Autogestión y anarcosindicalismo en la España revolucionaria es la historia de la única revolución europea en la que los trabajadores con los medios de producción en sus manos amenazaron, de forma efectiva, con imponer su criterio por encima de cualquier línea política que no fuera promovida por ellos mismos. Mejor aún, la historia de los resultados de la revolución, las colectividades que comenzaron a organizarse desde el mes de julio de 1936, aprovechando la legitimidad de la derrota de los insurrectos (en ciertas partes del país) y el consiguiente vacío de poder que dejó el proceso revolucionario. Una historia no exenta de contradicciones en la que su principal protagonista político, el movimiento anarcosindicalista, se vio atravesado por peleas intestinas que lo llevaron a un estado de progresiva impotencia y en la que las diferentes izquierdas demostraron que tras su aparente unidad se escondían intereses políticos y de clase bien distintos a los de sus propósitos proclamados de transformación social. Frente a una imagen que permanentemente opone república a dictadura, antifascismo a fascismo, las colectividades, formadas la mayor parte de las veces por cenetistas y ugetistas escasamente disciplinados con respecto a sus líderes, fueron la expresión material del deseo popular de dirigir la economía y con ella su destino. Su experiencia, la experiencia de sus éxitos y sus fracasos y la de la gigantesca alianza enemiga a la que tuvieron que hacer frente, es el testimonio actual de cualquier época que atraviese acontecimientos tan decisivos como los de la guerra y la revolución.
Frank Mintz
Autogestión y anarcosindicalismo en la España revolucionaria
Análisis y críticas, 1931-2005
ePub r1.1
Hoshiko 24.04.14
Título original: Autogestión y anarcosindicalismo en la España revolucionaria
Frank Mintz, 2006
Diseño/Retoque de cubierta: Traficantes de Sueños
Editor digital: Hoshiko
ePub base r1.1
FRANK MINTZ (Montpellier 1941). Nace en de una madre de Auvernia y de un padre apatrido (ex-ciudadano de la URSS de origen judeo-alemán y ruso).
Los escritos de Frank Mintz están relacionados con la historia del anarcosindicalismo durante la Revolución social española de 1936. Es también traductor (del italiano y del español hacia el francés) de obras sobre este tema. Ha escrito antologías sobre figuras importantes del anarquismo como Camillo Berneri o Errico Malatesta.
Hoy en día está jubilado después de 34 años ejerciendo como profesor de lengua española y aprovecha su tiempo libre para seguir y participar en los debates y corrientes del anarcosindicalismo tanto en Europa como en América latina.
De un punto de vista político, Mintz está cercano a las orientaciones sindicalistas revolucionarias desarrolladas por la Sveriges Arbetares Centralorganisation (SAC) en Suecia y la Confederación General del Trabajo en España.
Notas
Prólogo
[1] Bakunin, Mijail «Política de la Internacional», publicado en agosto de 1869, en Discusión con Bakunin, Buenos Aires, 2006; no traducido por Santillán en los 5 tomos en castellano de sus obras completas.
[2] Carta en ruso de 1897, P.A. Kropotkin i ego utchenie [Kropotkin y su enseñanza], Chicago, 1931, traducida en Kropotkin La Moral, Madrid, 2003, p. 78 (traducción revisada).
[3]La Conquista del pan, 1892.
[4] Postfacio de diciembre de 1919 a la edición rusa, Moscú, 1921, de Palabras de un rebelde.
[5] La obra —traducción del compañero chileno Laín Díez— había sido rechazada por la editorial Proyección de Buenos Aires por criticar demasiado a la CNT.
[6] He conocido a gente excelente, ex leninistas o todavía leninistas, tolerante y solidaria, que estaba de acuerdo conmigo en denunciar la opresión y a la burguesía, a consecuencia de su ideología. Mi crítica va al cuerpo doctrinal, no a los que luchan por un mundo mejor (y eso es extensible a los creyentes de cualquier religión, si son tolerantes y solidarios).
[7] Bakunin «La política de la Internacional» en Discusión… op. cit.
Capítulo 1
[1] Luxembourg, Rosa, Grève de masse, parti et syndicats, París, p. 94.
[2] Gide, Charles, La coopération dans les pays latins 1926-1927, París, p. 144.
[3] NEP Novata Ekonomicheskaya Politika, Nueva Política Económica, instituida por Lenin liberando el comercio individual, o sea la pequeña burguesía, porque la economía del Partido no era bastante eficaz.
[4] Peirats, José, La CNT en la revolución española, tomo I.
[5] Romeu, Fernanda, Las clases trabajadoras en España, Madrid, 1970, p. 40.
[6] Según Romero Maura, «The Spanish Case», en Government and Opposition, 1970.
[7] Díaz del Moral Historia de las agitaciones campesinas andaluzas – Córdoba (antecedentes para una reforma agraria) (texto de 1923, editado en 1928, a causa de la dictadura de Primo de Rivera, padre del fundador del partido fascista español José Antonio Primo de Rivera) Madrid, reeditado en 1967, pp. 447-448, 170-171, 182, 285-286.
[8] Maidanik K. L. Испански пролетариат в националъно-революционной воине 1936-1939 [Ispanski proletariat v natsionalno-revoliutsioni voine; el proletariado español en la guerra nacional-revolucionaria], 1936-1939 Moscú, 1960, p. 35.
[9] Maurín, Joaquín, Epílogo de 1964 a Revolución y contrarrevolución en España [1935], París, 1966, pp. 242-244.
[10] Galo Díez, Esencia ideológica del sindicalismo, Gijón, 1922, pp. 10, 38, la cursiva es mía.
[11]Artículos madrileños de Salvador Seguí, Madrid, 1978, pp. 67-70 [entrevista en El Heraldo, prensa burguesa, Madrid, octubre de 1919].
[12]Op. cit., pp. 135-136 [Vida Nueva, 12-VI-1922].
[13]Op. cit., p. 184-185 [conferencia «Anarquismo y Sindicalismo» en la cárcel de la Mola, en Mahón el 31-XII-1920].
[14] Pestaña, ¿Sindicato único? (Orientaciones sobre organización sindical), Madrid, 1921, pp. 19-21.
[15] Memoria del congreso de Sants en 1918. Nuestro parecer sobre algunos de los acuerdos adoptados [el Comité Nacional comenta el congreso regional de Sants 1918], extractos en Manuel Lladonosa, El congrés de Sants, El congrés de Sants, 181, 184-185. Gran parte de los acuerdos fueron adoptados en el pleno nacional del congreso de CNT de 1919.
[16] La Alianza era una coordinación de militantes seleccionados para acelerar y fortalecer las conquistas de los propios trabajadores y alejarlos de los políticos durante el momento revolucionario, que se veía y creía al alcance de la mano. Marx y Engels pensaban que al menos al principio todo tenía que ser confiado a la lucha política (incluso durante varios años o decenios). No creían en la capacidad obrera, tal y como lo elaboró Lenin, el Partido debe dar la ciencia y la conciencia, o sea órdenes y castigos. Bakunin se oponía a futuras estructuras dirigentes: «Si la Internacional pudiera organizarse en Estado, nos convertiríamos, nosotros, sus partidarios convencidos y apasionados, en sus enemigos más encarnizados». en