Voces del franquismo
La oscuridad de la razón
Primera edición: 2019
ISBN: 9788417669379
ISBN eBook: 9788417669720
© del texto:
Joan Tahull Fort e Iolanda Montero Plaza
© de esta edición:
CALIGRMA , 2019
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Impreso en España – Printed in Spain
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Para nuestro queridísimo Arnau .
Joan y Yolanda
La escuela ha sido estudiada demasiadas veces separada de la sociedad, como un ente aislado del exterior. Muchas investigaciones analizan la escuela y proponen nuevas metodologías sin tener suficientemente en cuenta el contexto social y cultural. En este libro se analiza la escuela franquista de manera íntimamente imbricada con la sociedad de su tiempo. Los hechos acaecidos en la escuela tienen relación y significación con la sociedad en la que suceden también; la comunidad interroga e implica siempre a la escuela. La educación tiene una relación constante y directa con la estructura social y cultural.
Este libro pretende analizar la Modernidad y su plasmación en la sociedad española del siglo XX, concretamente durante el franquismo. El proceso de racionalización iniciado a finales del siglo XV cristalizó en el XX con unas características específicas. En España, la religión católica fue un elemento determinante para comprender su evolución. La Modernidad se caracteriza, prioritariamente, por el desarrollo de la razón, el método, la ciencia y la tecnología. En España, su introducción fue diversa, compleja y contradictoria; aunque influyó en todos los ámbitos: industria, agricultura, política y también en la educación. Durante los siglos XIX y XX hubo significativas luchas ideológicas entre conservadores y liberales por una determinada sociedad y educación.
En la actualidad, no pocos autores consideran que el modelo inclusivo ha fracasado y pretenden retornar a metodologías más disciplinarias, fiscalizadoras, estructuradas y rígidas. Algunos consideran que un problema fundamental y no resuelto de la educación actual es la permisividad, la tolerancia y la ambigüedad. Esta obra propone un estudio de la sociedad y la educación en el franquismo a partir de las experiencias de diferentes informantes. Estos explican en primera persona sus recuerdos y vivencias. Presentan una sociedad y una escuela más rígida y disciplinada, aunque instalada en muchas ocasiones en el desorden, la incoherencia y el caos. El objetivo prioritario de la estructura social y cultural, así como de las distintas organizaciones durante el franquismo, era mantener el orden en todas las circunstancias y momentos. Nuestro objetivo es hacernos reflexionar acerca de si conviene o no retornar a modelos disciplinarios pasados.
Mi profesión es la docencia, desde hace bastantes años. Mi día a día son las clases y el relacionarme con profesores y alumnos. He podido constatar en primera persona afirmaciones de profesores, también de padres y alumnos, sobre la situación delicada de la educación, sobre la pérdida de autoridad de los profesores y también de padres y adultos en general. Se afirma que los docentes no están a la altura de las circunstancias, que no se imponen, y que los alumnos no los respetan. En definitiva, la autoridad está cuestionada.
En el franquismo no había esta confusión de roles, estatus, intereses y perspectivas entre los diferentes actores sociales. La estructura social y cultural determinaba jerárquicamente a los individuos. Todos sabían cuál era su lugar y cómo debían comportarse. No había ambigüedades ni matices. En la actualidad se reflexiona sobre la pérdida de autoridad y la necesidad de recuperarla. En esta obra se muestran situaciones entre profesores y alumnos, padres e hijos, policías y ciudadanos que muestran unas relaciones sociales jerárquicas y verticales. Estas relaciones no se pueden caracterizar por la auctoritas , sino por la potestas .
El concepto de autoridad no ha sido históricamente estudiado de forma muy rigurosa. Muchos estudios adolecen de una base teórica y empírica adecuada (Kojève: 2006, p. 31), aunque su uso es habitual en el ámbito coloquial y científico. En tertulias, debates, coloquios, artículos o libros, se utiliza reiteradamente referido a la pérdida de autoridad de diferentes instituciones, como la Iglesia o la familia, y también a la pérdida de autoridad del profesorado. Esta obra pretende mostrar la sociedad franquista con objeto de interrogarnos acerca de si estas relaciones sociales se fundamentaban en la auctoritas o, más bien, en la potestas y, así, hacernos reflexionar sobre si aquel modelo social, cultural y educativo era realmente más interesante y valioso que el actual.
En la obra se presentan distintas situaciones caracterizadas principalmente por el descontrol, la injusticia, el libertinaje y una mala educación evidente. Estos hechos no se justifican por lo que entonces representaba la autoridad. La educación franquista dejó a no pocos niños en una situación de vulnerabilidad, debilidad y precariedad, en medio de una sociedad dominada por el miedo y la arbitrariedad.
La sociedad franquista se caracterizaba por el conservadurismo, el estancamiento, la jerarquía, la disciplina, el miedo..., y estos elementos también estaban en los centros educativos. Las escuelas reproducían fielmente las estructuras sociales y culturales. Las relaciones sociales entre profesores y alumnos estaban dominadas por la incertidumbre, el miedo y el ridículo. La institución señalaba y discriminaba a los alumnos por motivos subjetivos y arbitrarios. Los profesores no buscaban el respeto, la confianza, la admiración y el cariño de los alumnos con su implicación, esfuerzo, inteligencia y habilidades sociales. No se exigía ni hacía falta exigir. La institución tenía el poder de separar y colocar a los distintos actores sociales en espacios diferentes.
El libro está estructurado en dos grandes apartados. El primero trata la educación en el siglo XX, específicamente durante el franquismo. Se presentan unas consideraciones previas sobre la Modernidad, lo que representó y su significación en la historia. La Modernidad no fue igual en todos los países; en cada uno tuvo peculiaridades concretas. En España, su implantación fue compleja y, muchas veces, traumática. Las élites conservadoras no aceptaban la implementación de las ideas modernas. El siglo XX fue especialmente violento, con una guerra civil que aniquiló muchas mejoras conseguidas tras grandes sufrimientos.
La segunda parte trata específicamente sobre el trabajo de campo de la sociedad y la educación en el franquismo. Se ha desarrollado siguiendo diferentes temas: perspectiva social y cultural, política, religión, vida diaria y cotidianidad, escuela, infancia y profesores. Se ha construido el relato con las aportaciones desinteresadas de profesores, maestros, padres y alumnos de las cuatro provincias catalanas. También se han introducido aportaciones de personas del resto de España. Las metodologías utilizadas han sido principalmente entrevistas en profundidad y grupos triangulares. Un problema evidente e importante de todas las investigaciones es la subjetividad. A partir de mi experiencia, he intentado tener una mirada abierta e integrar la información de los entrevistados para construir el relato más sólido posible.