Datos del libro
©2003, Varios Autores
©2003, Real Academia de la Historia
ISBN: 9788489512092
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ELOY BENITO RUANO (COORDINADOR)
Acerca del Coordinador
Eloy Benito Ruano (Olías del Rey, Toledo, 1 de diciembre de 1921 - Oviedo, 22 de abril de 2014)1 fue un historiador medievalista español.
Biografía
Coincidió su formación como Bachiller en Madrid durante la Guerra Civil Española. Terminado el conflicto, fue inspector de la policía franquista y perteneció a la Brigada Político-Social. Marchó a la Universidad de La Laguna, en Canarias, para cursar la carrera de Filosofía y Letras, terminándolos en la Universidad Central de Madrid con Premio Extraordinario en 1948. El mismo año se incorporó como profesor ayudante de la universidad madrileña hasta que en 1958 ocupó la de profesor adjunto en Historia General de España, al tiempo que poco antes, 1956, se doctoraba con una tesis que sería más tarde publicada en forma de libro: Toledo en el siglo XV. Vida política.
Durante aquellos años obtuvo diversas becas y ayudas de instituciones españolas y extranjeras que le permitieron ampliar los estudios. Destacan los de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, la Universitá per Stranieri de Perugia, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (al que se incorporó), y de los gobiernos francés y británico, entre otros.
En 1964 ganó la Cátedra de Historia General de España en la Universidad de Oviedo, trasladándose a Asturias donde permaneció hasta 1981. Destacó en su labor educativa, investigadora y académica, siendo Decano de la Facultad, cofundador del Colegio Universitario de León, más tarde convertido en Universidad, cofundador de la revista Asturiensia Medievalia y publicando una treintena de obras. En esta etapa asiste a los grandes congresos internacionales de historia que se celebran en Roma, Estocolmo, Viena, Moscú, San Francisco, Bucarest y Stuttgart.
En 1981 obtuvo la Cátedra de Historia Medieval de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, lo que le hizo regresar definitivamente a Madrid. Tras su jubilación permaneció como Catedrático Emérito.
Es académico de número de la Real Academia de la Historia desde 1988 (ya lo era como correspondiente desde 1972) y de la Real Academia de Doctores desde 1997. Fue Premio Nacional de Historia de España y miembro de la Academia Europea de Ciencias y Artes (1997).
Libros publicados más destacables
Gente del siglo XV. Madrid, Real Academia de la Historia, 1998. ISBN 84-89512-09-4
Losada, el relojero de la Puerta del Sol. Madrid, Artes Gráficas Municipales, 1993. ISBN 84-7812-219-2
De la alteridad en la historia: discurso leído el 22 de mayo de 1988 en la recepción pública de D. Eloy Benito Ruano y contestación por D. Antonio Rumeu de Armas. (junto a Antonio Rumeu de Armas). Madrid, Real Academia de la Historia, 1988. ISBN 84-600-5385-7
Madrid medieval. Madrid, Artes Gráf. Municipales, 1986. ISBN 84-505-3895-5
La clericía ovetense en la baja Edad Media: estudio socio-económico. (junto a Javier Fernández). Oviedo, Instituto de Estudios Asturianos, 1982. ISBN 84-00-05194-7
Dos estudios sobre relojería matritense: Relojes y relojeros del Ayuntamiento de Madrid. (junto a Luis Montañes Fontela). Madrid, 1980. ISBN 84-7274-074-9
Los orígenes del problema converso. El Albir, 1976. ISBN 84-7370-020-1. Edición digital accesible, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
Tópicos y realidades de la Edad Media. (Director. 3 volúmenes). Real Academia de la Historia. Madrid, 2002. ISBN 84-89512-80-9
PRESENTACIÓN
Se incluyen en el presente volumen los textos del ciclo de conferencias con que la REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA ha querido conmemorar el milenario del reinado de Sancho III el Mayor de Navarra, uno de los pilares medievales sobre los que se asienta la España del presente.
E. B. R.
SANCHO III EL MAYOR DE NAVARRA. PANORÁMICA DE UN REINADO
Eloy Benito Ruano
Intrincada historia la historia altomedieval de Navarra. Así la calificó el pensador y ensayista de nuestro tiempo Julián Marías al enfrentarse con ella al asumir la tarea de elaborar su España inteligible, tarea por lo demás plenamente lograda al hacer a aquélla «articulable» en el seno de la Razón histórica de las Españas, subtítulo de su obra publicada en 1985.
Arduo es, en efecto, el esfuerzo exigido al historiador «profesional» que pretende el esclarecimiento de sus orígenes —los de Navarra—, al igual, por otra parte que los de cualesquiera otros estados (reinos, condados, principados, etc.) emergidos en la península ibérica a partir del inicio de la reacción producida frente a la fulgurante conquista musulmana comenzada en el año 711 de nuestra Era.
Unas inciertas —imprecisas— familias señoriales que, al igual que de unos y otros núcleos subpirenaicos y transpirenaicos, comienzan a dejar testimonio de su existencia y actividad política más o menos efectiva y autoritaria; remotos Textos navarros del códice de Roda (siglos X-XI) consignan la presencia en estos territorios, con ejercicio de poder, ya a partir del propio siglo VIII, de linajes como el de los Arista en Aragón y el de los Jimena en Navarra.
Pero no es sino en el XI cuando las propiamente llamadas crónicas de los estados cristianos peninsulares y el incremento numérico de documentación original conservada (así como buena parte de otras posteriores copias, incluso algunas falsas o interpoladas) permiten ir reconstituyendo con algunos perfiles narrativos el corpus histórico del sujeto en aquella época.
Y es justamente de los momentos incipientes de dicha centuria de los que un coetáneo (en el año 1040 de modo preciso) el monje borgoñón Raúl Glaber (el Calvo) pudo escribir:
«A medida que se aproximaba el tercer año que siguió al mil, se vió por toda la tierra, pero sobre todo en Italia y en la Galia, reconstruirse las fábricas de las iglesias... Se diría (y aquí comienza un párrafo universal y reiteradamente repetido por los historiadores del arte y de la cultura de todo tiempo) que el mundo se desperezaba para sacudir su vetustez y que se revestía por todas partes de un blanco manto de iglesias».
Constriñéndonos a nuestra propia historia, otro monje, éste español y de nuestro tiempo (al menos de quien ahora lo transmite), Fr. Justo Pérez de Urbel, dictaminó precisamente en su monografía biográfica sobre el personaje que ha de ser objeto de nuestra atención, la siguiente apreciación:
El siglo XI trajo en España un cambio tan notable en el orden cultural, en el campo de la política, en la observación monástica y en la organización de la Iglesia, que no sería exagerado considerarle como una verdadera revolución. Uno de sus rasgos característicos es la vuelta hacia lo europeo, tanto en el aspecto religioso y social como en el cultural y político»
Este doble sentido inaugural, europeo y español, puede sintetizarse en la superación de la vigencia de supuestos tópicos y mitos tradicionalmente atribuidos —imputados— durante mucho tiempo al entorno del año mil: los famosos terrores, acerca de los cuales personalmente tratamos en nuestro trabajo El mito histórico del Año mil
De modo más efectivo podríamos advertir en los orígenes y primer desarrollo del siglo XI un temprano anticipo del reconocido «renacimiento medieval» del XII. Anticipación de la que en la península ibérica participaría o formaría parte en algunos aspectos el reinado de nuestro personaje, el monarca Sancho III el Mayor de Navarra.