«Con mucho sentido del humor y meticulosidad, Roser Amills disecciona y clasifica las fantasías de 1.000 personajes célebres. Y el lector, permítanme el consejo, debería trascender la inicial fascinación del entomólogo y dejarse inspirar».
Roser Amills
Las 1.001 fantasías más eróticas y salvajes de la historia
ePub r1.0
Titivillus 31.03.17
Roser Amills, 2012
Editor digital: Titivillus
ePub base r1.2
El principal pecado, en la cama, es aburrir,
y cuantas más fantasías seamos capaces de comprender,
mejor nos conoceremos.
ROSER AMILLS
Al día siguiente se trataban de tú.
STENDHAL
@roseramills (Algaida, 1974), escritora mallorquina, vive y trabaja en Barcelona desde el 92. Ha publicado cuatro volúmenes de poesía —el más reciente es Morbo— y una decena de libros de temáticas distintas. Desde el 95 compagina la escritura con el periodismo off y on-line (autora del blog Inspiración Digital en La Vanguardia), los talleres de escritura y recitales, la radio, las performances y la asesoría editorial.
EROTISMO Y HUMANISMO
Imaginar y erotizar para ser y poseer. Los humanos hemos construido nuestra conciencia de especie a través de adquisiciones realizadas en nuestra evolución. Éstas han sido biológicas, etológicas y culturales. La síntesis evolutiva basada sobre aquello de lo que estamos hechos y la integración de lo que nos hace como somos.
El erotismo, una manifestación de la sensibilidad sexual, se encuentra entre la abstracción y la realidad del sexo social. De esta manera se constituye en imaginación dialéctica.
No seríamos humanos sin el erotismo, la sutilidad no sería una propiedad destacada de nuestra especie. Seguramente Plutarco tenía razón, el erotismo es la desobediencia de la razón.
EUDALD CARBONELL
Experto en evolución humana
LA IMAGINACIÓN ES CAPAZ DE VOLAR MÁS ALTO QUE LA REALIDAD
En mi libro Sexo sabio clasifico las fantasías sexuales en cuatro categorías: las anticipatorias, las exploratorias, las sustitutorias y las parafílicas. De todas ellas encontraréis cumplidos y profusos ejemplos en este interesante y desenfadado libro de Roser Amills, donde se hace evidente que, en cuestiones de sexualidad, la imaginación es capaz de volar más alto que la realidad. Al hacerlo, permite que esa realidad se enriquezca en una dialéctica donde lo imaginado y lo vivido ensanchan los límites de nuestro autoconocimiento y crean una sinergia que potencia el disfrute de los dos ámbitos donde la sexualidad se expresa, porque, como dice la autora: “cuantas más fantasías seamos capaces de comprender, mejor nos conoceremos”.
ANTONI BOLINCHES
Experto en psicología y sexualidad
MENOS RUIDO Y MÁS PLACER
No todas las fantasías son eróticas, pero el erotismo siempre es fantasioso porque depende de la invención y del juego. Os pido que leáis este libro sin prejuicios ni sentimiento de culpa porque, como decía Buñuel, “la imaginación no delinque” y lo que sí tiene delito, en cambio, es refugiarse en la rutina.
Para el sexólogo Havelock Ellis, leer un texto picante es incluso una práctica recomendable: “Los adultos necesitamos la literatura obscena como los niños los cuentos de hadas para liberarnos de la fuerza de las convenciones”. Si en lo de la literatura erótica no habéis ido mucho más allá de la indudable carga morbosa contenida en el relato de Blancanieves y los siete enanitos, aquí podréis evolucionar hacia nuevas e insospechadas fronteras sensoriales a través de un amplio catálogo de guarrerías. Os serán muy útiles para inspiraros, excitaros, reíros, sorprenderos y hasta escandalizaros. Pero, sobre todo, encontraréis ideas para fomentar la dicha —con d, no con p— propia y ajena. Con mucho sentido del humor y meticulosidad, Roser Amills disecciona y clasifica las fantasías de 1.000 personajes célebres. Y el lector, permitidme el consejo, debería trascender la inicial fascinación del entomólogo y dejarse inspirar por los placeres carnales aquí referidos. Veréis con qué facilidad daréis entonces rienda suelta a vuestra imaginación más calenturienta.
SUSANNA GRISO
Comunicadora
A MÁS FANTASÍAS, MÁS HUMANOS
Somos el animal con la actividad sexual más extravagante, practicamos el sexo por diversión, para dar aliciente a la vida multicelular, y no sólo para reproducirnos. Así, la historia de nuestro erotismo transcurre de fantasía en fantasía y depende de la imaginación y el juego, quid de la mente humana y de cualquier artista, inventor, pensador.
Y nos encanta contarlo. Así ha resultado este libro que viaja por la trastienda de biografías, confesiones, entrevistas, correspondencia y anécdotas de más de 1.000 personajes célebres. ¡Qué delicia escudriñar por el ojo de la cerradura! Ejemplos risueños de todas las épocas y nacionalidades, más de 1.001 fantasías y curiosidades de impacto: decadentes y nobles, inflamadas e intelectuales, epistolares, austeras, cotidianas, románticas, atribuladas, estrafalarias, doctas, de urgencia… Alma, corazón y vida, hay fantasías que son como la lluvia, refrescan el espíritu, y no son pecado ni en la Biblia.
También hay fantasiosos para cada amante y ocasión: doncellas despavoridas, genios, románticos, viciosos, vamps, muchachas, seductores y coleccionistas, ingenuos, poderosos, bohemios, rebeldes… Escribieron versos, novelas o guiones de cine, pintaron, protagonizaron películas, reinaron, expusieron, inventaron, mintieron, filosofaron… ¡Y tuvieron muchas fantasías eróticas! No olvidemos que estos personajes, como tú y como yo, han vivido y han amado, con lo que comporta. Quizás admiraste a algunos de ellos por lo que crearon o escribieron. Pues créeme: en las distancias cortas, ganan.
Todos, a su manera, han tratado de alcanzar las más altas cotas del placer, con sus circunstancias, atajos y trucos, en algunos casos gracias al aliciente de las represiones de cada época. Nos las dejaron por escrito para dar ejemplo, para desnudarse por dentro, por despiste, para purgar culpas o para envanecerse. Unos con mayor fortuna, otros con desesperación. Visto el material, está claro que tuvieron o vocación o mucho tiempo libre para sublimes disparates amatorios, y ayudan a tomarnos las fantasías eróticas como hay que hacerlo para que funcionen: sin prejuicios y con mucho sentido del humor. Así lo han hecho ya los fantasiosos contemporáneos que también han querido participar, con una visión más actual y lúdica.
Vamos a divertirnos, fuera culpas, lo que imaginaron y quizás realizaron (así sigue siendo fantasía para nosotros, cuando lo leemos) ayuda a recordarnos que, hoy como ayer, no hay una sola manera de amar, como no la hay de alcanzar la felicidad. Damas y caballeros, 1.001 ejemplos para fantasear con doble beneficio: el principal pecado, en la cama, es aburrir, y cuantas más fantasías seamos capaces de comprender, tanto mejor nos conoceremos.
2 avisos:
1) Algunas fantasías que han dejado para la posteridad pueden ser fruto de la imaginación de coetáneos y biógrafos, pero ya lo decía John Ford: “Si te cuentan la leyenda y la versión seria, quédate con la leyenda”.