracias por adquirir este EBOOK
Visita Planetadelibros.com y descubre una nueva forma de disfrutar de la lectura
¡Regístrate y accede a contenidos exclusivos!
Próximos lanzamientos
Clubs de lectura con autores
Concursos y promociones
Áreas temáticas
Presentaciones de libros
Noticias destacadas
Comparte tu opinión en la ficha del libro
y en nuestras redes sociales:
Explora Descubre Comparte
T OM W AITS . Downtown train
I
Viene la España neofeudal
Nunca permitas que la realidad te estropee un buen titular. Es la regla de oro de la política moderna. Los líderes y gobernantes sólo comparecen para dar buenas noticias a través de los medios de comunicación de masas. Las malas noticias llegan boca a boca, cuando te suceden a ti y ya no queda tiempo para reaccionar.
La gran mayoría de los españoles han descubierto qué significaban realmente la reforma laboral, el programa de estabilidad presupuestaria o la reforma de las pensiones cuando han ido a buscar un empleo, o han cobrado su primera nómina del año, o les han ingresado la pensión, o cuando han ido al médico porque les dolía algo, o han acudido a la farmacia para comprar los medicamentos que les acababan de recetar, o al principio del curso cuando han ido a buscar los libros de los niños. El gobierno y la mayor parte de los medios les habían contado otra historia, una más confortable y tranquilizadora donde los recortes y los sacrificios recaían siempre sobre los demás, sobre quienes realmente se los merecían; porque todo el mundo sabe que tú no te los mereces.
En Piratas de lo público identificaba cómo el neoliberalismo corsario había suministrado cobertura moral e intelectual al asalto contra el Estado del Bienestar mediante su discurso donde todo lo público se acaba volviendo perverso para la libertad individual, peligroso para la democracia e inútil para resolver los problemas sociales. Desde el inicio de esta crisis ese mismo neoliberalismo se ha acreditado también como un corsario de la verdad, en cada ocasión más voraz e impúdico.
Una vez más la lógica reaccionaria se ha convertido en su principal arma. Pensar diferente resulta perverso, peligroso e inútil. Vivimos en la edad de oro del pensamiento patrocinado. El dinero ya sólo compra fuerza para mantener el poder en los países pobres. En los países ricos patrocina ideas. Al parecer sólo existe una verdad respecto a cuánto ha sucedido durante estos últimos años de crisis y devastación: la verdad patrocinada. Todo lo demás es populismo o demagogia. Los relatos alternativos con ricos y pobres, ganadores y perdedores, o las opciones políticas que construyan sus programas sobre esos relatos son sistemáticamente presentados como perversos para la libertad individual, peligrosos para la democracia e inútiles para resolver los problemas económicos.
Este libro piensa diferente, quedáis avisados. Por tanto es perverso, peligroso e inútil. En esta historia encontrarán ricos y pobres, ganadores y perdedores, favorecidos y desfavorecidos. En este relato, ni la crisis presupone una desgracia inevitable, ni las cosas suceden porque sí y porque no quedaba otro remedio. En este relato, las cosas suceden porque alguien sale ganando, siempre queda otro remedio y siempre existen opciones alternativas y diferentes a las políticas de sufrimiento masivo que nos presentan como las únicas posibles. En este libro se busca explicar por qué los ricos, aquellos que tenemos acceso a las mejores oportunidades para progresar y acumular riqueza, vamos ganando al aprovechar la crisis para imponer políticas que nos aseguren aún más esas oportunidades y continuar acumulando más riqueza.
Pero a lo largo de las páginas que siguen también se intenta explicar cómo no tiene por qué ser así, ni constituye la única opción disponible. Las autoridades competentes y el pensamiento patrocinado os advertirían de que el consumo de este libro perjudica gravemente vuestra salud y la de quienes se hallan a vuestro alrededor. A lo mejor tienen razón. Leed con cuidado y desconfiad de cuanto leáis.
Por la recuperación económica hacia la España neofeudal
La tesis central que pretende demostrar este texto resulta clara y sencilla de entender. Los ricos hemos sabido convertir la crisis en una oportunidad política y económica para subvertir el modelo de las sociedades del bienestar que había logrado cierto grado de hegemonía en Occidente, aunque fuera mediante formas y regímenes diversos. Hasta ahora los ricos, las élites económicas y financieras, los grandes patrimonios y las grandes corporaciones no habíamos tenido más opción que aceptar el ideal del bienestar como una responsabilidad pública por causa del avance de la democracia dentro de las fronteras del Estado-nación, la expansión y profesionalización del propio Estado del Bienestar y la mayor capacidad de organización y movilización por parte de otros intereses y fuerzas sociales.
Pero la llamada crisis nos ha permitido decir: ¡Basta! y promover un verdadero proceso de «subversión antidemocrática y clandestina» contra la idea y el modelo del Estado social o del Bienestar democrático y de derecho. Un proceso de subversión antidemocrática y clandestina financiado gracias a la movilización masiva de los recursos económicos de las élites económicas y financieras y a la porosidad económica de las fronteras estatales. Un proceso de subversión antidemocrática y clandestina que desarrolla estrategias de acoso y derribo sistemático contra los proyectos supraestatales como la Unión Europea (UE), o contra los gobiernos y Estados que pudieran tratar de desarrollar políticas económicas alternativas a aquellas que aseguran los procesos de acumulación de la riqueza. Un proceso de subversión antidemocrática y clandestina facilitado y promovido por el acceso y la influencia de los ricos y las élites ante los decisores públicos y la capacidad de su pensamiento patrocinado para construir y difundir masivamente un poderoso relato donde lo público siempre se declara culpable y la austeridad se ofrece como el único camino posible.
«La gran crisis de 1914-1945 con la destrucción de capital por la inflación, las dos guerras mundiales y la Gran Depresión, sumado a cambios institucionales, como la creación del Estado del Bienestar, revirtieron un poco el proceso de creciente desigualdad que veíamos desde la revolución industrial» (Thomas Piketty, bbv.co.uk 7/3/14). Por la vía de los hechos y las políticas impuestas desde la aparente neutralidad de una supuesta «gobernanza tecnocrática mundial» instituida por medio de organismos como el FMI o la OCDE, hurtando o evitando el debate político y la decisión democrática, los ricos pretendemos revertir lo más rápidamente posible estas cinco décadas de modesto crecimiento de la igualdad y la redistribución de la riqueza. Una progresión de la igualdad que se explica principalmente por la expansión de la idea de un Estado del Bienestar que asumía un papel de actor principal en el funcionamiento de la economía y la creación de riqueza, promovía el pleno empleo y la redistribución de la riqueza y las oportunidades, consideraba una responsabilidad colectiva la provisión universal de bienes públicos mediante servicios públicos y facilitaba la autonomía del individuo para tomar sus decisiones y ejercer sus derechos gracias a su propia condición de ciudadano. No es economía, es ideología. Los ricos necesitamos cambiar el modelo económico y social porque es precisamente el modelo de la sociedad del bienestar el principal factor que explica las modestas tendencias de reversión de la desigualdad y redistribución de la riqueza.