PROLOGO
El presente libro, lo escribió Bulmaro Berruecos y Rosas como una guía personal para su trabajo y diversión pictórica la cual desarrolló en más de 5 mil obras, dedicando la mayor parte al paisaje mexicano, resaltando como importante lo que tiende a desaparecer, llámese así lo cotidiano de una choza, de la forma del surco al arar, el motivo de su obra plasma nuestro territorio tanto en acuarela, oleo, pastel, temple, carbón, lápices, etcétera, ya que ocupó en su hacer todas las técnicas.
Siendo que en su tenor de escritor su obra la presentó en varios ensayos, no es por menos que de al trabajo que tienen ante ustedes el valor de un ensayo sobre la técnica pictórica.
Mario Bulmaro BERRUECOS FRESNILLO.
1.- GENERALIDADES: TÉCNICA.
PINCELES.
Ángulos de las puntas, redondeadas o en forma de almendra, para que al pincelar queden los bordesalgo indefinidos; los planos pueden producir rasgos mucho más variados, según sea el ángulo en que se lleve el pincel, y son los más útiles para modelar y extender bien el color.
Para una limpieza rápida, en el curso del trabajo, límpiese el pincel con aguarrás y enjuáguese y lávese con disolvente de seque rápido (acetona amílica, etc.) girando rápidamente el pelo sobre un paño limpio pronto estará seco y dispuesto para el uso. Cuando la pintura ha secado en el pincel se le puede ablandar con amoniaco fuerte o cualquier disolvente de seque rápido, luego se limpia el pincel por el método común.
Los pinceles de palo corto por exceso de uso podrán ser aprovechados calentándola la virola en la llama de un fósforo y tirando del pelo, poco a poco, para dejar éste más largo y uniforme.
El pincel redondo, de pelo largo, deja una pincelada con mayor claridad y densidad en su centro y ligera en los bordes; el trazo es siempre pobre y sin homogeneidad en su desarrollo. El pincel plano corriente con largo de pelo intermedio o corto y punta cuadrada, deja una pincelada muy regular, aunque recargada en los bordes, según sea la presión y la pasta más o menos gruesa. El pincel plano con los ángulos de la punta algo redondeados, excluye los defectos de los anteriores puesto que produce un trazo de extensión uniforme en el que se distribuye la pasta de color por igual y sin dejar bordes muy definidos.
Si el toque es firme y por él se ejerce una presión igual a lo largo de la aplicación de la pincelada será, al principio, regular y homogénea, pero luego irá perdiendo progresivamente, su densidad a medida que el pincel se vaya descargando en el trazo; por esta pincelada se resuelven las áreas planas. El toque con una presión inicial que es reducida gradualmente, deja una pincelada en la que va disminuyendo la cualidad del trazo hasta quedar éste perdido, esta pincelada sirve para modelar las formas, pues con ella se atenúa, progresivamente, la aplicación del color. El pincel pasado suavemente con rapidez y rosando levemente, deja una ligera y fresca huella de un color fresco y puro, puesto que éste no ha sido mezclado con el inferior. Esta pincelada es útil para suavizar los bordes y determinar cualidades texturales y acentos.
Los pinceles para trazos paralelos, a lo largo o a través de las formas, se utilizan para expresar el modelado. Cuando se quiere atenuar su efecto lineal, se puede fundir entre sí, pasándoles, por encima, un pincel seco.
Las pinturas muy diluidas requieren pinceles de pelo flexible y blando. Los empastes o colores densos, los de pelo duro y tieso.
El pincel debe de ser pasado sobre el lienzo, flexionándolo y oprimiéndolo para que deje una impresión de restregado o barrido en algunas partes y en otras un grueso de la pasta que se manifiesta, particularmente, en los bordes de la pincelada.
Limpie el pincel con un trapo de cuando en cuando, para descargarlo de color.
Las mazas se pintan sosteniendo el pincel por el extremo del mango, con los dedos rectos y alargados y alargando el brazo.
Cuando se considere que el cuadro está organizado y bastante rico en valores y colores, se aplican las luces y los obscuros más profundos y fuertes.