• Quejarse

Julio Scherer García - La reina del Pacífico

Aquí puedes leer online Julio Scherer García - La reina del Pacífico texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2008, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Julio Scherer García La reina del Pacífico

La reina del Pacífico: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "La reina del Pacífico" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Resultado de una larga serie de entrevistas a Sandra Ávila, la Reina del Pacífico, contiene el primer testimonio sobre lo que significa nacer, crecer y vivir dentro de la mafia del narcotráfico. Esta mujer-mito le platica a Julio Scherer su historia, en la cual se manifiesta directamente, con todas sus contradicciones, temores y arrebatos. Su voz, ante el periodista y la opinión pública, retumba poderosa, aunque por momentos se exprese a la defensiva, lacónica y desalentada. Gracias al enorme oficio narrativo de quien es considerado el mejor periodista de México, Sandra Ávila nos presenta las entrañas de ese mundo gobernado por la muerte, pero también habla de su intimidad. Y en la lucha por mostrarse dueña de sí misma —como escribe Scherer—, resulta contundente. Me he emborrachado con la vida y he padecido crudas de las que me he levantado. Ahora tropiezo con los muros de mi celda entre la depresión y el ánimo, medio muerta y medio viva, caída y vuelta a levantar… Libro único en muchos sentidos, La Reina del Pacífico: Es la hora de contar se publica en el momento más trascendental de la guerra contra el narcotráfico. Suministra a los lectores piezas cardinales que le permiten descifrar el rompecabezas de esta violencia sin antecedentes que sufre nuestro país y que parece no tener fin.

Julio Scherer García: otros libros del autor


¿Quién escribió La reina del Pacífico? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

La reina del Pacífico — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" La reina del Pacífico " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

JULIO SCHERER GARCÍA México D F 7 de abril de 1926 fallecido el 7 de - photo 1

JULIO SCHERER GARCÍA (México, D. F., 7 de abril de 1926 —fallecido el 7 de enero de 2015) fue un periodista y escritor mexicano, director del periódico Excélsior de 1968 a 1976. Fue fundador del Semanario Proceso. Hasta su muerte, se desempeñó como presidente del Consejo de Administración de CISA S. A. de C. V. Falleció a las 4:30 horas del 7 de enero de 2015 a consecuencia de un choque séptico en la Ciudad de México.

La reina del Pacífico

A la hora de redactar una serie de preguntas para una eventual entrevista con la Reina del Pacífico, partí del expediente de la Procuraduría General de la República (PGR) que da cuenta del caso. (La parte principal de un resumen del expediente, elaborado por la PGR, consta en el anexo 1 de este trabajo).

Las preguntas serían frontales y seguramente provocarían respuestas frontales. Pensé que ése sería un buen principio para saber de ella, de su vida.

Del cuestionario, dos me parecían las preguntas centrales:

—Las redes del narcotráfico entre Colombia y México, de acuerdo con el expediente respectivo, han tenido en usted un centro de enlace. Relacionada con algunos narcotraficantes, ¿podría sostener que se ha mantenido al margen de sus actividades o, acaso, que las desconoce?

—Dice el expediente que su madre, doña María Luisa Beltrán Félix, vivió desde su niñez entre narcotraficantes y es buscada por el envío de droga, vía aérea, a Estados Unidos. La señora es prima de Miguel Ángel Félix Gallardo, legendario en el mundo del narco y pariente también de los Arellano Félix. Ahí están también, en el fuerte nudo familiar, los Beltrán Félix y los Beltrán Leyva, desde hace tres décadas dedicados al narcotráfico. Entre sus relaciones amistosas, el expediente enumera a Joaquín Guzmán Loera, el Chapo; a Ignacio Coronel Villarreal, Nacho Coronel; a Juan José Esparragosa Moreno, el Azul; a Ismael Zambada García, el Mayo, y a los hermanos Caro Quintero. ¿Qué hace usted en ese mundo, señora?

Como el cuestionario debía abarcarla completa, también preguntaba:

  1. Usted ha dicho que la Agencia Federal de Investigación (AFI) quiere perjudicarla. ¿Cuál sería el interés de la agencia en este propósito?
  2. El expediente de su caso le atribuye la posesión de 179 joyas decomisadas en una de sus residencias. ¿Qué motivos y razones explicarían su fascinación por el oro, las piedras preciosas, los diamantes?
  3. Señala el mismo expediente que usted es dueña de 225 predios en el fraccionamiento Alto Valle de Hermosillo, Sonora. Dice también que usted es titular de 14 cuentas bancarias y siete automóviles costosos, más crecidas sumas de dólares. ¿Cuál sería el monto aproximado de su fortuna?
  4. El 24 de julio de 1990 usted fue arrestada en Tucson, Arizona, en posesión de 1 millón 200 mil de dólares. En julio de 2002 fueron hallados 1 millón 475 mil pesos en el equipaje de Liliana Bustamante Trujillo, esposa de Álvaro Espinosa Salazar, medio hermano de su actual pareja, Juan Diego Espinosa Ramírez. Tanto dinero en mano, como son los casos que nos ocupan, supone riesgos. ¿Por qué los afrontó de la manera como lo hizo, tan despreocupadamente, diría?
  5. De niña ¿supo del narcotráfico? ¿Cómo fue su infancia, su juventud, los pasos que la han conducido hasta el penal y la posible extradición a Estados Unidos? ¿Conoce usted en detalle la vida de los extraditados en Estados Unidos?
  6. ¿Cuál ha sido la razón, el origen de sus múltiples seudónimos?
  7. La llaman la Reina del Pacífico. ¿Le gusta el sobrenombre, le atrae irse sabiendo leyenda?
  8. Usted es atractiva, se acicala y disfruta de la elegancia y aun del refinamiento. ¿Qué representa la belleza en el mundo que usted vive?
  9. Se conocen corridos dedicados a los narcos, algunos que a usted aluden. ¿Cuáles serían los rituales que le hubieran llamado la atención?
  10. Usted ha platicado que tuvo un sueño sobre su captura. Cuénteme su cuento.
  11. ¿Cómo vive la vida ahora?
  12. ¿Será cierto que la libertad se conoce en el cautiverio? ¿Qué es la libertad, señora?

Una vez frente a ella, pensaba, podría ufanarme de un encuentro con la Reina del Pacífico, de acuerdo con el expediente, mujer del narco como no ha habido otra. No era el caso. A mí me importaba saber del narco desde adentro, lo que se pudiera. Una vez en Santa Martha Acatitla, nadie me sacaría de ahí. Ésa es la paradójica libertad de un periodista. Viéndola, iría sabiendo. La conversación me llevaría más lejos que las preguntas ya redactadas. Las entrevistas como diálogos, preguntas y respuestas, me parecen heladas, sangre que se coagula en las venas.

La grabadora hizo su tarea. Pero fueron muchas más las horas de conversación suelta, libre la palabra.


Sandra Ávila Beltrán ha vivido como ha querido y ha padecido como nunca hubiera imaginado. En los extremos se han tocado la riqueza y la muerte. Ahora habita en la cárcel, soez el concreto negruzco de los muros que cancelan el exterior; soez el lenguaje; soez su estridencia; soez la locura que ronda; soez el futuro como una interrogación dramática.

En la sala de juntas del reclusorio femenil de Santa Martha Acatitla, la Reina del Pacífico iría dando cuenta de su vida. A lo largo de sus 44 años ha escuchado ráfagas de metralleta que no logra acallar en los oídos; ha escapado de la muerte porque no le tocaba morir; ha galopado en caballos purasangre y ha llevado de las riendas ejemplares de estampa imperial que siguen La Marcha de Zacatecas; ha jugado con pulseras y collares de oro macizo, se ha fascinado con el esplendor de los brillantes y el diseño surrealista de piedras inigualables; de niña, entrenada al tiro al blanco en las ferias, ya mayor ha manejado armas cortas y armas largas; ha disfrutado de las carreras parejeras, las apuestas concertadas al puro grito sin que importe ganar o perder; ha participado en los arrancones de automóviles al riesgo que fuera y ha bailado los días completos con pareja o sin pareja. Absolutamente femenina, dice que le habría gustado ser hombre.

Por escrito, yo había solicitado del licenciado Antonio Hazael Ruiz, director de los reclusorios de la ciudad de México, autorización para reunirme con la señora. La había observado durante su presentación en la tele el día de su captura y había escuchado a un locutor que aludía a su sonrisa, sonrisa cínica, según dijo. Periodismo gratuito, pensé.

Más tarde, El Universal había anunciado en su primera plana una entrevista espectacular, a cuatro columnas la fotografía de Sandra Ávila. El diario desplegaba la exclusiva con alarde, momento en que di por perdido el proyecto que ya me encendía.

Sin embargo, el periódico engañaba a los lectores. Resultaba evidente que la entrevista no había tenido lugar y el texto, dividido en tres partes sucesivas, con titulares en primera plana, se ocupaba del personaje a distancia, de oídas. No retuve algún dato interesante, una descripción viva, algún diálogo que valiera la pena.


En la sala de juntas del reclusorio, aguardaba junto con la directora y algunas otras personas la presencia de la mujer tan famosa, de antemano convencido de su espectacularidad. Mientras hablábamos sin conversar y bebíamos café para distraernos, la directora fue informada:

—Me dicen que se está acicalando, que no tarda.

Vestida con el obsesivo color de las internas en proceso, café claro, se adentró en el salón, pausada, los pasos cortos. Tomó la iniciativa y nos saludó de mano, uno a uno. La miré a los ojos oscuros, brillantes, suave la avellana de su rostro. Me miró a la vez, directa, sus ojos en los míos. Con el tiempo llegamos a bromear:

—El que pestañee, pierde.

El cabello, carbón por el artificio de la tintura, descendía libremente hasta media espalda y los labios subrayaban su diferencia natural: delgado el superior, sensual el de abajo. Observada de perfil, la cara se mantenía fiel a sí misma. De frente y a costa de la armonía del conjunto, un cirujano plástico había operado la nariz y errado levemente en la punta, hacia arriba.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «La reina del Pacífico»

Mira libros similares a La reina del Pacífico. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «La reina del Pacífico»

Discusión, reseñas del libro La reina del Pacífico y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.