DANIEL LÓPEZ ROSETTI es médico clínico, cardiólogo universitario, especialista en medicina del estrés, docente, investigador y divulgador científico.
Profesor titular de Psicofisiología de la Facultad de Psicología, Universidad Maimónides. Miembro de la Sociedad Argentina de Cardiología y Miembro titular de la Asociación Médica Argentina. Miembro de la Sociedad Española para el estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS). Fellow del American Institute of Stress de Nueva York. Fue presidente del primer y segundo Congreso Argentino de Medicina del Estrés en los años 2001 y 2005 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Se especializó en el estudio del síndrome del estrés desarrollando programas originales de diagnóstico y tratamiento para el abordaje de este fenómeno en constante expansión en la sociedad moderna. Publicó numerosos trabajos científicos sobre su especialidad. También es de su autoría «El Cerebro de Leonardo», «El Estrés de Jesús» e «Historia Clínica» de personajes de la historia I y II.
También autor de «Estrés, epidemia del siglo XXI», es presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés (SAMES). «La batalla para controlar el estrés es una pelea cuyo núcleo es tener una filosofía de vida», afirma López Rosetti con certeza.
Es columnista sobre temas médicos en Telefe Noticias y en Radio Mitre.
Título original: Equilibrio
Daniel López Rosetti, 2019
Editor digital: diegoan
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Notas
[1] Las neuronas espejo fueron descubiertas en un área cerebral de los monos macacos, que corresponde a la llamada área premotora. Esta región cerebral es la encargada de imaginar y planificar la secuencia de movimientos musculares, una suerte de formulación de la partitura de nuestras acciones físicas. Las áreas correspondientes estudiadas inicialmente corresponden a la llamada área F5 y F4 de la corteza cerebral de los monos. La misma área tiene una correspondencia en el cerebro humano y coincide con la llamada área de Broca, que se encuentra ubicada en la tercera circunvolución del lóbulo frontal del hemisferio cerebral izquierdo o dominante, la región denominada opercular y triangular. Esta área cerebral en el hombre tiene una función íntimamente relacionada con el lenguaje. A partir de los primeros estudios, se han encontrado neuronas espejo en distintas áreas cerebrales, y las investigaciones continúan.
[2] RAM, Random Access Memory, memoria de acceso aleatorio, es la memoria de la computadora que almacena datos transitoriamente.
[3] Este es un concepto acuñado por el doctor Paul Dolan, profesor de Ciencias de la conducta en el Departamento de Política Social del London School of Economics.
Con rigor, erudición, y a la vez con didactismo y amenidad, armado de literaturas, pero también de estudios técnicos de última generación, López Rosetti nos explica cómo pensamos, cómo sentimos y cómo tomamos decisiones, en un largo y minucioso escaneo de nuestras conductas y nuestros grandes malentendidos. El resultado es un análisis clínico completo de la maquinaria secreta que nos maneja. Encontrar un equilibrio que nos ponga a salvo de las presiones externas y de nuestras propias desmesuras, de las encrucijadas irreductibles y de otras trampas de nuestra conciencia, es la gran meta de cualquier lector, y el autor lo sabe. Por eso nos conduce con mano segura a través de ese laberinto existencial hasta los últimos tramos de su exposición, donde incluso se permite la licencia de recordarnos Desiderata, aquel poema de Max Ehrmann, que tuvo varias versiones, que fue un emblema del hipismo y que nuestras amigas de la primera juventud tenían invariablemente pegado en las paredes de sus cuartos. López Rosetti llevó la filosofía, la ciencia y la historia al consultorio. Y luego sacó el consultorio a la calle. Cada uno de sus libros me ha acercado un poco más a ese gran desconocido que soy. Su palabra es un acto médico: cura. Del prólogo de Jorge Fernández Díaz.
Daniel López Rosetti
Equilibrio
Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario
ePub r1.0
diegoan 29.10.2019
Agradecimientos
Al equipo del Servicio de Medicina del Estrés del Hospital Central Municipal de San Isidro, quienes aportan continuamente su esfuerzo y conocimiento en el desarrollo de programas innovadores para el diagnóstico y tratamiento del síndrome del estrés, en los que la gestión de las emociones juega un papel central, y por el desarrollo de la actividad docente e investigación en relación con la psicobiología del estrés y su aplicación en la práctica cotidiana con nuestros pacientes.
Una mención particular merece, por su relación con la función cognitiva y emocional, el desarrollo del Programa de Meditación en Colegios del Servicio de Medicina del Estrés del Hospital Municipal de San Isidro, disponible de modo gratuito para la capacitación en técnicas de meditación dirigida a docentes de colegios públicos y privados de todo el país, vía online, con el objetivo de poner al alcance de los alumnos los beneficios de la meditación. Además, agradezco especialmente el fuerte compromiso del Servicio de Medicina del Estrés y del Hospital de San Isidro para lograr que se incluya en la currícula escolar de nuestro país la asignatura Educación Emocional como herramienta para el desarrollo de las habilidades emocionales en los alumnos y la expansión del recurso de la inteligencia emocional. También quiero hacer extensivo en este mismo sentido mi agradecimiento a la International Network of Bioethics de la UNESCO (Haifa) por el impulso y el apoyo brindado para la inclusión de la Educación Emocional en los colegios.
A los colegas Dr. Daniel Bistritzky, Dr. Horacio Antonetti, Lic. Elizabeth Aranda Coria, Dra. Sara Costa de Roberts, Dr. Héctor Roiter, Dr. Carlos Tajer, Dr. Moty Benyakar, Dr. Marcelo Cetkovich, Dr. Fernando Torrente, Dr. José Bonet, Dr. Sergio Ruliky y Dr. Alberto Barberá, que participaron del enriquecedor e interesante ateneo «Emoción y Sentimientos, en búsqueda de un consenso multidisciplinario», realizado en noviembre de 2018 en la Asociación Médica Argentina (AMA), organizado por la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés (SAMES).
Al Dr. Ricardo Allegri, por sus consideraciones sobre memoria y su relación con las emociones, y a la Dra. Mónica Iturry, a cargo del Laboratorio de Investigación de la Memoria del Hospital Abel Zubizarreta, por el trabajo en conjunto con nuestro Servicio de Medicina del Estrés en relación con los procesos de la memoria.
Deseo agradecer los aportes de los colegas, cursantes y estudiantes de la Cátedra de Psicofisiología de la facultad de Psicología de la Universidad Maimónides y al cuerpo docente del curso universitario de Medicina del Estrés y Psiconeuroinmunoendocrinología Clínica de la Asociación Medica Argentina (AMA).
Mi agradecimiento a Darío Sztajnszrajber por sus invalorables consideraciones sobre los aspectos filosóficos de este ensayo y a Ezequiel Starobinsky, con quien debatimos sobre aspectos relacionados con la teoría de la decisión.
A la Lic. Gabriela López Rosetti, por el ordenamiento del material de investigación y bibliográfico, y a la profesora Flavia Pittella, por sus gentiles y enriquecedores aportes.
Por último, quiero agradecer muy particularmente a todos los pacientes que asisten a nuestro servicio hospitalario de medicina del estrés, con quienes sostenemos una sana comunicación horizontal que permite el mutuo enriquecimiento y aprendizaje para luego expandir nuestros recursos diagnósticos y terapéuticos en pos del bien común.