• Quejarse

Patricia Marin - La decisión de la señorita Moon. Tercera Parte. (Spanish Edition)

Aquí puedes leer online Patricia Marin - La decisión de la señorita Moon. Tercera Parte. (Spanish Edition) texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2017, Editor: Cuentos íntimos, Género: Detective y thriller. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Patricia Marin La decisión de la señorita Moon. Tercera Parte. (Spanish Edition)
  • Libro:
    La decisión de la señorita Moon. Tercera Parte. (Spanish Edition)
  • Autor:
  • Editor:
    Cuentos íntimos
  • Genre:
  • Año:
    2017
  • Índice:
    4 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 80
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

La decisión de la señorita Moon. Tercera Parte. (Spanish Edition): resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "La decisión de la señorita Moon. Tercera Parte. (Spanish Edition)" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Blanche necesita tomar una decisión, pero las circunstancias que envuelven su propia naturaleza y la de los hombres que ama, la pondrá en serio peligro. Deberá enfrentarse a sus demonios interiores y, como todo en su vida, deberá hacerlo sola, sin más ayuda que sus propios deseos, sus anhelos y sus sueños. Si quiere ser feliz y vivir la vida que siempre ha querido, tendrá que sacrificar mucho más que su vida junto a Robert o su amor por Wolf. Los dos hombres tendrán que resolver sus diferencias y unirse en una causa común, la vida de Blanche. Ambos desean salvarla del doloroso destino que está escrito desde su nacimiento, pero lo que no saben es que no depende ellos. Este es el desenlace de la serie. La primera parte se titula El señor Wolf y la señorita Moon y la segunda, El marido de la señorita Moon. Buscan las dos entregas anteriores para leerla al completo.

Patricia Marin: otros libros del autor


¿Quién escribió La decisión de la señorita Moon. Tercera Parte. (Spanish Edition)? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

La decisión de la señorita Moon. Tercera Parte. (Spanish Edition) — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" La decisión de la señorita Moon. Tercera Parte. (Spanish Edition) " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Índice

Patricia Marín La decisión de la señorita Moon Cuentos íntimos El decisión - photo 1

Patricia Marín

La decisión de la señorita Moon

Cuentos íntimos

El decisión de la señorita Moon. Parte III.

© Patricia Marín, 2016

1.ª edición: Enero 2017

Diseño de portada: Carola Marín

CUENTOS ÍNTIMOS

cuentosin.blogspot.com

Safe Creative: 1510025310194

Cuentos íntimos. Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurídico, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.

para todos los que habéis adquirido este libro :)

La desaparición de Blanche
~XXIII~

Una nota grave rompió el silencio. El sonido ponía voz a su lamento, estaba profundamente arrepentido de su visita a casa de Blanche.

Otra nota atravesó la quietud de su apartamento y le provocó un escalofrío.

Se preguntó por qué tenía un piano. No sabía tocarlo y tampoco le interesaba la música, pero frente a los humanos lo hacía parecer más interesante y culto. Además, era un bonito objeto de decoración. Pulsó una tecla y el sonido se prolongó durante una eternidad hasta que la cuerda dejó de vibrar. Cuando el sonido se apagó, la pulsó de nuevo.

Había perdido la cuenta de las veces que lo había hecho y cuando bebió de la botella, descubrió malhumorado que se había acabado y no quedaba ni una gota. La lanzó contra una pared, rompiéndola, y aplastó la mano sobre las teclas del piano, haciendo que sonaran todas a la vez.

Se estremeció. Había asustado a la humana. Su bestia había chocado contra la del señor Douglas y Blanche lo había percibido; Wolf había sentido su miedo, su terror, y en ese momento tomó la decisión que le parecía más sensata: alejarse.

Su naturaleza bestial era un reflejo de terrores antiguos. Durante años, había ocultado su lado animal al resto del mundo y mantenía a su bestia adormecida y en calma. Pero ahora estaba desquiciada, tanto como lo estaba él, y rugía por salir, luchaba contra las cadenas que le había impuesto mientras lo desgarraba por dentro.

Observó el ascenso del sol en el horizonte. Estaba amaneciendo.

Todo había salido mal. No había logrado nada de lo que se había propuesto y se sentía muy furioso. Tras pasar unas cuantas horas bebiendo y lamentándose, se dijo que volvería a intentarlo, que no se rendiría. Sería paciente, igual que la primera vez, cuando sedujo a la mujer. Y no volvería a hacer uso de la diplomacia humana. Eso no funcionaba, tenía que jugar según sus reglas, según las reglas de la naturaleza. Se comportaría cómo debía haberse comportado desde el principio: como el lobo que era.

Se alzó de la banqueta con decisión, pero la habitación se dio la vuelta y acabó de rodillas en el suelo. Sacudió la cabeza para alejar el mareo, tenía los músculos agarrotados y su cuerpo reclamaba un descanso. Pero ya descansaría cuando estuviera muerto, ahora tenía que actuar como un hombre, como un lobo. Nada de medias tintas, si tenía que destrozar a Robert para llevarse a la mujer, lo haría. Le demostraría a Blanche que solo podía amarle a él y a nadie más.

A Wolf le costó dos intentos mantenerse erguido. Caminó dando tumbos hasta el cuarto de baño y metió la cabeza bajo un chorro de agua fría para despejarse. Sus nervios se activaron, un hormigueo empezó a recorrerle la piel y su ánimo mejoró considerablemente. Desnudo y empapado, se acercó hasta la cocina para comer algo que le llenara el estómago y le diera fuerzas, mientras dejaba que el agua se secara de forma natural sobre su piel.

Estaba mordisqueando un trozo de carne cuando unos golpes en la entrada de su vivienda lo alertaron. Se le erizó el vello de los brazos y sus músculos se tensaron, dispuestos para el combate, cuando sintió el rugido de la sangre en los oídos. El instinto le advirtió de que al otro lado había problemas.

Y de los gordos.

—Sé que estás ahí, Wolf.

El puñetero señor Douglas. Wolf lanzó un gruñido cuando su bestia golpeó contra las ataduras; apenas seis horas antes había dejado la casa de Blanche para evitar cometer una atrocidad delante de la mujer, pero ahora que el marido estaba allí, a su naturaleza le parecía una buena idea destrozarlo.

—¿A qué has venido? —preguntó acercándose a la puerta. Una enorme hoja de madera, gruesa como el tronco de un árbol. Servía para protegerle de intrusos, no solo humanos sino también sobrenaturales. Robert no podría tirarla abajo.

—Abre. —Lo escuchó gruñir—. Tenemos que hablar.

Wolf entrecerró los ojos. No tenía nada que hablar con él. Pero le parecía demasiado estúpido vociferar con una puerta en medio, así que la abrió.

En cuanto giró el pestillo, Robert empujó desde fuera y Wolf salió impulsado hacia atrás. Retrocedió unos pasos, una ráfaga brillante de color anaranjado se le echó encima y recorrió la distancia que lo separaba tan deprisa que Wolf se movió por instinto liberando a su bestia.

Su piel se desgarró. Con un chasquido de huesos, el dolor recorrió cada una de sus articulaciones mientras sus músculos se estiraban, se encogían y se transformaban. Su vista se convirtió en una neblina roja, clavó las zarpas en el suelo para coger impulso y saltó antes de que la bestia que lo atacaba cayera sobre él. Una garra pasó muy cerca de su testa, arrancándole el pelaje del cuello, casi rozando la piel. Consiguió afianzar las cuatro patas y enfrentarse a su atacante, que se giraba rápidamente hacia él lanzando un poderoso rugido.

Había un tigre gigantesco en su salón. Era al menos tres veces más grande y más corpulento que él, con un pelaje naranja, negro y blanco que refulgía con el brillo del amanecer. Wolf aplastó las orejas contra el cráneo y mostró sus colmillos a modo de advertencia, mientras el tigre abría las fauces para rugir. Él le contestó con un gruñido proyectado desde el interior de su pecho, provocándolo, pero no atacó. Su adversario sí lo hizo, tal vez cegado por la sed de sangre de su bestia.

Wolf se enzarzó con él en una cruenta pelea. El tigre recibió la primera de las muchas heridas, pero su fuerza era superior a la del lobo. Cuando su zarpa impactó contra el cuerpo del lobo, la sangre salpicó el suelo y las paredes. Su costado comenzó a arder, había sido un golpe poderoso y letal, pero no por ello se amedrentó; al contrario, aquella herida lo enardeció y atacó con la misma violencia al tigre, subiéndose a su espalda para hundirle los colmillos en el cuello, envuelto en una nube de furia y rabia.

Diez minutos después, había dos hombres desmadejados por el suelo, cubiertos de sangre. Jadeando de dolor, Wolf se llevó una mano al torso para contener el flujo de sangre que manaba de la herida, mientras Robert se apretaba el cuello, con la sangre cubriéndole el torso como una cálida manta roja.

—¿Y bien? —gruñó Wolf, tosiendo, con el cuerpo ardiendo y sin fuerzas para respirar—. ¿De qué querías hablar?

Robert, pálido y sudoroso, se movió para arrodillarse. Con su propia sangre dibujó unos símbolos en el suelo, susurró unas palabras y su escritura comenzó a brillar. Una luz dorada lo envolvió, sus heridas se cerraron por completo y Wolf sintió un calambre cuando la magia del tigre llegó hasta él, cicatrizando sus heridas.

El dolor era el mismo, lo sentía como si sus heridas estuvieran abiertas, pero al menos sobrevivirían. Su adversario, cubierto de sangre de pies a cabeza y tan desnudo como él, se levantó para dirigirse a la puerta de la vivienda, recogió algo del suelo y se lo lanzó a Wolf.

—Blanche se ha ido.

Wolf recogió el papel arrugado, lo alisó y leyó.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «La decisión de la señorita Moon. Tercera Parte. (Spanish Edition)»

Mira libros similares a La decisión de la señorita Moon. Tercera Parte. (Spanish Edition). Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «La decisión de la señorita Moon. Tercera Parte. (Spanish Edition)»

Discusión, reseñas del libro La decisión de la señorita Moon. Tercera Parte. (Spanish Edition) y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.