Fernando Navarro - IG FARBEN
Aquí puedes leer online Fernando Navarro - IG FARBEN texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2013, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:
Novela romántica
Ciencia ficción
Aventura
Detective
Ciencia
Historia
Hogar y familia
Prosa
Arte
Política
Ordenador
No ficción
Religión
Negocios
Niños
Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.
- Libro:IG FARBEN
- Autor:
- Editor:ePubLibre
- Genre:
- Año:2013
- Índice:4 / 5
- Favoritos:Añadir a favoritos
- Tu marca:
- 80
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
IG FARBEN: resumen, descripción y anotación
Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "IG FARBEN" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.
Fernando Navarro: otros libros del autor
¿Quién escribió IG FARBEN? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.
IG FARBEN — leer online gratis el libro completo
A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" IG FARBEN " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.
Tamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
[notaA]
FERNANDO NAVARRO es licenciado en derecho y MBA por el Instituto de Empresa. Trabaja en la sanidad balear, y en la actualidad es diputado en Cortes de Ciudadanos por las Islas Baleares. Es autor del blog Navarth en el que escribe sobre política y otros temas de no menor interés. Ha publicado en «edición digital LG» los libros El patriota insufrible, Episodios del Völkitsch, IG Farben, Realismo político italiano y, en formato Mobi, Escenas del populismo ruso. En edición impresa está en preparación Socialistas utópicos.
El colorante de Perkin.
E n 1856 William Henry Perkin, un estudiante de dieciocho años del Royal College of Chemistry de Londres, intentaba sintetizar quinina a partir de la anilina. La quinina, un alcaloide usado para combatir la malaria, únicamente puede extraerse de forma natural del árbol de la Quina, que crece en regiones andinas de Bolivia y Perú. La producción natural resultaba, por tanto, dramáticamente insuficiente para la demanda mundial, y por eso los científicos se esforzaban para encontrar un sustitutivo. Perkin no obtuvo el éxito que esperaba. Al oxidar la anilina, en lugar de los blancos cristales de la quinina deseados, obtuvo una sustancia de un indeleble color malva: había descubierto el primer colorante artificial. Perkin, cuyo espíritu era más negociante que científico, abandono el College y fundó una fábrica con su padre en la que comenzó a producir sus propios pigmentos. Así nació una nueva industria.
El descubrimiento de los colorantes sintéticos había sido inglés, pero fueron los alemanes los que se aprovecharon de él. La anilina es un derivado del benceno, y éste era extraído a su vez del alquitrán de hulla, un residuo del proceso de obtención de alumbrado de gas. Los alemanes disponían de ingentes cantidades de alquitrán, desechos de la producción de acero en el Ruhr a los que de este modo podían dar una nueva utilidad. Al comenzar el siglo XX seis grandes compañías alemanas dominaban la industria mundial de producción y distribución de colorantes sintéticos. Las mayores eran conocidas como las Tres Grandes:
BASF(Badische Anilin und Soda-Fabrik, Ludwigshafen)
Bayer(Farbenfabriken vorm. Friedrich Bayer & Co., Leberkusen)
Hoechst(Farbwerke vorm. Meister Lucius und Bruening of Hoechst am Main)
Seguidas por otras tres empresas:
Agfa(Aktiengesellschaft für Anilinfabrikanten, Berlín)
Cassella(Leopold Cassella & Co., Frankfurt)
Kalle(Kalle & Co., Biebrick)
Si bien las empresas alemanas habían conseguido el monopolio mundial de la industria del colorante, permanecían enredadas entre ellas en interminables luchas de precios y litigios sobre patentes. En 1903 Carl Duisberg, director general de Bayer y prominente figura en la industria, visitó América y admiró la elegancia con la que algunas empresas, y en especial la Standard Oil de Nelson Rockefeller, sorteaban la legislación anti-trust del país. Al volver a Alemania Duisberg se reunió con los directivos de las empresas del sector de los colorantes que, obviamente, se mostraron receptivos a cualquier idea que pudiera disminuir la sangría que les suponía la competencia. De este modo se crearon dos Interessen Gemeinschaft (comunidades de intereses) que agrupaban respectivamente a BASF, Bayer y AGFA, por un lado, y a Hoechst, Cassella y Kalle por otro.
Catálogo de productos farmacéuticos de Bayer, incluyendo la Aspirina y la Heroína.
Las IG se encargaban de fijar políticas comunes y organizar el reparto de cuotas exclusivamente en el ámbito de la fabricación de colorantes, pero las integrantes se mantenían como empresas independientes, que se dedicaron a explorar otros campos de la química. AGFA se convirtió en la principal productora mundial de material fotográfico. Hoechst y Bayer diversificaron hacia la industria farmacéutica. La primera desarrolló la Novocaína, y apoyo la investigación que llevaría a la obtención del Salvarsan, el medicamento que curaba la sífilis. De los laboratorios de Bayer emergió la Aspirina. También la Heroína, diseñada para remediar la adicción a la morfina y como medicamento contra la tos, especialmente efectivo en los niños.
En principio el nombre de BASF, que no se dedicaba al gran consumo, no era tan conocido para el público como AGFA, Bayer o Hoechst, pero dentro del sector la empresa era altamente respetada. Para empezar, había sido la primera compañía en desarrollar los colorantes azules (los rojos y los verdes habían resultado mucho más sencillos de alcanzar), en una carrera en la que había empeñado su prestigio y su dinero. Tras este triunfo se embarcó en una empresa de mucha mayor trascendencia: la obtención de nitratos sintéticos. Los nitratos naturales, también conocidos como guano, de los que Chile poseía un monopolio natural, eran usados como fertilizantes. A finales del siglo XIX las ominosas teorías de Malthus, que profetizaban la incapacidad de la Tierra para alimentar una población en aumento, hacían temer que las reservas de nitrato de Chile acabaran agotándose, por lo que la búsqueda de un nitrato sintético se convirtió en una prioridad. Adicionalmente, el nitrato de sodio era un elemento fundamental en la fabricación de pólvora negra y, en general, de explosivos.
Etiqueta del fertilizante Nitrato de Chile.
En 1909 el científico Fritz Haber, patrocinado por BASF, desarrolló en laboratorio un proceso para, mediante la combinación de elevadas presiones y temperaturas, obtener amoniaco a partir de hidrógeno y nitrógeno. La obtención de amoniaco representaba un paso intermedio en la obtención de nitratos sintéticos, pero, previamente, había que desarrollar un procedimiento para conseguir trasladar los resultados del laboratorio a la producción industrial. BASF escogió para esta misión al ingeniero Carl Bosch, que construyó a tal fin una planta en Oppau, muy cerca de la sede de la empresa. En 1913 Bosch consiguió su objetivo, y la planta de Oppau era capaz de producir industrialmente amoniaco. Este método basado en altas presiones y temperaturas se denominó «Haber-Bosch», en honor del científico y el ingeniero que lo habían desarrollado.
Nitratos manufacturados por la BASF.
E n julio de 1914, a menos de un mes del estallido de la guerra, la planta BASF de Oppau producía 40 toneladas diarias de amoniaco sintético. Entretanto Bosch había realizado pruebas en el laboratorio, y a partir del amoniaco había obtenido cantidades limitadas de nitrato de sodio. El nitrato era imprescindible para la fabricación de pólvora, pero, sorprendentemente, el Ministerio de la Guerra no había demostrado un gran interés en el asunto. Por el contrario, en agosto, como un elevado número de técnicos y trabajadores de Oppau había sido llamado a filas, la planta tuvo que ser cerrada. Este desinterés del mando alemán era una consecuencia directa del
Página siguienteTamaño de fuente:
Intervalo:
Marcador:
Libros similares «IG FARBEN»
Mira libros similares a IG FARBEN. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.
Discusión, reseñas del libro IG FARBEN y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.