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Cataloging-in-Publication Data
Names: Kennon, Caroline, author.
Title: Las estaciones del Ferrocarril Subterráneo/Caroline Kennon, translated by Ana María García.
Description: New York : Gareth Stevens Publishing, 2017. | Series: La historia oculta | Includes index.
Identifiers: ISBN 9781482462234 (pbk. book) | ISBN 9781482461510 (6 pack) | ISBN 9781482462241 (librar y bound book)
Subjects: LCSH: Underground Railroad--Juvenile literature. | Fugitive slaves--United States--Histor y--19th century--Juvenile literature.
Classification: LCC E450 .K425 2017 | DDC 973.7/115--dc23
First Edition
Published in 2017 by
Gareth Stevens Publishing
111 East 14th Street, Suite 349
New York, NY 10003
Copyright © 2017 Gareth Stevens Publishing
Translator: Ana María García
Editorial Director, Spanish: Nathalie Beullens-Maoui
Editor, Spanish: Cristina Brusca
Editor, English: Therese Shea
Designer: Katelyn E. Reynolds
Photo credits: Cover, p. WolfgangKaehler/LightRocket via Getty Images.
All rights reserved. No part of this book may be reproduced in any form without permission in writing from the publisher, except by a reviewer.
Printed in the United States of America
CPSIA compliance information: Batch #CW17GS: For further information contact Gareth Stevens, New York, New York at 1-800-542-2595.
CONTENIDO
Las palabras del glosario se muestran en negrita la primera vez que aparecen en el texto.
A BORDO DEL
FERROCARRIL SUBTERRÁNEO
En 1831, un esclavo de Kentucky llamado Tice Davids cruzó a nado el río Ohio hacia la libertad. Según cuenta una historia, su propietario vio cómo el esclavo desaparecía al borde del río y comentó: "Debe haberse ido en un ferrocarril subterráneo".
Más de una década después, los periódicos de Nueva York y Boston, Massachusetts, utilizaron este término —ferrocarril subterráneo— para describir cómo los esclavos habían escapado misteriosamente de sus dueños. Un informe señaló que un esclavo "cayó en el pasadizo subterráneo de un ferrocarril y fue transportado en uno de los vagones a vapor". Esto no fue el comienzo de un ferrocarril propiamente dicho, sino de un esfuerzo masivo por parte de esclavos y hombres libres por igual para conducir secretamente a miles de esclavos negros hacia la libertad en el Norte.
AL DESCUBIERTO
El destino final para muchos esclavos era Canadá, que a menudo llamaban La Tierra Prometida.
CUÁQUEROS AL RESCATE
Hay quien dice que es posible que un sistema organizado para ayudar a esclavos fugitivos pudiera haber comenzado incluso a finales del siglo XVIII. En 1786, George Washington se quejó de que uno de sus esclavos fugitivos había sido ayudado por una "sociedad de cuáqueros, formada expresamente para tales objetivos". Los cuáqueros eran un grupo religioso que estaba pública y firmemente en contra de la esclavitud. En el siglo XIX, los cuáqueros desempeñaron un papel muy importante en el desenvolvimiento y dirección del Ferrocarril Subterráneo.
El Ferrocarril Subterráneo se apoderó de la imaginación de los artistas, aunque normalmente sus dibujos se centraran en experiencias de la vida real.
PRÓXIMA PARADA:
LIBERTAD
En los siglos XVIII y XIX, en Estados Unidos, poseer esclavos era algo común. Los esclavos eran en su mayor parte descendientes de africanos. Después de la Revolución Americana, estados del Norte, como Pensilvania y Nueva York, abolieron la esclavitud, pero estados del Sur, como Alabama y Mississippi, la conservaron, principalmente porque su economía dependía de ello. Buscando la libertad, muchos esclavos del Sur intentaron escapar al Norte. A menudo necesitaban ayuda para llegar hasta allí. Esta ayuda se transformó en una red clandestina de gente y lugares que conducían a la libertad.
Así como el término ferrocarril subterráneo se hizo popular para identificar a la red, lo mismo ocurrió con otros términos ferroviarios tales como conductores, pasajeros y estaciones. Se utilizaron para describir a personas y ubicaciones del Ferrocarril Subterráneo.
AL DESCUBIERTO
Los jefes de estación, los conductores y otras personas involucradas en ayudar a los esclavos a conseguir la libertad utilizaban códigos secretos. Asimismo, los esclavos incluían códigos en sus canciones para comunicarse.
TÉRMINOS FERROVIARIOS
En el Ferrocarril Subterráneo, las estaciones eran las casas y comercios donde los esclavos fugitivos podían llegar a esconderse, descansar, comer y dormir. A los dueños de estos lugares, quienes acogían a los esclavos fugitivos, se les llamaba jefes de estación. A quienes aportaban dinero o provisiones a la red se les denominaba accionist as. El conductor era el responsable de mover a los esclavos fugitivos de una estación a otra. Harriet Tubman fue una de las conductoras más famosas.
Harriet Tubman
La crueldad con los esclavos era algo común y a menudo . Los dueños de los esclavos a veces los encadenaban y azotaban.
en lo referente a la organización del Ferrocarril Subterráneo para beneficiar sus causas. En 1898, el historiador Wilbur H. Siebert publicó mapas detallados de las supuestas rutas del Ferrocarril Subterráneo. A pesar de ello, hoy los historiadores creen que realmente no estaba tan estructurado. El historiador Eric Foner declaró que el Ferrocarril Subterráneo era "una serie de redes locales… que juntas ayudaron a un número sustancial de fugitivos a escapar y llegar a salvo a los estados libres y Canadá".
La mayoría de las personas que ayudaron a los esclavos a alcanzar la libertad eran de raza negra, y generalmente solo conocían los esfuerzos locales para ayudar a los esclavos, pero no conocían la operación global. El Ferrocarril Subterráneo tuvo éxito gracias a la pasión de estas personas a nivel local, y no necesariamente a un sistema de rutas más amplio.
LA LIBERTAD ES LA CURA PARA LA ESCLAVITUD
En 1851, un médico, llamado Samuel Cartwright publ icó sus opiniones sobre una condición médica que él llamó "drapetomanía", que era lo que supuestamente hacía que los e sclavos intentaran escaparse. Las únicas "curas" eran tratarlos amablemente o azotarlos. Aunque solo unos miles de esclavos se escapaban cada año, estos fugitivos —y quienes en el nor te los ayudaban— se convirtieron en una gran preocupación para los dueños de los esclavos sureños. Consideraban que los esclavos eran una propiedad que les habían robado.
AL DESCUBIERTO
Mientras la mayoría de las rutas de Ferrocarril Subterráneo se dirigía al norte, otras apuntaban al sur, hacia México y el Caribe.
El historiador Wilbur Siebert trazó un mapa con muchas supuestas rutas del Ferrocarril Subterráneo, como se puede apreciar en esta imagen.
CAMBIO EN
LA PRÓXIMA ESTACIÓN
Escapar hacia la libertad no era fácil. Los esclavos abandonaban las plantaciones en mitad de la noche, a veces conducidos por un conductor que fingía ser también un esclavo. A menudo viajaban 10 o 20 millas (16 o 32 kilómetros) hasta que llegaban a una estación en la que podían descansar a salvo. Los fugitivos entonces esperaban hasta que la siguiente parada era notificada y preparada para recibirlos. Ayudar a estos esclavos fugitivos era ilegal.
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