José Miguel Monzón Navarro - ¡De rodillas, Monzón!
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- Libro:¡De rodillas, Monzón!
- Autor:
- Editor:ePubLibre
- Genre:
- Año:2016
- Índice:4 / 5
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¡De rodillas, Monzón!: resumen, descripción y anotación
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«Mi educación sentimental, la del chico de la Prospe, está marcada por Jimi Hendrix: americano, ácrata, alucinado y negro. Pa que veas».
Hijo de los cincuenta, niño de los sesenta, contestatario y hippy en los setenta, el artista y originalísimo personaje conocido como Gran Wyoming tuvo una infancia que hoy consideraríamos asilvestrada. Los chicos de entonces se pasaban la vida a la intemperie, en la calle o en el prado, más que nada porque en casa molestaban. El pequeño Monzón fue abriendo los ojos a la vida en un reseco pueblo manchego y en el barrio madrileño de Prosperidad, por entonces una especie de reino o república independiente del lejano centro de la capital.
Este libro nos recuerda con extraordinaria viveza y mucha pasión cómo era la vida en la larga recta final del franquismo. Una evocación a ratos cruda, a ratos desternillante, donde el autor no esquiva nada, ni siquiera los defectos que, ya de pequeño, le adornaban a él mismo. Un desenfadado fresco de la España de entonces; cuando la gente se santiguaba al pisar la calle, cuando en comisaría, en el cuartelillo o en la parroquia te daban certificados de buena conducta, cuando de sol a sol los campesinos se dejaban la vida en los secanos y los niños, llenos de costras y magulladuras, hacían lo que les daba la gana hasta que volvían a casa, incluso cochinadas que el pequeño Monzón no entendía:
«Yo venía de un sitio donde la picha no se enseñaba». Del sórdido colegio de párvulos a la libertad del Ramiro, la recaída en los Agustinos. El Opus, la OJE, la Facultad de Medicina y el antifranquismo. Y, más tarde, el extranjero: Ámsterdam, Irlanda, Londres. Ciudades en las que el sexo y la música eran casi una religión.
José Miguel Monzón Navarro
ePub r1.3
Titivillus 05.04.18
Título original: ¡De rodillas, Monzón!
José Miguel Monzón Navarro, 2016
Editor digital: Titivillus
ePub base r1.2
[1] Diminutivo de pedrea, lucha a pedradas. Así se denominaba en el barrio de Prosperidad, Madrid, conocido, fundamentalmente, porque allí nació El Gran Wyoming.
[2] Así llamaban a los niños en La Puebla.
[3] Compañía que cubría el trayecto Madrid-Minglanilla (Cuenca).
[4] Como es de suponer que los lectores jóvenes desconocen la historia sagrada, que es como nos vendieron la historia del pueblo judío para que pareciera propia, aclararemos que Benjamín era el menor de los doce hijos de Jacob (las hijas, que las tuvo, no cuentan aquí, ahí empieza otro lío). Por extensión, se llama benjamín al menor de los hijos de una familia numerosa.
[5] Término usado en Madrid para designar al hermano mayor, siempre precedido del posesivo mi.
[6] Muerte.
[7] Macondo: pueblo donde se desarrollan algunas novelas de García Márquez.
[8] En aquel tiempo, no sé si se seguirá haciendo ahora, si, por ejemplo, en un campamento un soldado se ahogaba en una piscina, la piscina quedaba arrestada por el tiempo que decidiera el oficial al mando. Lo mismo podía ocurrirle a una mesa si alguien tropezaba con ella y se fracturaba un hueso. Sí, se arrestaba a una mesa. Se la castigaba sin uso, como si a la mesa fuera a causarle problemas de autoestima. Se hacía mobbing a las cosas.
[9] Estos cefalóforos tenían la costumbre de coger su cabeza una vez decapitados y, ante el estupor de los presentes, abandonar la reunión para irse a descansar en el lugar donde ellos consideraran oportuno, en un gesto muy taurino.
[10] Por su edad, fue testigo de la Primera Guerra Mundial, la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, pero para él, como para el resto de los españoles, la Guerra por excelencia era la del 36.
[11] Legua: medida de longitud equivalente a 5572 metros.
[12] Rafael Azcona, un genio, guionista de cine, autor, entre otros, de los guiones de El pisito, El cochecito, Plácido, El verdugo…
[13] Antonio Molina: voz de toda una época con un estilo inconfundible, intérprete, entre otras, de Soy minero, que dio origen a la película Esa voz es una mina, y era verdad.
[14] Pito: órgano genital masculino que aún no ha adquirido la categoría de pene.
[15] Eufemismo para referirse a una persona con sobrepeso.
[16] Viaje, meco, colleja, golpe.
[17] Policía.
[18] Primera leche en polvo que se comercializó en España.
[19] Término muy usado en la posguerra con el que se hacía referencia a la cantidad de un producto determinado que se asignaba con la cartilla de racionamiento.
[20] Sagaz personaje de una serie de televisión de los años setenta que en su función de detective resolvía los casos gracias a su carácter desconfiado y jugando al despiste.
[21] Ya saben que Video Killed the Radio Star (el vídeo mató a la estrella de la radio), gran canción de The Buggles.
[22] Una perra chica era una moneda de cinco céntimos de peseta. Después se llamó así a la de diez céntimos. Me he molestado en hacer el cálculo en euros, equivale a 0,0003. Con eso nos comprábamos un caramelo en el kiosco, o dos Saci, que eran más pequeños.
[23] Así se denominaba a la mujer que regentaba una pensión. Solían ser viudas que tenían piso en propiedad y aceptaban huéspedes para sobrevivir.
[24] Jefe, en argot de la calle. En este caso, por ser el supremo sería «baranda chachi»; el inmediatamente inferior, «baranda fulastre».
[25]Chanar: del caló, «comprender», «entender». Como podrá comprobarse, el autor es políglota.
[26] Conocido como el Perich, fue un genio del humor tristemente desaparecido en 1995, autor de frases como esta, que viene muy al caso: «La religión sirve para ayudarnos y consolarnos ante unos problemas que no tendríamos si no existiese la religión». Autopista fue su réplica a la obra de Monseñor Camino.
[27] La puertas de acceso de aquellos campos de exterminio estaban presididas por un rótulo que con letras metálicas rezaba: «El trabajo os hará libres».
[28] Cuando uno entra en el campamento pierde la condición de individuo. Deja de ser persona para ser una pieza de la masa. Queda desprovisto de su nombre, se le asigna un número por el que deberá responder. Yo era el 44. Así me llamaba todo el mundo en aquella maniobra de despersonalización. También se llaman entre sí por la ciudad de la que proceden: Zaragoza, Talavera…
[29] Del caló: dinero.
[30] Chivato.
[31] Que te den una soba. Soba: paliza.
[32] Película de Claude Chabrol, que más tarde celebraría como director de la Nouvelle Vague ya en mis tiempos de progre universitario.
[33]Helga, el milagro de la vida, de Erich F. Bender (1967).
[34] José Botella Llusiá y José Antonio Clavero Núñez: Tratado de Ginecología, tomo I: Fisiología Femenina, editorial Científico Médica (1977).
[35] Al encargado de esa función dentro del equipo de rodaje se le llama «foto fija». Curioso nombre, aunque bien traído.
[36] Entró en España de forma clandestina para repartir biblias. La venta de la Biblia estaba prohibida, solo se permitía la distribución de ejemplares comentados por la autoridad eclesiástica, interpretados. Pertenecía a una asociación evangelista que distribuía ejemplares sin comentar.
[37] Alexander von Humboldt fue un naturalista que tocó todos los palos de la ciencia y es considerado el padre de la geografía moderna.
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