Ernesto Ballesteros Arranz - Pintura española contemporánea (1960-92)

Título original: Pintura española contemporánea (1960-92)

Ernesto Ballesteros Arranz, 2013

Editor digital: Titivillus

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Arroyo nace en Madrid en 1937. Tras sus estudios de Periodismo y su fugaz incursión en el mundo de la narrativa, se instala en París donde empieza a tomar contacto con su mundo artístico, decantándose hacia una pintura narrativa, llena de alegorías y mixtificaciones, siempre siguiendo la línea del Pop y la realidad crítica. En esta primera etapa encontramos muchos temas alusivos a su exilio, estableciéndose una relación entre sus telas de esta época y la realidad española del momento. Más adelante su obra se irá esquematizando dentro del realismo, aunque a la vez se pueble de elementos; es el hombre que pinta las cabezas y los sombreros, con una línea fina y rellena de color, un color fuerte, a veces chillón. Sin embargo tiene algo de siniestro, en esas figuras de gabardina o abrigo negro y el sombrero calado. Diríamos que Arroyo es el cine negro de la pintura, no solo por sus personajes con sombrero, sino por las sombras que se aprecian siempre en sus cuadros. Busca una planificación que ocasionalmente podría recordar a un dibujante de cómics. Quizás se ponga este extremo más de manifiesto en su obra gráfica. En definitiva, es un pintor fuerte, con acusada personalidad y, a veces, con un cierto cinismo en su obra.

Barjola nace en 1919 en Torre de Miguel Semero (Badajoz), donde estudia Artes y Oficios pasando a la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid con posterioridad. Desde sus comienzos su obra se centra en la representación de la figura humana, dando una gran relevancia a los volúmenes que la configuran, en un estilo expresionista a la par que naturalista, recordando a pintores anteriores como Modigliani o Picasso. El cuadro es para Barjola un acontecimiento total y un instante, a la vez, una secuencia de un continuado proceso que configura su obra. El significado y el significante tienen una gran relación, ya que para él una señal es todo un mundo. Una vez él mismo definió su estilo como «El cubismo sincronizado con el expresionismo». Más adelante encontramos un período en el que trata de expresarse en distintos lenguajes, todos de gran fuerza expresiva que podríamos resumir en figuración e informalismo, con un cierto toque de crítica social. En sus últimas obras hallamos una mayor libertad de pincelada junto a unos colores más luminosos que dan cuenta de su madurez artística.

Bonifacio Alfonso, a quien se conoce simplemente como Bonifacio, nace en 1934 en San Sebastián donde estudia Artes y Oficios Artísticos. Vinculado en su adolescencia al mundo del toreo, hecho que condicionará cierta temática de su obra. Pudiéramos denominarlo como un «destructor de volúmenes» a la vista del tratamiento que de ellos hace, hecho que repite en cuanto a la simetría. No hay eje en su obra, aunque si volúmenes temáticos. Sus campos son la pintura, el dibujo y el grabado en aguafuerte. Luego de una etapa figurativa deriva hacia una corriente abstracta caracterizada por imprimaciones muy pálidas, grafismos transparentes, sensuales y líricos. A partir de su traslado a Cuenca su creatividad se acentúa de una forma gestual de amplia pincelada, rico cromatismo y un toque barroco, en algún punto, cercano a la saturación. Utiliza formas de larvas e insectos relacionándolos con la caricaturización del ser humano. Hábil dibujante, simultanea su labor en obra gráfica. Ya en su etapa madura se observa una evidente unión con la iconografía, ya una constante en su obra; fondos negros, siluetas brillantes, ricas y llenas de movimiento. Hay una aglomeración de formas inacabadas en una denuncia del proceso despersonalizador que los tiempos nuevos provocan en el ser humano (rostros, manchas, figuras entrelazadas, etc.).

Caneja nace en Palencia en 1905. Abandona una incipiente carrera de Arquitectura para dedicarse de lleno al mundo de la pintura. Es discípulo de Vázquez Díaz y buen amigo de Benjamín Palencia, de los que adquiere su influencia. En un principio pinta teniendo como referencia, leve pero real, a Picasso. Sin embargo, el cubismo no va a dejar honda huella en su obra. Es evidentemente un artista abstracto y, en cierto modo, geométrico, sin olvidar su toque de cubismo ya mencionado. Su pintura es muy trabajada y elaborada, al menos en su concepción, así como muy sugerente. Parte de ella, y en cuanto a los temas, es la geografía de una región: su Tierra de Campos, descompuesta por la luz y por su imaginación. Sus paisajes resultan tenues, leves, temblorosos, amarillos de los trigos, de rastrojos, de paja, ocres de la tierra cultivada, pero todo descompuesto, parcelado en imágenes casi geométricas. No hay figuras porque el paisaje en si lo es todo. Sus campos, sus tierras y sus cielos se superponen en una geometría que no acaba, que gira sobre si misma, incluso cuando pinta la figura humana o un jarrón se convierten en elementos que forman parte inconsciente del paisaje, se integran en él, como si el cuadro constituyera la naturaleza misma. La suya es una pintura sólida, con colores fuertes y atrayentes, aunque a veces puede ser útil y suave; llena de matices y de una gran profundidad interpretativa.

Clavé nace en Barcelona en 1913 en cuya Escuela de Bellas Artes cursa sus estudios. Empieza haciendo carteles para cines. En 1944 conocerá a Picasso lo que influirá bastante en su obra. Su trabajo es una constante consecuencia de la experimentación con los materiales y las técnicas artísticas. En un primer momento trata el collage, partiendo de un figurativismo intimista que se va esquematizando progresivamente. Ha usado también, como soporte, el aluminio grabado de offset. Su cromática es básicamente el rojo y el negro, en manchas que se contraponen, unidos a una especie de sellos con caracteres japoneses, fruto quizás de su estancia en aquel país en el año 1986.Experimentó con materiales como el plomo, la pintura sobre tapiz, relieves, ensamblajes y, más adelante, montajes con cuerdas y maderas, papeles de embalar arrugados, etc. Es un pintor abstracto total, abierto a todo tipo de técnicas: trozos de grabado, huellas dejadas por el tiraje del grabado, rastros de tintado en la materia que al principio es aún virgen y que él transforma simbólicamente. Crea patchwork de tejidos, tapices, papeles pintados, estampados, etc. que se remiten a la idea del pasado o del presente y que se insertan en el cuadro. Es uno de los mayores representantes de la abstracción del panorama español actual.