• Quejarse

Charles Baudelaire - Lo cómico y la caricatura y El pintor de la vida moderna

Aquí puedes leer online Charles Baudelaire - Lo cómico y la caricatura y El pintor de la vida moderna texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 1863, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Charles Baudelaire Lo cómico y la caricatura y El pintor de la vida moderna
  • Libro:
    Lo cómico y la caricatura y El pintor de la vida moderna
  • Autor:
  • Editor:
    ePubLibre
  • Genre:
  • Año:
    1863
  • Índice:
    4 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 80
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Lo cómico y la caricatura y El pintor de la vida moderna: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Lo cómico y la caricatura y El pintor de la vida moderna" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Charles Baudelaire: otros libros del autor


¿Quién escribió Lo cómico y la caricatura y El pintor de la vida moderna? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Lo cómico y la caricatura y El pintor de la vida moderna — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Lo cómico y la caricatura y El pintor de la vida moderna " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
I

De la esencia de la risa y en general de lo cómico en las artes plásticas

1 H Daumier LAmateur 1864-66 1 No quiero escribir un tratado de la - photo 1

1. H. Daumier, L’Amateur, 1864-66.

1

No quiero escribir un tratado de la caricatura; quiero simplemente poner en conocimiento del lector algunas reflexiones que me he hecho a menudo a propósito de este género singular. Tales reflexiones habían llegado a convertirse en una especie de obsesión; he querido aliviarme. Por lo demás, he puesto todo mi empeño en darle un cierto orden facilitando así la digestión. Este es por tanto meramente un artículo de filósofo y de artista. Una historia general de la caricatura en sus relaciones con todos los hechos políticos y religiosos que han conmovido a la humanidad, graves o frívolos, relativos al espíritu nacional o a la moda, es sin duda una obra gloriosa e importante. El trabajo está aún por hacer, pues los ensayos publicados hasta el momento son poco más que documentos; pero he pensado que era preciso dividir el trabajo. Está claro que una obra sobre la caricatura, entendida de este modo, es una historia de hechos, una inmensa galería anecdótica. En la caricatura, en mayor medida que en las otras ramas del arte, existen dos clases de obras preciosas y recomendables por razones diferentes y casi opuestas. Unas solo tienen la vigencia del hecho que representan. Tienen indudablemente derecho a la atención del historiador, del arqueólogo e incluso del filósofo; deben ocupar su lugar en los archivos nacionales, en los registros biográficos del pensamiento humano. Lo mismo que las hojas sueltas del periodismo, desaparecen llevadas por el soplo incesante que trae noticias; pero las otras, y es de ellas de las que quiero ocuparme en particular, contienen un elemento misterioso, duradero, eterno, que despierta la atención de los artistas. ¡Es algo curioso y verdaderamente digno de consideración la introducción de este elemento inapresable de lo bello hasta en las obras destinadas a presentar al hombre su propia fealdad moral y física! Y, algo no menos misterioso, ese espectáculo lamentable excita en él una hilaridad inmortal e incorregible. He aquí el auténtico tema de este artículo.

Pero me ataca un escrúpulo. ¿Hay que responder con una demostración en regla a una especie de pregunta preconcebida que sin duda querrían maliciosamente plantear algunos profesores-jurados de la seriedad, charlantes de la gravedad, cadáveres pedantes salidos de los fríos hipogeos del Instituto, llegados a la tierra de los vivos, como ciertos fantasmas avaros, para arrancar unos céntimos a complacientes ministerios? En primer lugar, dirían, ¿es la caricatura un género? No, responderían sus compadres, la caricatura no es un género. He oído resonar en mis oídos tamañas herejías en comidas de académicos. Esas buenas gentes dejaban pasar de lado la comedia de Robert Macaire sin percatarse de grandes síntomas morales y literarios. Contemporáneos de Rabelais le habrían tratado de vil y grosero bufón. En verdad, ¿es preciso demostrar que nada que proceda del hombre es frívolo a los ojos del filósofo? Sin duda alguna, menos que ningún otro lo será, ese elemento profundo y misterioso que hasta el momento ninguna filosofía ha analizado a fondo.

Vamos por tanto a ocuparnos de la esencia de la risa y de los elementos que constituyen la caricatura. Más adelante, quizá, examinaremos algunas de las obras más notables realizadas en ese género.

2

El Sabio no ríe sino temerosamente. ¿De qué labios llenos de autoridad, de qué pluma perfectamente ortodoxa, ha emanado esta extraña y conmovedora máxima? ¿Nos viene del rey filósofo de Judea? ¿Hay que atribuírsela a Joseph de Maistre, ese soldado animado por el Espíritu Santo? Recuerdo vagamente haberla leído en uno de esos libros, pero dada como una cita, no cabe duda. Esta severidad de pensamiento y de estilo le sienta bien a la santidad majestuosa de Bossuet; pero el giro elíptico del pensamiento y la finura quintaesenciada me llevarían a atribuírsela a Bourdalue, el implacable psicólogo cristiano. Esta singular máxima me vuelve incesantemente a la mente desde que he concebido el proyecto de este artículo, y antes de nada he querido quitármela de encima.

Analicemos, en efecto, esta curiosa proposición:

El Sabio, es decir, aquel que está animado por el espíritu del Señor, aquel que posee la práctica del formulario divino, no ríe, no se abandona a la risa sino temerosamente. El Sabio tiembla por haber reído, el Sabio teme la risa, como teme los espectáculos mundanos, la concupiscencia. Se detiene al borde de la risa como al borde de la tentación. Hay, por tanto, según el Sabio, una cierta contradicción secreta entre su carácter de sabio y el carácter primordial de la risa. Efectivamente, por no rozar más que de pasada recuerdos más que solemnes, destacaré —lo que corrobora plenamente el carácter oficialmente cristiano de esta máxima— que el Sabio por excelencia, el Verbo Encarnado, nunca ha reído. A los ojos de Aquel que todo lo sabe y todo lo puede, lo cómico no existe. Y, sin embargo, el Verbo Encarnado ha conocido la cólera, ha conocido incluso el llanto.

Así pues, hemos de considerar lo siguiente: en primer lugar, tenemos aquí un autor —un cristiano, sin duda—, que considera como cierto que el Sabio se lo piensa mucho antes de permitirse reír, como si debiera quedarle no sé qué malestar, inquietud, y, en segundo lugar, lo cómico desaparece desde el punto de vista de la ciencia y de la potencia absolutas. Ahora bien, invirtiendo las dos proposiciones, tendríamos que la risa es por lo general privativa de los tontos, y que siempre implica en mayor o menor medida ignorancia y debilidad. No quiero embarcarme aventuradamente en un mar teológico, para el que no estaría provisto ni de brújula ni de velas suficientes; me contento con indicar y mostrar con el dedo al lector esos singulares horizontes.

2 W Hogarth Lección de anatomía del Presidente del Royal College of - photo 2

2. W. Hogarth, Lección de anatomía del Presidente del Royal College of Physicians.

Es indudable, si queremos situarnos en el punto de vista ortodoxo, que la risa humana está íntimamente ligada al accidente de una antigua caída, de una degradación física y moral. La risa y el dolor se expresan con los órganos en los que residen el mando y la ciencia del bien o del mal: los ojos y la boca. En el paraíso terrenal (lo consideremos pasado o porvenir, recuerdo o profecía, como los teólogos o como los socialistas), en el paraíso terrenal, esto es en el medio en que al hombre le parecía que todas las cosas creadas eran buenas, la alegría no estaba en la risa. No le afligía ninguna pena, su rostro era sencillo y liso, y la risa que agita ahora a las naciones no deformaba los rasgos de su cara. La risa y las lágrimas no pueden dejarse ver en el paraíso de las delicias. Son por igual hijas de la pena y han llegado porque el cuerpo del hombre enervado carecía de fuerzas para reprimirlas. Desde el punto de vista de mi filósofo cristiano, la risa de sus labios es señal de una miseria tan grande como las lágrimas de sus ojos. El Ser que quiso multiplicar su imagen no ha puesto en la boca del hombre los dientes del león, pero el hombre muerde con la risa; ni en sus ojos la astucia fascinadora de la serpiente, pero seduce con las lágrimas. Y observen que es también con las lágrimas con las que el hombre lava las penas del hombre, que es con la risa con la que endulza a veces su corazón y lo atrae; pues los fenómenos engendrados por la caída llegarán a ser los medios de redención.

Permítaseme una suposición poética que me servirá para verificar la justifica de estos asertos que muchas personas encontrarán sin duda mancillados por el

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Lo cómico y la caricatura y El pintor de la vida moderna»

Mira libros similares a Lo cómico y la caricatura y El pintor de la vida moderna. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Lo cómico y la caricatura y El pintor de la vida moderna»

Discusión, reseñas del libro Lo cómico y la caricatura y El pintor de la vida moderna y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.