Cayetano Roberto Campisi - Disco: Mucho más que aprender a bailar

Roberto Campisi

DISCO

MUCHO MÁS QUE APRENDER A BAILAR

Roberto Campisi

DISCO

MUCHO MÁS QUE APRENDER A BAILAR

“ Desde el año 2014 con la aparición de las apps de ligue en los celulares, las Discos se han convertido en los sitios más difíciles para conquistar a una mujer”

Roberto Campisi

DISCO

MUCHO MÁS QUE APRENDER A BAILAR

© 2019, Roberto Campisi

Buenos Aires - Argentina

Todos los derechos reservados

Roberto Campisi

robertocampisi@yahoo.com.ar

ISBN: 9781673641929

El Copyright es propiedad exclusiva del autor y por

lo tanto no se permite su reproducción, copiado ni distribución,

ya sea con fines comerciales o sin ánimo de lucro

DEDICATORIAS

A mis amigos de siempre.

A mi madre por su paciencia.

A la memoria de mi padre.

A mi hermano Gerardo

y a mi sobrino Nicolás,

un prometedor talento de

las letras, quien se ha

transformado en una

gran inspiración a la hora

de escribir mis libros.

…. Y a mis hijos

INDICE

PROLOGO

INTRODUCCION

CAPITULO 1

CAPITULO 2 1

CAPITULO 3 25

CAPITULO 4

CAPITULO 5

CAPITULO 6

CAPITULO 7

CAPITULO 8

CAPITULO 9

CAPITULO 10

CAPITULO 11

CAPITULO 12

CAPITULO 13 98

CAPITULO 14

CAPITULO 15

CAPITULO 16

CAPITULO 17

CAPITULO 18

CAPITULO 19

CAPITULO 20

ANEXO I – La Historia

de las Discotecas

ANEXO II – Las Discos

Emblemáticas de

Buenos Aires

EPILOGO

BIOGRAFIA

OBRAS DEL AUTOR 1

AGRADECIMIENTO

PROLOGO

Todos de alguna u otra manera en nuestras vidas hemos concurrido a un salón bailable, disco, discoteque, antro, pub, o boliche. Asimismo y de acuerdo a nuestras habilidades, nos hemos lanzado a la pista de baile para movernos al compás de un ritmo o un estilo en particular de música, comandado por un disk jockey o Dj y amenizados por un maestro de ceremonia o MC.

Hace más de cinco décadas que las Discos han pululado por las ciudades y pueblos de mi país, cobijando a millones de jóvenes y no tanto, en procura de diversión y de conquista. Muchos boliches bailables fueron el germen de noviazgos y matrimonios y otros tantos de demostraciones de habilidades coreográficas que subyugaron a atónitos y torpes concurrentes.

A lo largo de los años, las anécdotas, las mentiras, las exageraciones y las experiencias sobre las grandes conquistas de aquellos jóvenes que han visitado esos antros, regaron todo encuentro social en los que fueron partícipes y protagonistas. Las aventuras, los besos robados, los teléfonos conseguidos, los arrumacos en los reservados y la perspectiva de nuevos encuentros, son los trofeos de guerra de más de una generación de bolicheros.

Lo cierto es que desde la aparición de las apps para buscar pareja que se utilizan en los celulares o móviles, allá por el 2014, se ha vuelto muy complicado conquistar mujeres en esos sitios, pues la captación del hombre mágico y virtual lo logran a lo largo de la semana cuando se les antoje, sin tener que esperar el weekend para conocer a su príncipe azul. En este sentido, las féminas están más abocadas en aumentar su autoestima, buscando validación, divertirse con sus ocasionales amigas en noches de chicas, que en la pesquisa de su galán. Para ello se preparan durante toda la jornada en la gestación de su vestimenta, en ir a la peluquería y en ornamentarse convenientemente para ese desafío.

Este libro apunta a detallar algunas definiciones, consejos y consignas sobre las conductas que todo hombre que visita una Disco debe respetar a pesar de las dificultades coyunturales para conseguir pareja u amante, o en su defecto para lograr un resultado positivo con una dama, aunque a la postre ésta no nos termine dando ni cinco de bolilla en la semana. El autor se ciñe a sus más de cuarenta años de experiencia visitando todo tipo de locales bailables, sumado a las atribuciones y devoluciones de amigos, conocidos y pasajeros de su automóvil de alquiler.

Con todo este bagaje de conocimiento se confeccionó el presente libro, el cual se complementa con los anexos de la historia de las Discos y la nómina de los principales boliches que se habilitaron en la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores. Vale la pena empilcharse para la ocasión, acicalarse frente al espejo y comenzar la lectura de este texto que sin dudas será divertido, enriquecedor, ilustrativo y nostálgico.

INTRODUCCION

Una discoteca, también conocida en Argentina, Paraguay y Uruguay como boliche, en México como antro y en los Estados Unidos y Chile como discothèque, es un local público de pago con horario preferentemente nocturno para escuchar música grabada, bailar, interactuar con otras personas y consumir bebidas. También se conoce como night club, boîte, disco, etc.

Se diferencia de las antiguas salas de baile por que la música no es tocada en vivo, sino que proviene de discos que son "mezclados" (reproducidos sin solución de continuidad, pero sí por un loop) por un disc jockey (DJ), que "anima" la noche mezclando la música.

La primera sala de baile que se convirtió en discoteca fue la Scotch-Club en la ciudad alemana de Aquisgrán, cuando el 19 de octubre de 1959 la banda que normalmente tocaba allí no estaba disponible, teniendo que usarse un tocadiscos con una grabación de ellos. Klaus Quirini asumió esta metodología del tocadiscos y así se hizo popular rápidamente fuera de la ciudad. El nombre de disc jockey había sido acuñado por Walter Winchell en 1935.

A finales de los 60 los soldados emplazados en la Alemania Occidental llevaron a casa el formato discoteca. La versión estadounidense de la discoteca comenzó hacerse popular, y con estos clubes, la demanda de nuevos pasos de baile se disparó.

Los sellos discográficos empezaron a sacar álbumes completos con diferentes tipos de canciones, imitando el efecto discoteca mediante la mezcla de estilos, desde el fox-trot al boogaloo. Instructores de baile aparecieron en la escena, lanzando LP como "Killer Joe's International Discotheque", del famoso instructor de danza de la alta sociedad Frank "Killer Joe" Piro, que popularizó muchos pasos de baile en los años 60 y 70. Algunas discotecas como el Studio 54 de Nueva York se han hecho célebres por su música, su ambiente o por la asistencia de clientes famosos.

Actualmente, existen discotecas para menores de 18 años: las llamadas discotecas light o matinées. Se organizan en las mismas discotecas que funcionan normalmente, pero con un horario generalmente desde las 20:00 horas hasta la medianoche. La diferencia con la discoteca de noche es que no se expenden bebidas alcohólicas; sin embargo hay controversia ya que la norma se ve afectada por la llamada previa o botellón que realizan los jóvenes antes de entrar a la discoteca, en la cual beben alcohol.

La Ley 26.370 en Argentina protege las personas que quieran ingresar a una discoteca, recital o espectáculo contra cualquier acto de discriminación que impida ese ingreso o permanencia, sean lugares privados o públicos, abiertos o cerrados. La norma establece que en la entrada de cada lugar tiene que haber un cartel que tenga escrito el artículo 16 de la Constitución Nacional que se refiere a la igualdad de las personas y además debe decir: "Frente a cualquier acto discriminatorio, usted puede recurrir a la autoridad policial y/o juzgado civil de turno, quienes tienen la obligación de tomar su denuncia." Si la discoteca no tiene este cartel, el dueño o responsable del lugar tiene que pagar una multa.